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Sigo sosteniendo que ponerle la culpa al problema de la suba del precio de los alimentos a un solo culpable, es muy cómodo, pero no es verdadero.
Solo China, India y Brasil (un tercio de los habitantes del mundo) están comiendo más y mejor, porque sus países van mejorando sus economías. Se acabó el fideo a toda hora. Llegó la hora de las proteínas! El consumo casi de que duplicó en algunos items.
El precio del dólar en el mercado internacional cayó un 40% en estos últimos 5 años, por lo que gran parte de los inversores, se pasaron a aplicar en los fondos de commodities.
Desde enero del año pasado a ahora, el petróleo aumentó un 134% , acarreando consigo la suba de los transportes, insumos, fertilizantes y plaguicidas.
Los millonarios incentivos que el gobierno estadounidense da a los productores de maíz para producción de etanol, hicieron aumentar el precio del grano y que muchos agricultores abandonaran por este, el cultivo de soya y trigo.
La mala noticia, es que tanto el consumo como el precio del petróleo, no tienen retroceso. La buena noticia, es que hay más oferta que demanda de alimentos.
Esto último, nos lleva a una nueva reflexión: ¿Cómo es posible que habiendo más oferta que demanda, los precios suban en vez de bajar?
Es muy fácil de decir, pero difícil de explicar. Aquel que piense que el mercado es solo oferta y demanda, está fregado.
Todo cambia.
Si fuera tan fácil así, todos seríamos operadores de mercado.
Se acabaron las cosas simples. Todo está más sofisticado.
Antiguamente se quemaban zafras enteras para que el precio no cayera. Hoy no son tan burros así. Lo que antiguamente era perecible, hoy la ciencia lo ha transformado en sub-productos con tanto o más lucro que la materia prima original y con mayor valor agregado.
Si antes tenía un barco lleno de pescado y al llegar al puerto, me encontraba que había gastado más que lo que lucraría con la venta, no me quedaba otra que vender regalado y arruinarme.
Hoy no. Hay cámaras frigoríficas con bajo costo de construcción y mantenimiento, productos que alargan la vida útil de los productos por meses, puedo hacer harina de pescado, fertilizantes, ración animal (se acuerdan de la vaca loca?).
El querer simplificar los problemas, es desinformar. O si hay mala leche, llevar agua solo para su molino.
¿Saben quien es otro de los villanos de esta novela y todos tienen miedo de decirlo, porque no es políticamente correcto hacerlo?
Los Verdes.
Pero no los dólares. Los que piensan ecológicamente. Pana una vez se preguntaba el porqué tan caro de los productos Bio.
Pues déjenles la producción mundial en manos de ellos, con sus parámetros de biocultivo, biofertilizantes, cosecha manual, microcultivos, nada de transgénicos, nada de genética y verán!!!
Ahí si que vamos a escuchar a Malthus, desde la tumba a las risas y gritándonos: ¿No le dije? ¿No les avisé?
P.D: ¿Será que me encanta que me odien?
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