Cita:
Paulina Rubio y la playa
En una ocasión recuerdo que visite también la playa con mis botas pisaba la arena me sentía Paulina Rubio. Con mi vestido de color rosa claro y que los vacacionistas que estaban ahí presentes se me quedaban viendo que pateaba la arena, y que el tacón de mis botas se hundía de entre la arena que pisaba, para mí era divertido, luego salí de la arena y caminé y caminé hasta que fui a un hotel a pedir una servilleta de papel porque sin más y sin nada me puse a llorar, lloraba por nada, solamente lloraba. Entonces salí del hotel me fui corriendo hacía la parada de las combis y aborde una que me llevaría de regreso a la casa amarilla, así que traté de tranquilizarme, pero casi no lo conseguía, así que llegando al lugar al momento de bajarme de la combi me caí, enseguida me levante y me fui corriendo hacia la casa amarilla.
Otro día no podía dormir y comencé a poner todo aquello que sentía y quería, entonces me puse a escribir todo eso en el cuadernillo y al día siguiente, eso que había escrito sobre el cuadernillo, arranqué las hojas del cuadernillo y las uní con cinta adhesiva me bañe y me arreglé y me fui a la Sesenta y busque el hotel donde había estado anteriormente, subí por las escaleras y vi a lo lejos una silla de metal de color blanca, entonces me senté en esa silla y deje las hojas con todo aquello que había escrito sobre mí y también dejé calzoncillos de color blanco, verde, azul y rosa, los dejé para que vieran que estaba necesitada y que necesitaba al mejor postor que daría todo por mí, entonces deje eso en la silla y me retiré del lugar, parecía como pólvora la noticia que mis hermanos ya se habían enterado de lo que había hecho. Unos vecinos habían pensado que era prostituta y que había dejado los calzones ahí. Fue algo inconsciente de mi parte, pero la verdad no sabía de aquello de lo que me estaba pasando, había sido el golde que me cayó sobre mi cabeza, no lo sé, solo sabía que mis conductas habían cambiado bastante.
Otro día me quede dormida durante el día y mi hermano Robin llegó como a las 8:00 p.m. me preguntó si ya había comido y le dije que ya, pero no era cierto y nos fuimos en su motocicleta hacia un local que vendía comida china y ahí compró comida china para llevar y enseguida nos regresamos hacia la casa amarilla y ahí me comí mi espagueti pensando que no estaba sola sino que estaba con mi novio imaginario que se llamaba sandía, así que con el tenedor le daba de comer a sandía espagueti y aparte me introducía el tenedor de espagueti en mi boca para saborearlo gustosamente. Así que después de comer “sandia” me decía que le diera besos, entonces me adentré al baño y ahí en la pared de la regadera comencé a besar la pared de la regadera apasionadamente, hasta abría la boca para sacar la lengua y lengüetear la pared. Luego me fui a la puerta y los barrotes que acompañaban a la puerta fueron testigos de mi locura imaginaria, me senté en la orilla de la puerta y mis manos acariciaban el aire que rosaba mis dedos, los movía de arriba hacia abajo, sentía que entre lazaba los dedos de mi querido sandía imaginario.
En otra ocasión mi hermana Federica fue por mí a la casa amarilla y me llevó a un lugar donde vendían quesadillas era medio día, las quesadillas eran grandes y las había pedido de queso Oaxaca, no podía creer que se portaban muy amables conmigo mis hermanos, no podía creer que pasaban más tiempo junto a mí. La silla en la que estaba sentada no era muy cómoda, pues era una silla de plástico de color rojo.
No recuerdo bien un día en que me quedé dormida todo el día y ya por la noche, no sé cómo Federica entro a la casa de mi hermano muy de prisa y me dijo que me despertará, porque me iba a llevar a cenar, entonces me levante y me subí a la camioneta Ford Lobo de color gris y había en el asiento de atrás otra persona que no alcancé a ver quién era, llegando a la fonda, me bajé de la camioneta y la persona que estaba en el asiento de atrás se trataba ni más ni menos del mesero que me auxilio en la cafetería de los pastelillos, él me tomo del brazo y me condujo hacia la fonda, se me hizo raro de aquel mesero que resultó ser el amigo de mi hermano Robin. Entonces comencé a escribir en el cuadernillo que tenía en mi recamara y comencé a escribir plana y plana de gracias mi amado meserito tierno, me tomas del bracito y te quiero por salvarme de todos en aquel restaurante.
