Efctivamente. Tampoco tiene sentido combatir contra el pato Donald.
El pato Donald no tiene aquí nada que ver. Los muñecos de magia y fantasía que no son reales ni enseñan nada edificante, NO se pueden comparar con el Evangelio, la enseñanza más maravillosa que ha conocido la humanidad y que es para el bien de todos los hombres y mujeres de buena voluntad.
Roberto no está predicando todo lo que tú dices, pues cada cosa que tú dices habría que analizarla a la luz del Evangelio. Y es que el Evangelio es misericordioso en todos sus mandamientos, y la misericordia anima a los hombres a tenerlo todo en común, para que todos se sientan protegidos con los bienes que necesitan.