Iniciado por
KIMO
Según la Biblia, no se podía aceptar a ninguna criatura humana,
ni siquiera a los apóstoles, para vida celestial hasta que Jesús hubiese sido sacrificado,
hubiese ido al cielo y abierto o ‘inaugurado’ el camino al cielo.
(Hebreos 10:12) Pero este hombre ofreció un solo sacrificio para siempre
por los pecados y se sentó a la derecha de Dios,
(Hebreos 10:19, 20) Por lo tanto, hermanos, ya que tenemos valor para usar el camino de entrada al lugar santo
por medio de la sangre de Jesús
20?—un camino nuevo y vivo que él abrió para nosotros a través de la cortina, es decir, su carne—
(1 Corintios 15:20) Pero Cristo fue levantado de entre los muertos
como primicias de los que se han dormido en la muerte.
(1 Corintios 15:23) Pero cada uno en su debido orden:
Cristo como primicias, y después los que le pertenecen al Cristo durante su presencia.
Por consiguiente, no fue sino hasta Pentecostés de 33 E.C., 10 días después de la ascensión de Jesús al cielo,
que se derramó por primera vez el espíritu santo de modo que los discípulos ‘nacieron otra vez,’
un requisito previo a su ida al cielo.