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No sentía tanta libertad desde que Romina echó a Pablo de casa. Miré hacia el infinito de la luz, sintiendo que el tope de la vista no alcanzaba a rascar los secretos de la perdición. Y así pude quedarme horas, dejando pasar el tiempo y haciendo juramento de que nunca jamás volvería a tocar un cuerpo inerte como el de Lola. Menudo esperpento.
Lícito.
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Máscara; cubierta del rostro que hace irreconocible a quien la lleva y le asimila a quien representa. Trampa, engaño, o el arte del disimulo vergonzante, careta de cartón que con el tiempo se degrada, y desaparece. No es una letanía, pero las máscaras de carne se hacen póstumas como una súplica heredada, parecido a un rezo. Engaño lo llamo, aunque totalmente lícito.
Leyenda
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Cansa la inquietud de la mano que arrastra soledades y nostalgias..
cansan los besos de leyenda que presagian una entrega pasajera
cansan las mentiras, la paz ambigua,.. la intolerable convivencia,
cansa que a pesar de mis gritos..
no logro desvanecer esos fantasmas que atormentan mis delirios..
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Impotencia
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Caminar durante horas sin lograr desgastar los dolores que reptan como alimañas, gritar al unísono con el viento sin poder elevar la plegaria que solo se desliza a los confines de la nada, llorar lágrimas que ahogan a las vivencias pero no consiguen suprimir a los recuerdos que laceran a la vida misma, eso es impotencia.
Montaña.
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Él vendrá de la montaña alrededor.
Tacto.
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Nada mas que tu tacto en mi, me hace feliz....
Locura...
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Te amo con locura.
Inmenso.
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La risa escucha la criatura del fracaso entusiasmado,
e inmenso.
Y la mujer mas bonita del mundo llorará sangre,
sobre la súplica de una oración por su alma.
Y ese ruido de la tierra hueca al caer sobre la madera del féretro te llenará del todo.
Del todo que apenas creo que existe si no me dejas imaginarlo cuando sufres.
Regresión
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No quiero retornar a los viejos y oscuros pasajes donde moraba en la humedad de mi caverna. Ahora mis pasos van por los llanos y floridos caminos iluminados por la radiante luz de mi hermosa luna. No quiero dar ese paso a la regresión.
Recíproco.
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No eran horas ya para estar despierto pero la contundencia de los rayos abordando la noche me hacían estremecer. Ráfagas de electricidad inundando mis sentidos visuales y estremeciendo mis pensamientos por cada suspiro del cielo, mantenían mi atención en vilo. Era como una simbiosis en el tiempo; parecían alimentarse de mi energía mientras yo me nutría de su fortaleza. Un amor recíproco de amantes que se encuentran en plena oscuridad. ¿Será un Dios enfadado el que maneja la cólera del tiempo?
Dióxido.