Poder elegir, es ser utilizada, ser obligada a tener el niño, es darle libertad.
jajajajajajaja
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¿Sabes quién se lo ha impuesto (el embrión)?. No he sido yo, ni las autoridades, ni la religión. Ha sido ella y la naturaleza "a pachas". Puede matarlo, como te puede matar a ti. ¿Por qué las autoridades y la religión tienen que entrometerse en esta justa “cultura de la muerte”?. Si ella quiere matarte a ti, ¿por qué tú vas a impedirlo? La cultura de la muerte es la versión zafia, egocéntrica, promiscua, frívola y desesperada del más cutre comportar animal. Por lo menos, los animales ni son zafios ni frívolos.
Dices que el embrión depende solo y exclusivamente de su madre. Una madre, sin hacer nada más que su propio mantenimiento (comiendo, bebiendo, viviendo) ya mantiene al embrión. Lo antinatural es matar el embrión que se va criando autónomamente en el vientre de la mujer (que cosas... la fascista naturaleza así lo ha decidido desde hace millones de años, y todos los que escribimos y leemos en este foro, así hemos sido formados). Si la mujer comete la voluntad de matar a su embrión, no hay ninguna diferencia con matar a su hijo de 20 años. Solo que... quizá el hijo de 20 años no se deje...
Noticia del mundo, con relación al "sucedido":
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/0...360484281.html
¿'Catolicofobia' en Alemania?
La Cuaresma se presenta en pie de guerra. El cardenal de Colonia, Joachim Meisner, ha escrito en una carta que será hoy leída en todas las iglesias que en Alemania hay una ola de 'catolicofobia', de manera que llama al clero y a los fieles a que soporten con valor "la malevolencia pública y las injustas acusaciones" de que es objeto la Iglesia católica alemana.
Meisner se refiere a los numerosos cuestionamientos y críticas en los medios alemanes de comunicación durante las últimas dos semanas por el hecho de que los médicos de dos hospitales católicos en Colonia se negaron recientemente a atender a una joven que declaraba haber sido recién violada y que pedía la píldora del día después. Argumentaron que, en casos como ese, un hospital católico no puede recetarla y el asunto se saldó con la visita de la joven a una tercera clínica.
El caso ha desatado un intenso debate en toda Alemania. Ha vuelto a estar sobre el tapete el hecho de que en los centros de trabajo que financia la Iglesia católica alemana no se contrata personal divorciado o casado con divorciados.
A ello se suma el escándalo que sigue presente en la mente de los alemanes en cuanto a los abusos sexuales de sacerdotes a niños y jóvenes durante los años 60 y 70, así como la dureza de las monjas principalmente en hospicios de huérfanos.
La Iglesia alemana ha hecho al respecto un exigente ejercicio de transparencia que permita protocolos de prevención realmente efectivos y la salida a la luz de los abusos ha dañado seriamente la confianza de los fieles.
Pero la desafección de la sociedad alemana por la Iglesia tiene un trasfondo que trasciende las portadas de los periódicos y que el cardenal Meisner también cita en su carta. "La decisión con que la Iglesia protege la vida, el matrimonio y la familia", y la defensa de esos valores por parte del Papa y los Obispos "polariza cada vez más" en Alemania, afirma.
Como consecuencia de lo uno y de lo otro, en un país donde solamente el 30% de la población es católica, en los últimos dos años prácticamente la mitad de los fieles ha salido de la Iglesia.
En una carta pastoral enviada en diciembre a los fieles de la capital alemana, el cardenal Rainer María Woelki, arzobispo de Berlín, anunció que en breve se pondrá en práctica un plan con el que se reducirá progresivamente en un 70% el número de iglesias católicas en algunas zonas del noreste de Alemania, las zonas que históricamente era menos católicas, antes de 2020. "Esto no es sólo una reforma administrativa, sino también una reforma espiritual", comentó entonces el purpurado alemán.
