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tomas0402
EL ODIO del MUNDO
Seguimos con el evangelio de Juan. Durante la misma última cena, después de la queja de Jesús acerca de ser traicionado por quien come el pan con él, anuncia su traición y a continuación tiene lugar el larguísimo discurso de despedida. Aproximadamente hacia la mitad, tras las referencias a “la vid verdadera”, habla a sus discípulos del odio que el mundo les tendrá, como le tienen a él.
“Si no hubiera hecho entre ellos obras que no ha hecho ningún otro, no tendrían pecado; pero ahora las han visto, y nos odian a mí y a mi Padre.
25 Pero es para que se cumpla lo que está escrito en su Ley: = Me han odiado sin motivo. =”
(Juan 15:24-25 - Biblia de Jerusalén)
(Se trata de las palabras de un salmo: Salmo 35, 19):
“No se rían de mí, mis enemigos pérfidos, ni se guiñen sus ojos los que me odian sin razón.”
(Salmos 35:19 - Biblia de Jerusalén
La misma idea se repite en el Salmo 69,5 (Más numerosos que los cabellos de mi cabeza los que sin causa me odian) pero que Juan no usó.
Son dos ejemplos de lamentación, como puede verse en los Salmos: 22, 35, 59, 69, 70, 109. Los justos, cuando eran perseguidos o se encontraban en circunstancias adversas, recurrían a Yahvé para lamentarse e invocar su protección. A Jesús le hubiese venido bien cualquiera de ellos, pues ninguno se escribió para él expresamente.