Hay ocasiones en las cuales es muy fácil crear una teoría de la conspiración sobre un "héroe nacional" y de esa forma desacreditarlo.
Es más fácil decir que el estandarte de Miguel Hidalgo era el de la vírgen para obtener ayuda de los indios o decir (como he escuchado muchas veces en mí país) que no hay datos históricos certeros acerca del nacimiento de uno de nuestros héroes nacionales, Juan Santamaría, o decir que el Ché era comunista porque sí y no porque entendía y vivía en su corazón el dolor de Latinoamérica, como decía, es más fácil decir eso que ver la influencia que han tenido en el imaginario colectivo nuestros héroes latinoamericanos.
Para Platón la verdad era lo inmutable, lo permanente, lo que siempre es. En el caso de nuestros héroes o personajes; lo inmutable, lo permanente, lo que siempre es no ha sido su vida, sino su legado.