El profeta Isaías afirmó con sorprendente precisión científica que el universo físico es producto de la infinita energía de Dios.
¿Cómo sabía Isaías un hombre que vivió hace 2.700 años que el universo es producto de la energía infinita de Dios?
Es obvio que no pudo averiguarlo por sí mismo. Más bien, se limitó a escribir lo que Jehová le mandó por inspiración
De ese modo, él, así como los demás escritores bíblicos, hizo algo que ningún libro de ciencia ni telescopio puede lograr: identificar a Aquel que otorgó a las estrellas su belleza energía y sus leyes. Sin las órdenes de un Comandante, ese ejército no sería más que una multitud caótica, en confusión,sin las leyes que Jehová estableció, los planetas, las estrellas y las galaxias no seguirían patrones fijos y todo sería un caos.
Los humanos nada más que hacemos que descubrir,copiar, luego ponerlo por escrito y ahora colgarnos las medallas