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misericordia
No sabes ni escribir, para mi la sangre de Jesucristo es preciosa, y Él entregó su vida para ayudarnos a comprender sus mandamientos misericordiosos. Y en cuanto a lo que los verdaderos cristianos nos aterrorizamos cuando conocemos el Evangelio, eso es mentira. Porque los mandamientos del Evangelio como Jesucristo los enseña, son para nosotros preciosos y son una gran alegría.
El problema es vuestro, que no amáis los mandamientos de Jesucristo, que son los mandamientos del nuevo Pacto. Y por eso solo os centráis en la sangre, porque queréis hacer olvidar los mandamientos de Jesucristo, pero mirar lo que os dice Jesucristo:
"si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos" (Mateo 19:16-22).