No al consejo de seguridad de la ONU, para México.
La intención es buena, pero no es lo recomendable.
Pejecillo pretende sentar a México en una de las sillas del consejo de seguridad de la ONU, quizá con el afán de contribuir con políticas de paz y fraternidad, a la paz mundial.
Pero, ¿ como hacer tal cosa sin libertad ?. Y no es que me esté poniendo difícil, o que ande de aguafiestas; soy sencillamente objetivo. Vamos por partes.
Cuando pejecín armó, proyectó y construyó la guardia nacional, la hizo con fines específicos, que no incluían su uso para fines antimigratorios. Pero resulta que bajo la presión gringa, se vio obligado a utilizar a esa guardia nacional, para fines de contención de migrantes de centroamérica hacia México, y luego hacia Estados Unidos de Gringolandia.
Es decir, que la fuerza del gobierno mexicano no alcanza siquiera para ejecutar sus propios proyectos con libertad; tanto menos podrá entonces ejecutar libremente planes y proyectos de alcance mundial, global.
Si llegara México a ser miebro del consejo de seguridad de la ONU; con la mano en la cintura el señor Trump(etas), con un simple twitt o una velada amenaza de aranceles, sanciones o lo que sea; condicionaría el voto mexicano ante cualquier evento o moción votable en tal consejo de inseguridad.
Y un voto condicionado, intimidado, no libre... pues no sirve. Simple y llano.
Saludos, al buen Pejecillo de algodón, y a todos.
Saludos, mi buen pejecillo de algodón.
Hace ya buen rato que abandoné este tema. Es hora de retomarlo, aderezado con nuevas propuestas e ideas.
Lo primero es manifestar mi decepción para con el buen amigo pejecillo de algodón. Cosa que demuestra que no soy un pejezombie, como los derechosos suelen acusar (supongo) en mi humilde persona.
Decepción, decía, por lo siguiente:
Históricamente pejecillo de algodón era combativo. No se amedrentaba facilmente por cosa alguna, perseguía sus ideales practicamente sin dar concesiones.
Pero cuando llegó a la presidencia, a pesar de comenzarla de la misma manera, atacando frontal el huachicol (robo) petrolero; luego fue dando tintes de blandenguería. Cosa que de suyo no es criticable, pues el ser blando es también parte importante en la prudencia; la cual es una virtud invaluable en el cargo que pejecillo ostenta.
En particular me refiero al caso de el tránsito de migrantes centroamericanos hacia gringolandia, a través del territorio mexicano. Para no hacer demasiado amplio el post, resumo: Al principio pejecillo recibió a los migrantes con los brazos abiertos. Luego recibió la advertencia-amenaza del pelos necios Trump, respecto a mas aranceles al comercio mexicano, si pejecillo seguía obstinado en recibir migrantes de manera tan afectuosa.
Pejecillo dobló las manitas, y ordenó parar el flujo de migrantes. Mandó a la guardia nacional a contener las caravanas de gente migrante; cerró la frontera sur. Le dio el triunfo a pelos falsos Trump.
¿Cuando antes pejecillo había "lanzado la toalla" tan facilmente?.
Yo se que los gringoyanquis son un adversario poderosísimo; son el imperio en turno en la historia del planeta, lo sé. Pero eso no obsta para que una persona que aspira a grandes cosas, se rinda así de indignamente; en mi opinión.
Pejecillo tendría que preguntar a la gente ¿que se debe hacer?. Y estoy seguro que la mayoría de mexicanos dirían: actuar con dignidad.
¿Y que es actuar con dignidad en este caso?. Pues simplemente hacer lo que es justo. Yo no voy a decir exactamente qué; pero dejo elementos para tomar buenas decisiones, a saber:
Cada país es un territorio independiente, que toma sus propias decisiones; y no es correcto que un segundo o tercer país incida en las decisiones de ese primer país.
Esto implica que si Trump-etas decide hacer un muro allá en su lado territorial, está en todo su derecho de hacerlo, valiéndole "pura madre" lo que opine el país mexicano.
E inversamente, si pejecillo decide seguir como el Cristo brasileiro, con las manos extendidas recibiendo migrantes; es cosa que debe valerle "pura madre" al gobierno gringoyanqui.
Así de simple.
Ahora bien, si un gobierno decide hacer tratos y pactos con el gobierno de otro país; debe asegurarse de que tales pactos sean al menos justos. Que no sean ventajosos para uno u otro, ni siquiera con la velada amenaza de las armas, la economía o lo que sea que funja como elemento amedrentante.
Fácil de captar el razonamiento, ¿o no?.
¿Las consecuencias de tal ejercicio de la dignidad?. Funestas, no está por demás decirlo. Pero el ejercicio de la dignidad es vital en la vida, en el ánimo, en el prestigio e historia de una nación. Quien entrega la dignidad, de una u otra manera está entregando a su patria a manos extranjeras.
Y hacer eso es algo que decepciona.
Por ahora lo dejo así.
Saludos a todos.