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roberso
EL APOCALIPSIS II
Dije al terminar el Apocalipsis I que se analizarìa la “profecìa” de Juan a la luz de un hecho paranormal y a la luz de una “revelaciòn divina” porque se han dado muchas interpretaciones sobre esta revelaciòn.
Una de ellas, muy interesante y nada despreciable es la del escritor Ricardo Santander Batalla que la analiza como un viaje espacial del apóstol Juan, análisis que no debemos ignorar por lo lògico allì expuesto en su interesante libro: ¿Fue Jehovà un cosmonauta?
Quizàs ustedes se podràn dar cuenta de que no nos detendremos, ni perderemos mucho tiempo en analizar las alegorìas y simbologìas que se presentan en esta revelaciòn.
Estas alegorìas y simbologìas ocurridas en una de estas visiones, se dan para que el paranormal que tiene la visiòn las interprete en base al alcance de su mente. Si es una persona sumamente religiosa como lo era el apóstol Juan, y màs que religioso, fanàtico de Jesùs, tiene que interpretarlas desde su punto de vista de ferviente cristiano, a tal punto que todo lo que no està relacionado con Jesùs no tiene importancia para èl.
Una de las desventajas de las alegorìas y simbolismos captados en una de estas revelaciones es que ademàs de las interpretaciones que les dè el que la recibe, de acuerdo a su capacidad intelectual y religiosidad, cosa logica; deja abierta la oportunidad para que otras personas las interpreten desde su punto de vista intelectual, religioso o filosòfico, lo cual tambièn es lògico.
Esto quiere decir que la individualidad del intèrprete influye en la interpretación.
Las alegorìas y simbolismos en una revelaciòn o visiòn de estas, son como los sueños cotidianos de las personas. Psicològicamente se acepta que los sueños son causados por traumas, complejos, inhibiciones, etc., que dan un mensaje al que los sueña.
Pero si ese mensaje que se manda èl mismo en su sueño, lo narra a otras personas, cada una de ellas estarà presta a darles una interpretación muy diferente de la que le ha dado el que tuvo el sueño. Eso es lògico. Por eso, no es de extrañar que Juan interprete su revelaciòn a su manera; y haya otras interpretaciones diferentes a la de Juan.
TIEMPO DE LOS SUCESOS:
En lo que concierne al tiempo en que sucederán los hechos profetizados por Juan, èl es bien especìfico al decir en Apocalipsis 1: 1: “Las cosas que deben suceder PRONTO.”
Confirma el tiempo a suceder cuando dice en Apocalipsis 1: 3: “Porque EL TIEMPO ESTÀ CERCA.”
Aquì empieza el primer conflicto con la razòn. PRONTO, quiere decir: Veloz//Acelerado//Que ejecuta sin retraso algo.
CERCA, quiere decir: Pròxima o inmediatamente. Esto presume que los sucesos ya se dieron, o que la profecìa fallò y Juan quedò como un falso profeta, comprometiendo en esto a Dios y a Jesùs.
Se le atribuye al Apocalipsis o Revelaciòn, haber aparecido en el año 96 DC, o sea , hace 1.917 años. ¿Es este un concepto de PRONTO y de CERCA? No importa haber fallado una profecìa. Muchos las han fallado. Lo malo es dejarse llevar por el entusiasmo y publicarlas sin el debido análisis.
Dijimos que Juan compromete en esto a Dios y a Jesùs pues dice en Apocalipsis 1: 1: “La revelaciòn de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder PRONTO; y lo declarò, (Jesùs), enviàndola por medio de su àngel a su siervo Juan.”
Pero para demostrar que no estamos enteramente contra Juan sino que se tratò de un error de percepción, seamos positivos y tomemos como factible el hecho de que Juan vio una probabilidad que no se dio porque hubo correctivos en el presente que estaba viviendo Juan como para que se anulara esa probabilidad en el futuro. O sencillamente vio un hecho del presente lo que convierte la “profecìa” en clarividencia del pasado. Pero revisando la historia, tampoco sucedieron las fantasiosas calamidades que describe Juan en su libro.
Pròximo escrito en este mismo tema: El APOCALIPSIS III