Meisner no es el único que achaca esta situación de aguda crisis y de pérdida de seguidores a una moral general anti católica. El Prefecto de la Congregación de la Fe, Gerhard Ludwig Müller, ha hablado de una atmósfera de 'pogrom' contra la Igleisa en Alemania, país donde este término ruso se utilizaba hasta ahora solamente para referiré a los ataques nazis violentos contra la población judía, a la que pretendían aislar o destruir.
Bueno. El diario El Mundo aclara que la violada “pedía la píldora”. El escándalo hubiera sido que un hospital católico le hubiera administrado una píldora abortiva... Pero, en fin..., el caso es que cualquier ariete es bueno para atacar a la Iglesia. Por lo menos, en Alemania no ponen la otra mejilla y se van a defender. Es un país donde, ya sea en la época de Lutero, Bismark o el mismo Hitler, se intenta dominar a los católicos, pero éstos no se van a dejar dominar. Ahora se va el papa alemán Benedicto XVI... (solo hay que recordar como le recibieron la prensa amarilla vomitiva alemana...), pero la Iglesia no se va.
Un mundo dirigido por esta gente religiosa de jerarquía piramidal, que quiere y ansía, y lo hace siempre que puede, lavar todas las cabecitas desde la más tierna infancia, con lo que más les pone hacerlo: sin champú.
Así las adiestra mejor a su ideología y sus fanáticos militantes de turno, (casi siempre de la derechona más cavernícola) salen repitiendo a lo lorito sus consignas: La interrupción del embarazo no lo podrá decidir la mujer, ¡no! que es pecado mortal. El divorcio, ¡no!, que es pecado mortal, no lo habría aun, si esa panda de desahogados católicos que mandan tuvieran el poder de antaño. Los gays (practicar sexo, ¡no!, que es un pecado muy gordo, el dios cristiano, el más bondadoso y misericordioso os mandará al infierno de culo. A ser buenos y a ser vírgenes, u os asaréis a perpetuidad viendo al feo de satanás, o de lucifer, ¡será por inventiva!, y lo que no se les ocurre, lo copian, y para más inri sin pagar copyright) que no molesten a su hipócrita moral; y a las madres solteras como las hacía sentir, cuando la moral cristiana dominaba, impregnaba la sociedad, las hacía "polvo", "mierda". A la investigación para curar enfermedades con células madres, poniendo palos en la rueda de la ciencia. De la eutanasia, ¡no! que es también pecado mortalíííísimo, que lo dice su dios, y por no saber, ni saben si existe.
¡¡Tiene bemoles la cosa!!
P.D.
Los políticos son los que pueden decidir sobre el aborto al estar legitimados por los votos que les han dado los ciudadanos.
Tendré que volver a recordar que en los países más desarrollados, más avanzados, donde más se respetan los derechos humanos, -por ejemplo, los del norte de occidente- el aborto está legalizado.
Decenas de miles de mujeres mueren cada año por abortar en condiciones deplorables, al no estar permitido legalmente en sus países la interrupción del embarazo; mujeres con familia, algunas con hijos, -éstas sí son seres humanos-y aun así, deciden abortar en estas malísimas condiciones.
Esto es un problema social, afrontado por los políticos, decidiendo lo más aceptable y conveniente: la interrupción del embarazo o aborto.
La educación es una buena base para que este problema social deje en un futuro de serlo.
Ningun, ninguna diferencia, tu te cruzas con un embrion por la calle y ni notas la diferencia con una persona de 20 años.
De hecho, embriones no, pero fetos, los hay en cantidad.
Ya ves que mania de contradecir a la naturaleza, con lo bien que moria la gente de enfermedades que ahora se curan.
Deberian oir a la Iglesia y volver a aquello de dejar morir a la madre antes que al niño, porque el niño aun no esta bautizado.
Y esa maravilla de niños tullidos!
Con ellos se recreaba el buen Dios, viendolos arrastrarse como gusanos, o comidos por las enfermedades, porque les esperaba el mejor lugar en el cielo.
Por cierto, si los benditos estan a la derecha del Padre, el Padre esta en la extrema izquierda, no?