Y así fue pero después, no instáneamente.
Ellos quedaron amedrantados tras la muerte de Jesús, hasta que recibieron espíritu santo. Jesús tuvo que aparecérseles varias veces después de resucitar para animarlos y fortalecerlos, porque tenían miedo. Después que recibieron espíritu santo (el poder de Dios) comenzaron a ser denodados,valientes y hacer la obra de predicar y enseñar.