En mi sueño había fulgor extraordinario, entre las cenizas emergía la espada más hermosa jamás creada, trate de levantarla pero su peso podía mas, entonces en la desesperación la enterré más para que nadie más la tocase.
Tarde
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En mi sueño había fulgor extraordinario, entre las cenizas emergía la espada más hermosa jamás creada, trate de levantarla pero su peso podía mas, entonces en la desesperación la enterré más para que nadie más la tocase.
Tarde
Qué tarde se me estaba haciendo. Mientras resbalaba calle abajo con las zapatillas planas pensaba en las ganas que tenía de llegar a esa maldita fiesta. Los charcos hacían elipses en el asfalto de la carretera reflejando una noche alumbrada por un gran foco de luces lejanas. Provenían de casas resguardadas y abrigadas del frío invernal de grandes ventanales y familias felices en su interior.
Malditas zapatillas. Si no fuesen por ellas ya habría cogido un pase a la primera fiesta por la que pasé.
Sacarosa.
Las vacaciones se terminan. Y todo se acaba como empezó todo. Sin nada.
“Los Océanos en sus borrascas,
y la tierra,
en sus trastornos sísmicos
marcan monotonía en la órbita de su influjo natural
al compararlo con el conjunto polícromo y multiforme de la vida mundial de las sociedades
separadamente
y de cada pobre vida humana.”
Endulzante o edulcorante, la sacarosa ha muerto
Como el final de unos campamentos de verano. Ya te llamaré. Dame tus señas.
Portarretratos
No es un portarretratos, es una prision, un campo de fuerza, porque no quiero que se me olvide, que el momento acabe, mientras este ahi atrapada su imagen se que no solo sucedio si no que volvera a suceder, que podria al menos, quiza. Solo basta que no deje que se escape. O que se desvanezca.
Reparacion
.
Aunque la gravedad de mi equilibrio emocional, no se sostenga ni por activa ni por pasiva, ni porque si, ni porque no, por poco o mucho que piense y deje de pensar, es cuestion mandar a reparación el magullado corazón e incrusten ahi, en su mera intimidad lo q yo mas quiera.. entonces cesará la gravedad.
Disonancia
.
Se sentó como siempre en su escritorio, la media luz lo ayudaba a pensar. Y su amigo de algún modo había puesto el dedo en el lugar preciso, sucedía a menudo. "Macho... -dijo-, aquel que decía que la cosa era ser o no ser, se pasó de moda. Ahora es ser, o por lo menos parecer ser. Como ser no sos, y parecer cada día es más difícil, tal vez no ser sea el modo de ser otra cosa. Y este sí, amigo mio, es un verdadero dilema".
culpa
por mas errores y equivocaciones... perdi la habilidad de sentir algo, no me siento culpable, no puedo reir, no puedo llorar, ni siquiera tengo la habilidad de odiar, no tengo rencor, no siento culpa ninguna de mis acciones...
ayuda
Me ayudó a abofetearle hasta que le saltaron las lágrimas del impacto. Me gritaba con fuerzas; como si sus chillidos pudieran abofetear también mi alma. Miré con rabia sus ojos de mujer infiel clamando ayuda; y atesté con todos los nudillos un revés en todo su tabique nasal. Él seguía eufórico animándome; buscándome con su voz de lobo. Para cuando quise darme cuenta, la sangre comenzaba a manchar mis pies desnudos y la sala se encontraba tan sola como nuestras vergüenzas.
Abordable.
-¡Hombre...! -dijo Pau riéndose de mi comentario. La luz mortecina, más apagada aún por el humo de los incontables cigarros de los que allí pernoctábamos, desfiguraban un poco sus rasgos, el pelo gris sacudido por la risa que le produjo mi frase, y seguramente también por el vino que llevábamos- ... estás equivocado..., yo soy absolutamente abordable....