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Recordar Violeta Parra es en mucho sentido recordar el movimiento socialista y comunista latinoamericano que tanto han hecho por el cambio hacia un mundo mejor.
Los jóvenes sin internet de aquella época no nos conocíamos como hoy. Sabiamos de otros jóvenes en el planeta por comentarios hechos por gente que, en muchas oportunidades, no contaban la verdad y mantenían un oscurantismo enervante.
El movimiento cultural de Latinoamérica entendió que la primera y màs importante cosa para hacer posible un cambio es transmitir conocimientos al pueblo; la poesía y la música eran medios valiosísimos para la propalaciòn de información y enseñanza.
Las cascada de letras que componen hermosas canciones, como en el caso de Violeta, hizo posible que el pueblo se enterara de cosas que estaban completamente escondidas y celadas por las dictaduras y por los explotadores que, màs que a personas, usaban carne humana para sus negocios. Siempre protegidos por el plomo militar.
Cada país de Sudamérica contribuìa con personajes de elevado nivel que, además de superar las oscuras redes de los dictadores, trascendían a los niveles màs altos del mundo.
Asì Brasil con Chico Buarque o Caetano Veloso, Argentina con Atahualpa Yupanqui (Don Ata), Horacio Guaranì, Mercedes Sosa, Uruguay con Zitarrosa y los Olimareños y Chile contribuyò con Neruda y Violeta. Esto es sòlo por recordar algunos de los màs grandes. EEUU también colaborò con grandes como Bob Dylan, Joan Baez, etc.
Con ideas comunistas y socialistas educaron al pueblo hasta lo que llegó a ser América Latina al dìa de hoy y el mundo entero en general. Situaciones de justicia como las que se viven hoy en los pueblos americanos eran impensables cincuenta años atrás, cuando las ideas oligárquicas, burguesas y dictatoriales escribìan las òrdenes del dìa.
Para los jóvenes de hoy, como mis propios hijos, es inimaginable un mundo sin internet y sin teléfono como era el nuestro medio siglo atrás. Sin embargo, las canciones de Violeta eran esperadas como quien espera hoy una edición extra del noticiero. Sus canciones corrìan como reguero de pòlvora; pasando de mano en mano dado que su difusión y venta estaban prohibidos. Lo que màs se usaba eran los cassettes para su propalaciòn (las cintas magnéticas, para los jóvenes que no saben lo que es).
Habìa una especie de ebullición de la sangre cuando llegaba un cassette nuevo. El sistema nervioso entraba en un frenesì que sòlo lo podía igualar el nacimiento de un hijo. Existìa un hambre de conocimientos y eran ellos que nos traìan nuestro alimento. Claro que eran como gotas de agua al sediento del desierto, pero suficiente para mantenernos en vida y nos portaban la esperanza de un futuro mejor.
Ese futuro es hoy presente y la humanidad entendió que se debe cambiar y quedar unidos. No màs guerras, explotaciones ni abusos de los poderosos. El mensaje traido por los grandes de la cultura popular han dejado una enseñanza profunda a los que hoy están, o estamos, construyendo la humanidad. Dejaremos a nuestros hijos un mundo mejor del que encontramos: màs justo, màs esperanza de vida y mejor calidad de vida.
Por todo esto, recordar a Violeta deviene una obligación como agradecimiento a su grandiosidad cultural tanto como por los mensajes que nos dieran esperanza y enseñanza.
Cuando una persona logra cambiar la cultura popular de su país como lo hizo Violeta, no sòlo significa que entendió el sentir popular de sus compatriotas sino que tuvo la grandeza necesaria y la capacidad para llevar a cabo tan gigantesca labor.
Este tema es un Homenaje a Violeta Parra. Con todo mi respeto y admiración.
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"Gracias a la vida" en italiano
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Los Quilapayun. Siempre nos acompañaron en nuestra juventud de hace medio siglo atràs.
Qué dirà el santo Padre?
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Los Quilapayun. "La carta".
Ellos ya cambian al final "...todos comunistas por el favor de mi Dios" por "...todos revolucionarios por el favor de mi Dios".
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Los Inti Illimani, representantes de la mùsica andina y chilena en toda Europa de 40 años atràs.
El rin del angelito.
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"Gracias a la vida" en ruso.