Efectivamente,
Pero tú no te cuentas entre ellos.
Printable View
Es muy misericordioso tratar de "mentecato" al prójimo.
Parece que a ti no te ha llegado esa revelación
Jesús y los apóstoles no trataban a las personas
como usted, pon la otra mejilla. solo tres 4 libros y no te has enterado
Y si no crees lo que dice Jesús
de nada te vale lo del predicar el evangelio
eso es de hipócritas:wink:
La ley que Jesús enseña en el Evangelio, que manda: hacer con los hombres todo lo que quedamos que ellos hagan con nosotros, es antes que cualquier hombre que tú quieras recordar, pues es la ley que dijo Dios a los hombres desde siempre y para siempre. Y es la verdadera Ley de Dios. Pero los escribas cambiaron la ley de Dios es mentira, como nos dice Jeremías 8:8. Es bueno que tengáis en cuenta esto:
Jeremías 8:8:
No dice que too lo escrito
En las escrituras Hebreas se cambió
Jesús nunca enseña eso
El mando a hacer los sacrificios
Estipulado en la ley.
Pero lo que sí dijo bien claro
Es que haría un pacto Nuevo
No el viejo
Uno nuevo
Lo válida su sangre que nos perdona
Pecados
Predica eso
Falso!
El evangelio no dice eso
Jesus dice lo contrario
JUAN 17:17
Santifícalos por medio de la verdad;
tu palabra es la verdad
¿Y si las palabras de Jesus no fueron cambiadas
entonces por que rechazas a Jesus
y sus misericordiosos mandamientos?
¿QUE EXCUSA TIENES?
Lo que esta bien claro es que tu no aceptas la sangre
que te perdona tus pecados
así que no crees en el evangelio.
Mateo 26:28
Reina Valera Contemporánea
porque esto es mi sangre del nuevo pacto,
que es derramada por muchos, para perdón de los pecados.
La verdadera Palabra de Dios es la Palabra del Evangelio, que enseña los mandamientos que realmente fueron dados por Dios desde siempre para siempre. Por eso Jesús vino a dar testimonio de la verdad, porque con su predicación del evangelio nos enseñó los verdaderos mandamientos de Dios.
Cita:
Mateo 26:28
Reina Valera Contemporánea
porque esto es mi sangre del nuevo pacto,
que es derramada por muchos, para perdón de los pecados.
Jesús dejó que su sangre fuera derramada para darnos su ejemplo de misericordia y perdón y enseñarnos que lo que Dios quiere es la misericordia y el perdón, es decir, Jesús, con su ejemplo y con su palabra, nos enseñó los mandamientos que de verdad fueron dados por Dios desde siempre y para siempre.
Mientras no entendéis esto, no entendéis lo que enseña el Evangelio.