Iniciado por
Zampabol
Hay una cosa que debemos tener clara, al menos yo la tengo clara. Las personas creyentes (los verdaderos creyentes) tienen muchísima más dificultad en dejarse llevar por las "pasiones humanas", ya sea el poder, la codicia, el robo, la soberbia, la estafa etc. Precisamente lo que caracteriza al creyente es su interés en cumplir la ley de Dios que no es otra cosa que una Ley para la pacífica y justa convivencia entre los hombres.
Todos, creyentes y ateos están sujetos a la tentación, están sujetos a caer mil veces por culpa de las debilidades humanas, pero....mientras que el ateo se juega la cárcel si es que lo pillan....el creyente se juega la cárcel si es que lo pillan y LA VIDA ETERNA ¡¡¡¡lo pillen o no lo pillen!!!
Por eso los sistemas más corruptos del mundo han sido aquellos que han negado a Dios y han puesto las leyes humanas por encima de las divinas.
Donde no está Dios hay corrupción y maldad. Cuando Dios entra en el corazón de los hombres es el propio hombre el que intenta no ser vencido por aquello que lo aleja de Dios.
Un saludo