Job dice que el cuerpo es la ropa con la que Dios nos ha vestido. Que crees que se viste con el cuerpo ?
“Me vestiste de piel y carne, Y me tejiste con huesos y nervios.”
Job 10:11
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Job dice que el cuerpo es la ropa con la que Dios nos ha vestido. Que crees que se viste con el cuerpo ?
“Me vestiste de piel y carne, Y me tejiste con huesos y nervios.”
Job 10:11
“. . . aunque nuestro hombre exterior va decayendo, sin embargo nuestro hombre interior se renueva de día en día.”
2 Corintios 4:16
hombre exterior vrs hombre interior.
La biblia es clara en ese sentido. El hombre interior se renueva dia a dia.
Pedro hace eco de esta verdad, desbacando de un plumazo lo que Kimo repite y repite.
“Y considero justo, mientras esté en este cuerpo, estimularos recordándoos estas cosas, sabiendo que MI SEPARACIÓN DEL CUERPO TERRENAL es inminente, tal como me lo ha declarado nuestro Señor..
2 Pedro 1:13-14
Pedro comprende que SU ALMA no es la persona, como dictan en el salon del reino; si no una parte que se separa de EL ( de el cuerpo) al morir.
Pablo pensaba similar. Pabo no dice que desea partir para esperar dormido mientras Cristo le despierta. NO, no, no. Sino que desea partir PARA ESTAR con EL!!
"Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de PARTIR y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros.”
Filipenses 1:23-24
“Porque yo ya estoy para ser derramado como una ofrenda de libación, y el tiempo de MI PARTIDA ha llegado.”
2 Timoteo 4:6
ELB, incluso los ateos hablan metafóricamente de un "hombre interior" ... a veces dicen que la conciencia les habla. Creen los ateos en un alma dentro de la persona?
Solo de razonarlo un poco se entiende lo ridículo de la idea, es como decir que somos dos personas: una de carne y otra invisible viviendo dentro de nosotros. Eso solo le sucede a los endemoniados ... NO a los verdaderos cristianos. Es obvio que estás interpretando erradamente lo que en la Biblia se dice metafóricamente. Mira lo que dice Pablo aquí:
1 Cor. 5:1 De hecho, se informa que hay fornicación entre ustedes, y tal fornicación como ni siquiera la hay entre las naciones: que cierto [hombre] tiene la esposa de [su] padre. 2 ¿Y están ustedes hinchados, y no se lamentaron más bien, para que fuera quitado de en medio de ustedes el hombre que ha cometido este hecho? 3 Yo, por mi parte, aunque ausente en cuerpo, pero presente en espíritu, ciertamente he juzgado ya, como si estuviera presente, al hombre que ha obrado de dicha manera ...
Pablo dice que su espíritu estaría "presente" en el juicio del fornicario en la congregación de Corinto, aunque su cuerpo no estuviera allí presente. Crees que el espíritu de Pablo se desprendió de él y se fue a ver el juicio mientras Pablo estaba en Éfeso escribiendo esta carta? :001_rolleyes:
Lo que sucede con esas ideas que tienes es que para justificarlas usas frases metafóricas ... como cuando usas la parábola del hombre rico y Lázaro para apoyar esa creencia de un infierno de fuego para atormentar almas de muertos malos ... pero cuando se te pide razonar en el resto del relato y otras cosas relacionadas, te quedas sin respuesta. Obvio: NO SE PUEDE crear dogmas que contradigan otras ideas bíblicas que son claras, especialmente cuando se pretende usar simbolismos bíblicos como si fueran realidades físicas.
Mira el "supuesto" estado en que Jesús estaría en el Hades, si realmente hubiera estado vivo allí:
Hech. 2:24 Pero Dios lo resucitó desatando los dolores de la muerte, porque no era posible que él continuara retenido por ella.
Ese engaño de un Hades infernal hizo que un religioso me dijera un día que ese texto significaba que Jesús se estaba quemando en el infierno, porque así era como pagaba por los pecados de la humanidad ... hasta que salió de ahí ... :scared:
Y tú, qué crees que significa Hech.2:24? :confused1:
No solamente los ateos, sino también agnósticos y creyentes hablan del hombre interior.Cita:
Iniciado por Eli_yahu
Naturalmente si piensas que se trata de dos personas, significa que no has entendido nada.
Pero también se habla del "hombre superior" (der Übermensch).
Y es eso lo que importa: el hombre superior, liberado de las cadenas de las creencias infantiles, y asumiendo su rol de hombre como hombre.
Habría primero que definir qué se entiende por "el alma".
Si por "el alma" quisiéramos entender ese ser etéreo que sobrevive la muerte física, y más tarde, eventualmente, toma palco en el cielo para encantarse con las maravillas de Dios, es algo que considero poco creible.
Si por "el alma" quisiéramos entender la capacidad de tener consciencia de si, y que dicha consciencia luego se reintegra a alguna conciencia universal, tal como el cuerpo vivo, una vez muerto, se reintegra al mundo mineral o material, me parece plausible.
Ahora, si por "el alma" quisiéramos entender que es la sangre que corre por las venas, ahí si que estaríamos mal.
Por tanto, y en resumen, dependiendo de qué se desea entender por "el alma" creo en su existencia, o no creo en ella.
Pues para nada quedo en ridículo, estimado Eli.
Todo lo contrario.
Y tampoco te doy la razón, ya que tú crees que el alma es el jugo que corre por las venas.