Cada día mi locura iba en aumento, por lo que no me percate de que estaba viviendo una irrealidad, saliendo del baño
Federica me golpea en el piso de la regadera del baño de la casa de Robin.
Recuerdo que era domingo por la mañana en que me había despertado y que me encontraba sola como las demás ocasiones y que me desvestí y me puse una toalla en el cuerpo para cubrirme mi desnudez, entonces caminé hacia la sala, acto seguido me quité la toalla del cuerpo y me acosté boca arriba en el sofá que se hace cama (como una especie de sofá cama), entonces escuchaba voces de nuevo y eran voces de unos chicos que me gritaban mírala, wow como se ve, ya la viste. Entonces una voz me decía enséñales la vagina para que te vean bien, entonces abrí las piernas y las flexionaba para que me vieran la vagina. (eh de mencionar que en el techo de la sala había un tragaluz en forma de pirámide era como una especie de domo que era de cristal transparente).
Las voces de los chicos me animaban a mover mi cuerpo muy sensualmente sobre aquel sofá, acto seguido entra mi hermana Federica, y traté de cubrir mi cuerpo con la toalla, (ella estaba muy enrabiada porque los vecinos le habían dicho que había salido de la casa caminando desnuda), me dirigí hacia el baño y ella entro al baño también y me dio una bofeteada duramente y me daba de bofeteadas hasta saciar su rabia, (eh yo no recuerdo cuantas bofeteadas me dio no las pude contar), lo que también puedo recordar es que me senté sobre el piso de la regadera y mi hermana con sus insultos y bofetadas que me daba, que por un momento dejé de escuchar las voces.
Entonces me dijo que me cambiara y que me pusiera ropa limpia, recuerdo que ese día no me pude bañar, y que solo me puse ropa limpia, acto seguido Federica me dijo que me subiera a su camioneta y así lo hice, me subí a su camioneta plateada y me llevo a un local donde vendían quesadillas, ella me invito unas quesadillas de queso Oaxaca, y después fuimos a su casa, me fui a su recamara y yo metida entre las cobijas de su cama, me desnude, me quite toda la ropa que llevaba puesta (y escuchaba una voz que me decía ahora van a venir 3 hombres para que con sus falos tu tengas sexo con cada uno, con los cuales vas a tener sexo, y sean el futbolista, Robin, y un perro), y comencé a poner mi dedo índice a la vagina, para que ellos creyeran que en verdad era virgen, entonces sacaba el dedo de la vagina y me lo introducía en la boca para saborear su sabor, y eso mismo hacía en repetidas 4 veces, así que como tenía mucho calor, me asome por fuera de las cobijas y pude ver que el futbolista pasaba por el pasillo que estaba por fuera de la recamara de Federica, y yo lo vi y el a mí. Y yo no podía reaccionar, así que mi hermana Federica me cambiaba la toalla sanitaria y en otras ocasiones me cambiaba el pañal. (me enteré de que ella me cambiaba la toalla sanitaria porque ella me lo dijo).
Recuerdo que un día Federica me llevó a su congregación dominica y ahí en medio de la iglesia los hermanos dominica hicieron oración por mí. Entonces cerré los ojos por un momento y ya no escuchaba las voces. Recuerdo que en la entrada de ese templo había una mesa de productos de AVÓN, yo iba a tomar uno, pero mi intuición me dijo que no lo tocara pues no eran gratis si no que los vendía la señorita que estaba sentada cerca de la mesa de la entrada de aquel lugar. Recuerdo que me prestó un walkman mi hermana para que escuchara música y escuchaba música de rock en inglés. Acto seguido, me llevó a la casa de mi cuñado de donde vivía Federica y su hija Matilde Georgina. Y entonces me fui a dormir a la recamara de mi hermana Federica.