Silogismo:
Premisa 1: Dios ha creado al hombre a su imagen y semejanza.
Premisa 2: El hombre es imperfecto.
Conclusión: Dios es imperfecto.
No es el capitalismo el que hace agua, pues gracias a él el mundo ha alcanzado el grado de desarrollo que estamos disfrutando. Si vuelves la vista hacia Cuba y Corea del Norte, por ejemplo, verás que nuestro sistema es el menos imperfecto. El problema radica en el hombre, pues el gen de la ambición le ha hecho perder la perspectiva y se dirige irremediablemente hacia su propia destrucción. Y aquí justamente era que quería llegar, pues entiendo que, de existir, Dios tendría el poder de eliminar este dañino gen y arreglarnos para no seguir por esta ruta hacia el despeñadero.