Hola:
no he leido el libro pero coincide con mis convicciones. A veces un enfermo sufre sòlo una enfermedad social que provoca desgracia a su ser individual y biològico. Veo gente con gastritis porque tienen problemas con los bancos; absurdo pero difundido.
Los seres humanos se miden por sus obras. Te transcibo pàrrafos de José Ingenieros que analizò el tema (quizàs lo hayas leido) y decìa:
Cita:
“La vida vale por el uso que de ella hacemos, por las obras que realizamos. No ha vivido más el que cuenta más años, sino el que ha sentido mejor un ideal; las canas denuncian la vejez, pero no dicen cuánta juventud la precedió. La medida social del hombre está en la duración de sus obras: la inmortalidad es el privilegio de quienes las hacen sobrevivientes a los siglos, y por ellas se mide.”
Cita:
“Creencias firmes, conducta firme. Ése es el criterio para apreciar el carácter: las obras. Lo dice el bíblico poema: Iudicaveris ex operibus vestris, seréis juzgados por vuestras obras. ¡Cuántos hay que parecen hombres y sólo valen por las posiciones alcanzadas en las piaras mediocráticas! Vistos de cerca, examinadas sus obras, son menos que nada, valores negativos. Sombras.”
Cita:
“La obra de genio no es fruto exclusivo de la inspiración individual, ni puede mirarse como un feliz accidente que tuerce el curso de la historia; convergen a ello las aptitudes personales y circunstancias infinitas. Cuando una raza, un arte, una ciencia o un credo preparan su advenimiento o pasan por una renovación fundamental, el hombre extraordinario aparece, personificando nuevas orientaciones de los pueblos o de las ideas. Las anuncia como artista o profeta, las desentraña como inventor o filósofo, las emprende como conquistador o estadista. Sus obras le sobreviven y permiten reconocer su huella, a través del tiempo. Es rectilíneo e incontrastable: vuela y vuela, superior a todos los obstáculos, hasta alcanzar la genialidad. Llegando a deshora ese hombre viviría inquieto, luctuante, desorientado; sería siempre intrínsecamente un ingenio, podría llegar al talento si se acomodara a alguna de sus vocaciones adventicias, pero no sería un genio, mientras no le correspondiera ese nombre por la obra realizada. No podría serlo desde que le falta la oportunidad en su ambiente.”
Cita:
“Y si el idealista es una mente superior, su ideal asume formas definitivas: plasma la Verdad, la Belleza o la Virtud en crisoles más perennes, tiende a fijarse y durar en obras. El tiempo lo consagra y su esfuerzo tórnase ejemplar. La posteridad lo juzga clásico. Toda clasicidad proviene de una selección natural entre ideales que fueron en su tiempo románticos y que han sobrevivido a través de los siglos."
Veràs que él coincidìa plenamente con tus observaciones. La eternidad està en las obras. No significa propio una “vida” despuès de la muerte sino una trascendencia de su persona a travès de sus obras. Mis convicciones no me permiten ver la posibilidad de esa vida de “ultratumba”; “supongo” que no puede ser. :wink:
Coincido con que la alegrìa trae felicidad y lo que Jesùs significò es propio que la felicidad va màs allà de simples doctrinas o rituales. Cristo fué un genio moral indiscutible y, si bien no reconozco sus milagro como un hechos reales sino como historias paradòjicas, sus enseñanzas morales fueron a nivel de los grandes filòsofos.
Chau Pana.
Hasta la pròxima filosofiada. :001_tt2:
Soco.