Gracias por decir que lo que dice Roberto es historia.
Por lo menos aceptas que cuente historia, peor hubiera sido que hubieras dicho que lo que dice solo son cuentos.
Sin comentarios ...
Existe presunción de:
Culpabilidad, de inocencia, de veracidad, de paternidad, pero no existe presunción de la carne ... en fin.
Yo a tu dios, como a otros, los bloqueé de mi lista de contactos desde el mismo momento que quisieron presentármelo, con lo cual no es que no le ponga límites, es que fue desechado directamente.
JESUCRISTO NO ES UN DIOS COMO OTROS, Jesucristo es el verdadero Dios y es el que enseña al mundo la verdadera sabiduría de Dios.
No hay nada mas hermoso que la sabiduría enseñada por Jesucristo, y los apóstoles y primeros cristianos dieron su vida, porque ellos habían visto al Señor hacer muchos milagros, y solo Dios puede hacer milagros.
Jesús y en tu propia doctrina no es dios, dios era su padre, y tan real o tan falso como el resto de dioses. Es una historia tan repetida y tan igual a otros dioses de otra religiones anteriores que es más de lo mismo.
https://www.youtube.com/watch?v=muHprlRl9GM
Dios es amor y el amor existe y ahí está demostrada la existencia de Dios, y el amor de Dios se manifiesta en los misericordiosos mandamientos que Jesucristo enseña en el Evangelio. Y esto derrumba tu filosofía que quiere hacer ver que Dios no existe: DIOS ES AMOR, AMOR QUE OBRA POR LA MISERICORDIA.
Nuestros sentimientos durante el amor se deben a la acción de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina y a neuropéptidos como la oxitocina y la vasopresina, que se generan en el cerebro y se liberan de la glándula hipófisis, entre otros.
Por eso es común en todos los mamíferos del Planeta.
Esos cuentos de caperucita no están probados. Eso solo son deseos de acabar con el Evangelio de Jesucristo. Pero el Evangelio de Jesucristo es el que te dice claramente, cual es el amor verdadero.
Y el Evangelio te dice que no hay mayor amor que aquel que da la vida por sus amigos. Así que el amor se demuestra con obras de misericordia, y no con cuentos de viejas que vosotros los seudocientíficos os montáis.