Iniciado por
MangoMartini
Te entiendo, pero difiero.
Aquí no hay absolutamente nada qué perder, y sí mucho qué ganar. Se gana un rato de esparcimiento, un espacio para externar opiniones, para compartir conocimiento y conocer otras perspectivas, y hasta podría ser útil para ejercitar habilidades y valores sociales que ya pocas veces se discuten entre gente de confianza.
Son pocas las ganas de postear, en eso sí estoy de acuerdo; el foro es poco estimulante, mucho menos cuando hay usuarios que van y copian lo de cualquier paginucha y lo vienen a pegar aquí, pretendiendo hacerlo pasar por suyo.
Ni ellos que son constantemente exhibidos por diversos errores, contradicciones y triquiñuelas pierden, pues ganan conocimiento. Aunque no lo acepten públicamente ni lo demuestren fehacientemente en sus textos, tú y yo lo sabemos, aprenden; muy lentamente, pero lo hacen. No lo demuestran por cierto complejo de inferioridad que, irónicamente, se disfraza de superioridad. Para ellos aceptar su propio desconocimiento es retroceder, alimentar sus fobias; cuando, al contrario, realmente los enriquecería y muy probablemente los haría dignos de reconocimiento. No cualquiera posee la virtud de la humildad, y sí muchos ostentan el antivalor de la soberbia.
Nótese que yo no me he pronunciado ni a favor ni en contra del aborto, mucho menos como simpatizante de ninguna corriente política y, sin embargo, ya he sido agredido e incluso insultado. Esencialmente por criticar hechos específicos. No he criticado a la Iglesia Católica ni a ninguna otra institución afín a ninguna corriente política, sino sólo acontecimientos puntuales y, por supuesto, a sus participantes. En este caso ha tocado criticar a los ultras, porque así se ha dado el contexto, y así han sido los acontecimientos que se han colado en el tema. Mañana podría ser la izquierda la que se cuele y, si lo mereciere, seguramente también haré cuantas críticas considere oportunas. Pasado mañana podría ser el centro... Pero ellos, por su limitado criterio, son incapaces de sintetizar virtudes o defectos per se; necesitan que éstos se presenten en determinado excipiente político. Es un síntoma de tantos del infame síndrome de radicalismo ideológico, la miopía social.
Creer que hoy en día el comunismo es un peligro social, es casi tan absurdo como temerle a los vampiros. Habiendo tantas distorsiones sociales, tales como el narcotráfico y el consumo de drogas en sí, resulta ridículo siquiera acordarse del pantone político. Su discurso es una mezcla entre aquél de Ronald Reagan, quien apostaba todo el presupuesto de seguridad a la "amenaza" comunista, cuando el cártel de Medellín les daba hasta por las axilas; y el del padre Jorge Loring, que en paz descanse, quien se dedicaba a rezar discursos por todo el mundo, llamando imbéciles a los ateos y desacreditando despectivamente a los protestantes con argumentos caricaturescos, todo tras un filtro de supuesto humor sarcástico y simpatía social. El mismo molde de siempre. Antiguamente la abulia política era considerada irresponsable, hoy más bien me parece un mecanismo de supervivencia. Está tan revuelta y podrida la banda política en su totalidad, que no vale la pena ser partícipe de sus porquerías.
Yo te invito a que participes con toda libertad y sin anticipar las consecuencias; el hecho de que disientas de opiniones y tendencias radicales ya es una garantía. No sé cuán útil pueda ser, pero ten por seguro que yo te leeré y, si mis actividades cotidianas me lo permiten, como ahora, comentaré tus opiniones.