Como un desalojo constante.
Llegó a casa el 15 DICIEMBRE 2013 muy mal. Caminaba como zombi lentamente y me dijo que le diera un abrazo y que le acariciara el pelo. Lo hice, y le dije que estaba en su casa con todo nuestro apoyo y se fue a la cama a descansar. Había estado trabajando y estudiando arduamente, no alimentándose bien. Con una vida un poco disipada y alejada de Dios. Había sido diagnosticada con esquizofrenia leve, depresión, apatía. Y estaba fuera de la realidad y sin ánimos de nada.
Ella solicitaba a la familia masaje en su cuerpo y de toda persona que estuviera, especialmente en los pies. Noche y día. Intervine para ayudar en esa labor interminable. Y al darme cuenta de la gravedad de la situación, empecé brevemente a orar en voz alta, con su permiso. Pues no consentía ni preguntas. Sólo sentía alivio con el masaje. Mi oración libre tenía claramente la intención de fincar en ella un apoyo en Dios y que ello le daría fuerza a su espíritu y este a su alma y cuerpo, auxiliado por la medicina del psiquiatra, buena alimentación y vitaminas. Incluso se le puso una bandeja de agua, bajo su cama para atrapar espíritus malignos, la cual se le cambiaba diariamente. Cuando tuve tiempo de dormir, la primera vez, tuve en mi cuerpo una sensación de fríos estremecimientos. Hice oración y alejé esta sensación… magnetismo corporal o… entidad. Posteriormente en la continuidad de los días, sentí una cadena de sentimientos e ideas de profunda de depresión, apatía, impotencia, duda, temores mismas que de la misma manera alejaba con oración. Para mí era como hacerle un desalojo constante. Y ella pedía más de mis masajes que decía le daban bienestar.
Pasaría una semana y media cuando una noche que me encontraba como a las tres de la mañana y el sueño me vencía, sin perder nunca la fe, que Dios me ayudaría. De pronto vi una luz que iluminó el cuarto con una sensación de gran paz y ello me asombró… Pensé que algún auto estaba iluminando, o que la lámpara estaría a punto de fundirse y por ello iluminaba tanto. Pero pasaron varios segundos, quizás un minuto. Y todo se atenuó levemente y volvió la normalidad. Al día siguiente mi familiar empezó a intercambiar comunicación conmigo, actitud que no hacía antes. Y prosiguió una paulatina mejoría. Posteriormente le aconsejé que caminara mucho. Que fijará su atención, no en sus enfermedades, preocupación de ausencia en su trabajo, ni en un tic remanente que la mantenía continuamente moviéndose. Ya que éste se podría derivar de varias probabilidades las cuales pudieran ser: Uno. El efecto de las medicinas. Dos. El efecto del traumatismo sicológico. Tres. La posibilidad de que una entidad se mantuviera renuente en lo íntimo de su ser. Y al ser un remanente de vida antigua, inducía el movimiento constante.
Y por la experiencia que he observado en el pasado, le dije que éste desaparecería no dándole importancia en primer lugar, ya que ello le daría más fuerza a la entidad o trastorno mental. Que sobre todo, encaminara toda su energía a Dios y a la vida u otras cosas sanas que le atrajeran, para que su espíritu se fortaleciera en Su Espíritu. Que se acercara a la idea-espíritu de Jesucristo y él le daría de su energía sanadora personal, que es hoy su cuerpo y su sangre real.
Yo me olvidé de mis relaciones en los foros de Internet y aún de mi trabajo. Afortunadamente fueron días de vacaciones y festividades navideñas, para dedicarle toda mi atención posible y ella sintió un gran aprecio. Pero sobre todo, observe que tuvo un cambio diametral en la forma de conducirse en la vida. Finalmente la encontré mucho más espiritual y más sensible al mundo de lo invisible y de Dios.
Le di muchos consejos de tipo espiritual y psicológico, los cuales serían muy largos de enumerar pero lo anterior es la esencia del procedimiento. En ella, empezó un restablecimiento relativamente rápido, casi milagroso. Pues al término de un mes, ella se encontraba completamente restablecida, sin embargo le aconsejé que su herida mental y espiritual todavía se encontraba muy tierna y que siguiera concentrándose en Dios y en las grandes y bellas cosas y relaciones que ha hecho en la vida y nuestro universo. Hoy es 2 febrero 2014 y ella se encuentra muy bien. Inclusive, el tic ha desaparecido.
Lo comparto, aunque muy escueto, porque sé que es una experiencia interesante para todos nosotros que nos encontramos en este ámbito. Y que la última opinión es siempre de cada uno de nosotros.
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