Además, tú no crees en el hombre superior, sino que crees en el hombre inferior, pues así te autodefines: como un esclavo.
INFIERNO
Palabra que emplean la traducción católica Torres Amat, la Versión Valera de 1909 y otras para traducir el término hebreo scheʼóhl y el griego hái·dēs. Torres Amat no es consecuente en la traducción de scheʼóhl, pues lo traduce (a veces con añadidos en bastardillas) “infierno(s)” 42 veces; “sepulcro” 17 veces; “muerte” 2 veces, y “sepultura”, “mortuorias”, “profundo”, “a punto de morir” y “abismo” 1 vez cada una. En la Versión Valera de 1909, scheʼóhl se traduce “infierno” 11 veces, “sepulcro” 30 veces, “sepultura” 13 veces, “abismo” 3 veces, “profundo” 4 veces, “huesa” 2 veces, “fosa” 2 veces y “hoyo” 1 vez. Esta misma versión siempre traduce hái·dēs por “infierno(s)”, traducción que siguen las versiones Torres Amat, Scío de San Miguel y Nácar-Colunga, salvo en Hechos 2:27, 31.
No obstante, otras versiones actuales son más uniformes en la traducción. Por ejemplo, la Versión Valera (revisión de 1960) translitera la palabra original como “seol” 65 veces y emplea “profundo” 1 vez, mientras que utiliza “Hades” siempre que aparece en las Escrituras Griegas. Otro tanto ocurre con la palabra griega Gué·en·na que, aunque algunos la vierten por “infierno” (8 veces en la Versión Valera de 1909), se suele transliterar en la mayoría de las traducciones españolas.
Con respecto al uso de “infierno” para traducir estas palabras originales del hebreo y del griego, el Diccionario Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento (de W. E. Vine, 1984, vol. 2, pág. 187) dice: “HADĒS [...]. Corresponde con ‘Sheol’ en el AT [Antiguo Testamento]. En la RV [Revisión de 1909 de la Versión Valera] del AT y del NT, ha sido desafortunadamente traducido ‘infierno’”.
La Collier’s Encyclopedia (1986, vol. 12, pág. 28) dice con respecto al “infierno”: “Primero representa al Seol hebreo del Antiguo Testamento y al Hades griego de la Septuaginta y del Nuevo Testamento. Puesto que el Seol de los tiempos veterotestamentarios se refería simplemente a la morada de los muertos sin indicar distinciones morales, la palabra ‘infierno’, según se entiende hoy día, no es una traducción idónea”.
Es precisamente su acepción moderna lo que hace que el término “infierno” sea una traducción tan poco ‘idónea’ de las palabras bíblicas originales. La Nueva Enciclopedia Larousse (1981, vol. 5, pág. 5201) dice bajo “Infierno”: “Originariamente, la voz designaba lo que queda situado ‘más abajo’ o ‘inferior’ al espectador”. Así pues, la palabra “infierno” originalmente no comunicó ninguna idea de calor o tormento, sino simplemente la de un lugar “más abajo” o “inferior”, de modo que su significado era muy similar al del scheʼóhl hebreo. Es interesante que incluso en la actualidad esta palabra significa, según la misma enciclopedia, “lugar subterráneo en que sienta la rueda y artificio con que se mueve la máquina de la tahona”.
El significado que se le da hoy a la palabra “infierno” es el mismo que tiene en la Divina Comedia de Dante y el Paraíso Perdido de Milton, que es completamente ajeno a la definición original de la palabra. Sin embargo, la idea de un “infierno” de tormento ardiente se remonta a mucho antes de Dante o Milton. La Grolier Universal Encyclopedia (1971, vol. 9, pág. 205) dice bajo “Infierno”: “Los hindúes y los budistas ven el infierno como un lugar de purificación espiritual y restauración final. La tradición islámica lo considera un lugar de castigo eterno”. La idea de sufrir después de la muerte también se halla entre las enseñanzas religiosas paganas de los pueblos antiguos de Babilonia y Egipto. Las creencias babilonias y asirias hablaban de un “mundo de ultratumba [...] plagado de horrores, [...] presidido por dioses y demonios de gran fuerza y fiereza”. Los antiguos escritos religiosos de los egipcios, si bien no decían que hubiese lugar donde se padeciese eternamente en el fuego, hablaban de la existencia de un “mundo inferior” en el que había “calderas” para arrojar a los réprobos. (The Religion of Babylonia and Assyria, de Morris Jastrow, Jr., 1898, pág. 581; El Libro de los Muertos, edición de Juan B. Bergua, Madrid, 1964, págs. 82-85.)
El dogma del “infierno” ha sido una enseñanza fundamental de la cristiandad durante muchos siglos, por lo que no extraña en lo más mínimo el comentario publicado en The Encyclopedia Americana (1956, vol. 14, pág. 81): “Ha causado mucha confusión y desconcierto el que los primeros traductores de la Biblia tradujesen sistemáticamente el Seol hebreo y el Hades y el Gehena griegos por la palabra infierno. La simple transliteración de esas palabras en ediciones revisadas de la Biblia no ha bastado para paliar de modo importante esta confusión y malentendido”. Sin embargo, tal transliteración y el que las palabras originales se traduzcan de manera consecuente permite que el estudiante de la Biblia haga una comparación exacta de los textos en los que aparecen estas palabras originales, y llegue a una comprensión objetiva y correcta de su verdadero significado.