Así es, Roberto. Los verdaderos cristianos nos alegramos en estas fechas de la Navidad recordando que nació Jesucristo, Dios que se hizo hombre, en Belén. Y fueron a adorarle todos los que esperaban con amor su nacimiento.
Todo eso de los saturnales romanos es un invento para ahogar la Navidad, la festividad más preciosa en la que se celebra el acontecimiento más grandioso que ha conocido la humanidad: El Nacimiento en Belén del Niño Jesús, Jesucristo, Dios hecho hombre. Y Jesucristo vino al mundo para enseñarnos la verdad, los verdaderos mandamientos de Dios.