Ese es otro problema, es una cuestión de mecanismos procesales deficientes.
Un juez hace lo que los cuerpos legales le indican que debe hacer.
El mensaje que se envia a la sociedad no es todo lo intimidante que deberia ser,y eso no se logra amenazando con castigos o torturas, sino lisa y llanamente que las penas será durísimas y se van a cumplir a rajatabla.
Y las normas de excarcelación en algunos casos deberian ser revisadas, por ejemplo, un violador real (no ocasional) no puede salir nunca más en libertad, es una locura dejar a esa gente libre, porque inevitablemente reinciden, lo mismo los pedófilos,aunque esa gente no debería estar presa en la cárcel, sino en un hospicio.