Eso de cual es el destino de las revistas no depende de quién las produce, sino de quién las consume.
En mi caso, las consume el fuego, y son muy aptas: encienden fácil y queman rápido. Ideales para ese fin.
Respecto a la leña, claro que corto leña, pero igual necesito papel.
Respecto a la ópera: nunca ha sido de mi agrado, sin embargo, nunca he quemado una partitura. Y tengo muchas.
Pero revistas he quemado muchas: no solamente atalayas, no seas engreído.