Sin embargo, se sabe que los evangelistas que aparecen como autores NO son los verdaderos autores.
Los que no aman la misericordiosa enseñanza del Evangelio siempre tratan de desacreditar los libros del Evangelio. Pero la enseñanza del Evangelio es la enseñanza más preciosa y misericordiosa que ha conocido la humanidad. Y a eso es a lo que debes darle valor.
Vuelve a leer lo que ha dicho misericordia:
Comparando las copias de los manuscritos a lo largo del tiempo. Sabemos que los evangelios fueron modificados tras su escritura, y que tardaron décadas o siglos en alcanzar la forma que hoy tienen en la Biblia (por ejemplo sabemos que la historia de Jesús y la adúltera donde Jesús usa una de sus líneas más celebres: el que esté libre de pecado que tire la primera piedra, es una falsificación añadida posteriormente). Lo que nadie sabe, en cambio, es el contenido de los evangelios originales más allá de un par de líneas. Pues no se conserva ninguna copia ni remotamente completa de ninguno de los evangelios anterior al siglo III.
Quienes no aman la misericordia no aman lo que enseña el Evangelio, que enseña que lo que Dios quiere es la misericordia:
Mateo 12:7
Si hubierais comprendido qué quiere decir: "Misericordia quiero y no sacrificios", no condenaríais a los inocentes.
Sabemos que los nombre de los diferentes libros de la biblia provienen de una tradición muy posterior al descubrimiento del propio texto. Los evangelios son anónimos.
En general, este no es un tema polémico, ni siquiera en la doctrina cristiana oficial. No existe nin un sólo argumento verosímil en favor de la escritura de los evangelios por los apóstoles o discípulos de Jesús.
Estos son los hechos que sabemos sobre la autoría de la biblia.
Los manuscritos de los evangelios son anónimos. En ellos no figuran títulos, firmas o atribuciones de autoría.
La únicas partes de la Biblia que están explícitamente firmadas son las epistolas (de las cuales sólo se aceptan universalmente como genuinas algunas de las cartas de Pablo); y el libro del apocalipsis (cuyo autor se identifica simplemente como Juán, y cuyo lenguaje, características lingüísticas, estilo, y teología son completamente incompatibles con el evangelio de Juán y con las epístolas Juaninas).
En el texto de los manuscritos de los evangelios no se menciona nada respecto a la autoría de los mismos, con la excepción del uso de la forma "nosotros" en algunos pasajes de Lucas (que por lo demás está escrito en tercera persona), y una vaga afirmación en Juán (donde el autor habla en primera persona sobre un "discípulo amado" al que se refiere en tercera persona).
En el texto de los evangelios nunca se afirma que el autor sea discípulo de Jesús o testigo de lo que se narra. De hecho se habla explícitamente en varios pasajes de los evangelios de fuentes de tercera mano orales o escritas (de las que no se conserva el menor registro).
Los Evangelios no están escritos en primera persona o desde la perspectiva de los apóstoles. Además, en ellos se narran acontecimientos que los presuntos autores no podrían conocer.
Existen evidencias de que los primeros cristianos desconocían quienes eran los autores de los textos. Además, está demostrado que aquella época eran comunes las falsificaciones y los fraudes en los textos religiosos. También está demostrada la existencia de evangelios, cartas y documentos a los que se añadía el nombre de profetas o personajes de significancia religiosa para dar credibilidad a mensajes teológicos.
Los apóstoles y discípulos de Jesús hablaban arameo y los evangelios fueron escritos en griego. No existe ni un sólo ejemplo en la antigua Judea de un autor bilingüe que dominase el arameo y el griego. También sabemos que el texto griego en su mayoría no es una traducción porque muchos de los pasajes no tienen sentido al traducirse al arameo. También sabemos que el texto no fue escrito por escribas o secretarios ya que los escribas no ejercían de traductores ni se insertaban a sí mismos en los textos que transcribían.
El estilo, lenguaje y contenido del texto denota que sus autores además de utilizar un griego sofisticado, habían recibido una educación en filosofía, teología y leyes. Esto es incompatible con lo que sabemos de los apóstoles y discípulos de Jesús, personas en su mayoría de clase baja.
Sabemos que en el tiempo de la Biblia. Más del 90% de la población era analfabeta. Los apóstoles y los discípulos de Jesús provenían casi en su totalidad de una clase social que literalmente no tenía acceso a la lectura o escritura.
No existe ninguna carta, texto o documento de ningún tipo firmado o escrito por los supuestos autores de los evangelios Mateo, Marcos, Lucas o Juan (Las epístolas Juaninas se consideran hoy en día como falsas).
Las epístolas de Pedro también se consideran falsas, al Igual que al menos 6 de las epístolas de Pablo.
Las epístolas de Juan, el evangelio de Juan y el apocalipsis según Juan no fueron escritos por las mismas personas ya que son completamente incompatibles en lenguaje, estilo y teología.
El evangelio de Lucas y el libro de Actos fueron escritos por la misma persona o personas. Pero esta NO era un discípulo de Pablo, ya que estos textos contradicen continuamente lo que se narra en las epístolas de Pablo que se consideran auténticas. (Las epístolas donde se identifica a un Lucas como acompañante de Pablo de profesión médico también son falsas).
Los evangelios delatan un desconocimiento de la vida en la Judea del siglo primero y de su contexto político (Por ejemplo el retrato de Pilatos no coincide con las referencias históricas que tenemos sobre él, el censo romano en la época del nacimiento de Jesús no tiene el menor sentido en la administración romana, y la costumbre de liberar a un criminal en pascua se opone diametralmente al derecho y práctica romana en las tierras conquistadas.
El primer evangelio se escribió cerca del año 70, el último después del año 110. La esperanza de vida en la sociedad de la época era de 40 años, y en cualquier caso la tradición nos dice que muchos de los presuntos autores murieron mucho antes de que los textos fuesen escritos.
Comparando las copias de los manuscritos a lo largo del tiempo. Sabemos que los evangelios fueron modificados tras su escritura, y que tardaron décadas o siglos en alcanzar la forma que hoy tienen en la Biblia (por ejemplo sabemos que la historia de Jesús y la adúltera donde Jesús usa una de sus líneas más celebres: el que esté libre de pecado que tire la primera piedra, es una falsificación añadida posteriormente). Lo que nadie sabe, en cambio, es el contenido de los evangelios originales más allá de un par de líneas. Pues no se conserva ninguna copia ni remotamente completa de ninguno de los evangelios anterior al siglo III.
En resumen, la evidencia apunta de forma abrumadora a que la biblia no fue escrita por los apóstoles, ni por discípulos de Jesús o siquiera contemporáneos suyos. Este es uno de los hechos mejor atestados de la historia bíblica. No hay ninguna discusión al respecto.
Jesucristo que es Dios predico el Evangelio y los misericordiosos mandamientos del Evangelio, son los verdaderos mandamientos de Dios. Y estas enseñanzas de Jesucristo las conocieron los apóstoles y muchos cristianos.
Y así es como se llegó a conocer el Evangelio de Jesucristo. Y mientras eso ocurría, Pablo perseguía a la iglesia y luego Pablo se arrepintió, y eso es lo que nos dicen las escrituras.
Pero se ve que tu quieres predicar otras enseñanzas diferentes, y todo por no amas a Jesucristo y no amas el Evangelio.