Cierto,
a veces pienso que es más miedo a vivir que a la muerte en sí.
Cuando muramos ya no hay que preocuparse. Seremos inconscientes. El problema es mientras aún lo somos.
Nos gusta pensar que cuando muramos podemos dejar una herencia ya sea material, ideológica, algún logro, una mejora, ... un hito por lo que te recuerden.
Nos importa ... pero mientras tengamos capacidad de que nos importe. Satisface nuestro ego vivo el que nos recuerden tras nuestra muerte...
En realidad eso lo necesitamos para satisfacer nuestro ego mientras aún existe. Porque nuestro ego, cuando muramos, no importa. Hayamos sido el primer hombre en pisar la luna o no ser nadie... qué más da.
Al final... gran verdad: carpe diem!