La astrología no tiene ningún fundamento científico, e incluso se ha convertido en un fraude, ya que muchos desaprensivos e incautos no tienen problemas en pagar una cantidad elevada de dinero para que un pícaro que se hace pasar por astrólogo pueda disfrutar de unas buenas vacaciones.
Miguel Ángel Sabadell, un conocido astrofísico español, se pregunta: "¿Por qué el amoniaco de Júpiter puede influir en nuestro carácter y el que tenemos en el armario de la cocina no?" Otro dato curioso: el médico obstetra ejerce una atracción gravitatoria sobre el recién nacido seis veces superior que la que ejerce sobre el mismo el planeta Marte.
Argumentos a los que la astrología es incapaz de responder:
¿Por qué se habla de 12 signos zodiacales, omitiéndose a la constelación de Ofiuco, que también forma parte de la eclíptica?
La supresión del signo de Ofiuco es completamente arbitraria. De hecho, el Sol transita durante 19 días al año por esta constelación (mucho más que los ocho días que pasa en Escorpio), por lo que debería haber 13 constelaciones zodiacales. Por tanto, los nacidos entre el 29 de noviembre y el 17 de diciembre son Ofiuco, no Escorpio ni Sagitario.
¿Por qué los gemelos nacidos con pocos minutos de diferencia, y en el mismo lugar, no siguen casi nunca el mismo destino? Los planetas se encuentran en la misma posición del cielo durante su nacimiento. La astrología es incapaz de pasar este test de los gemelos.
¿Por qué la influencia de los astros tiene lugar durante el momento del nacimiento, y no el día de la fecundación? De hecho, es durante la fecundación cuando se define el código genético de un individuo.
El planeta Urano fue descubierto en 1781, Neptuno en 1846 y Plutón en 1930. ¿Cómo es que estos planetas no ejercían influencia alguna antes de su descubrimiento, y sí son influyentes una vez descubiertos? Además, la astrología no tiene en cuenta a las lunas, los asteroides, los cometas y otros cuerpos celestes del Sistema Solar, algunos de tamaño similar a los planetas más pequeños. Tampoco presta atención a los cuásares, las estrellas de neutrones, las galaxias y otros objetos celestes descubiertos con posterioridad a la época de Ptolomeo.
Las constelaciones y las divisiones entre ellas son asociaciones imaginarias que el ser humano atribuye a las estrellas, y varían en gran medida para diferentes culturas y pueblos. Por ello, es algo disparatado obtener conclusiones de un sistema arbitrario.
La astrología ignora la precesión de los equinoccios sobre la eclíptica, un ciclo con una duración de unos 26.000 años debido al cual el punto Aries retrocede aproximadamente un grado cada 70 años; de este modo, el signo Aries se encuentra actualmente en la constelación de Piscis. Debido a este desfase, mucha gente pertenece a un signo diferente al que cree pertenecer. La astrología también ignora por completo la refracción atmosférica.
Los horóscopos de los diarios, revistas, radio, televisión, Internet, etc., sólo cuentan generalidades o consejos que son válidos para cualquier situación o persona, sea del signo que sea. No hay más que leer un horóscopo para comprobar que sus predicciones están muy poco definidas y que, por ello, pueden ser asignadas a cualquier signo.
¿Por qué las predicciones para un mismo signo y semana difieren tanto entre varios medios? Las "predicciones" son tan contradictorias que se hace evidente que ello se debe a que no tienen ningún fundamento. Son puras invenciones.
¿Por qué tantas veces predicen catástrofes, romances, triunfos deportivos y demás cosas que luego no ocurren? Cuando sucede esto, los astrólogos, adivinadores y demás charlatanes, afirman que se ha producido un error en sus cálculos; el error no es suyo. Hay muchos ejemplos de este tipo, para comprobarlo no se necesita más que recordar algunas predicciones: veremos cómo los astrólogos no aciertan más de lo que dictarían el sentido común y las leyes de probabilidad.