Te lo explicaré con fotos.
Los fósiles también nos hablan sobre los modelos de crecimiento de los animales del pasado. Por ejemplo, esta imagen nos muestra un corte transversal de la cabeza sobredada del dinosaurio Stegocerus validum . Los espacios azules nos muestran los lugares del hueso por donde pasaban los vasos sanguíneos. La densidad de vasos sanguíneos en la bóveda indica que este hueso crecía rápidamente. Esto, junto con otras evidencias, sugiere que el fósil procede de un individuo joven. De hecho, la cúpula del cráneo en estas especies alcanzaba su máximo desarrollo en individuos jóvenes. Esto (de nuevo, junto con otras pruebas relativas a la resistencia del hueso) sugiere que la cúpula no se usaba en los enfrentamientos por apareamineto entre los adultos, y que seguramente tenía alguna otra función – quizás ayudaba a que los individuos de la misma especie se reconocieron entre sí.
https://evolution.berkeley.edu/wp-co...e_scalebar.png
Esta hoja fósil (que tiene algo más de 10 millones de años) muestra un patrón de daño claro– uno que coincide con los daños producidos por la oruga de la polilla Stigmella heteromelis a las hojas actuales. Los modelos del daño producido son tan similares y tan diferentes de otros daños a hojas que aunque no tenemos fósiles de la oruga, sabemos por la observación de la hoja fósil que debió haber vivido en el ambiente y en el momento en que vivió la planta. Basándose en donde se encontró este fósil, los científicos saben que las especies de polillas de hoy tienen una distribución más pequeña de la que tuvieron en el pasado. Este fósil también nos dice que la oruga fue parasitada por una avispa muy pequeña, como indica el pequeño orificio circular (flecha amarilla) hecho por la avispa al salir. Hoy podemos observar la misma relación de parasitismo entre avispas y S. heteromelis .
https://evolution.berkeley.edu/wp-co...e-1024x357.jpg