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misericordia
El Decálogo judío contiene los mandamientos de Dios, pero no todos sus mandamientos son de Dios, pues el mandamiento que manda a los pobres que no deseen nada de lo que tienen los ricos, ese precepto no es de Dios. Y es que la ley de Dios había sido cambiada por la pluma mentirosa de los escribas. Por eso Jesucristo vino a enseñarnos la verdadera ley de Dios, que les dice a los ricos que repartan todos sus bienes entre los pobres si quieren entrar en la vida. Como puedes ver, la ley escrita en el Viejo Testamento es una ley impuesta por los ricos poderosos de Judea que ya no era fiel a los mandamientos que Dios había dado desde el principio. Por eso Jesucristo, que es Dios, vino a restablecer la verdadera ley de Dios, que son los mandamientos del Evangelio.