... y de un padre plumífero....
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Eso mismo decía Jim Jones el fundador evangélico de el Templo de Dios cuando decidió "suicidar" con cianuro a 918 personas entre los cuales se encontraban cientos de niños. que actuaba en nombre de dios.
Tú, un supuesto pacifista, justificando matanzas de tu dios, no eres distinto a Jim Jones.
Tú no puedes descalificar, no dispones de la suficiente categoría. Así de breve.
Para hacer referencia a la biología humana no se necesita de espiritualidad alguna. Y tu jesús, según vuestras propias historietas jamás fue como decís hijo de ningún hombre, jamás, sí de una mujer. Así que es lo primero que tenéis que corregir.
Y ningún híbrido puede decirse hijo de la humanidad.
Sexagésimo séptimo asesinato de Jehová.
16 Y entregará a Israel a causa de los pecados que cometió Jeroboam e hizo cometer a Israel.»
17 La mujer de Jeroboam se levantó, se fue y entró en Tirsá; y cuando ella entraba en el umbral de su casa, había muerto el niño.
18 Le dieron sepultura y todo Israel hizo duelo según la palabra que Yahveh había dicho por boca de su siervo, el profeta Ajías.
(1 Reyes 14:16-18 - Biblia de Jerusalén)
Esto es como la serie juego de tronos donde muere hasta el apuntador.
Y yo creyendo que el niño había sido matado por dios por el amor que la mujer de Jeroboam sentía hacia su marido que superaba el que sentía por el tal dios.
¡¡Vamos que le pilla todo, es hasta enfermizo celoso!!
No esperaban en la tumba porque Jesús nunca dijo que iba a resucitar.
Todo eso lo añadieron cuando en Nicea le declararon hijo de dios.
Los apóstoles que escogió Jesús, a tenor de lo que nos cuentan los evangelios, eran personas que no tenían el mínimo razonamiento (he dicho: según los presentas los evangelios).
Una muestra:
“Por aquellos días, habiendo de nuevo mucha gente y no teniendo qué comer, llama Jesús a sus discípulos y les dice:
2 «Siento compasión de esta gente, porque hace ya tres días que permanecen conmigo y no tienen qué comer.
3 Si los despido en ayunas a sus casas, desfallecerán en el camino, y algunos de ellos han venido de lejos.»
4 Sus discípulos le respondieron: «¿Cómo podrá alguien saciar de pan a éstos aquí en el desierto?»”.
(Marcos 8:1-4 - Biblia de Jerusalén)
“Y Jesús, llamando a sus discípulos, dijo: Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo, y no tienen qué comer; y enviarlos en ayunas no quiero, no sea que desmayen en el camino. 33 Entonces sus discípulos le dijeron: ¿De dónde tenemos nosotros tantos panes en el desierto, para saciar a una multitud tan grande?”.
(Mateo 15:32-33 Reina-Valera 1960)
«Sus discípulos le respondieron: «¿Cómo podrá alguien saciar de pan a éstos aquí en el desierto?»”.
¿De dónde tenemos nosotros tantos panes en el desierto, para saciar a una multitud tan grande?
¿Cómo pudieron decir esas palabras unos discípulos de Jesús que fueron testigos de la primera multiplicación?
Cristianito ¿Alguna vez has reparado en semejantes
incongruencias?
¿Por ventura piensas que los que advertimos esas incongruencias somos personas malignas?
Si tú eres tonto ¿Tenemos los demás obligación de ser tontos?
Octogésimo quinto asesinato (masacre) de Jehová.
(Tienen un problema con los números los escritores de la Biblia. Son muchos muertos ¿No?)
15 Entonces clamaron a Yahveh y, mientras los sacerdotes tocaban las trompetas, los hombres de Judá lanzaron el grito de guerra; y al alzar el grito de guerra los hombres de Judá, desbarató Dios a Jeroboam y a todo Israel delante de Abías y de Judá.
16 Huyeron los israelitas delante de Judá, y Dios los entregó en sus manos.
17 Abías y su tropa les causaron una gran derrota; cayeron 500.000 hombres escogidos de Israel.
18 Quedaron entonces humillados los israelitas y prevalecieron los hijos de Judá por haberse apoyado en Yahveh, el Dios de sus padres.
19 Abías persiguió a Jeroboam y le tomó las ciudades de Betel con sus aldeas, Yesaná con sus aldeas y Efrón con sus aldeas.
20 Jeroboam ya no tuvo fuerza en los días de Abías, pues Yahveh le hirió y murió.
21 Pero Abías se fortaleció; tomó catorce mujeres y engendró veintidós hijos y dieciséis hijas.
(2 Crónicas 13:15-21 - Biblia de Jerusalén)