¿Te has encontrado alguna vez con personas cínicas y llenas de amargura?
¿Te has encontrado alguna vez con personas cínicas y llenas de amargura? Yo sí, una infinidad de veces. Día a día contemplo el triste espectáculo que mucha gente ofrece mediante respuestas irónicas, quejas frecuentes y malhumor persistente. Sin ir más lejos, la semana pasada me di cuenta que yo también estaba cayendo en una suerte de "ingratitud". Me vi a mí mismo esmerándome por tratar gentilmente a un sinnúmero de personas, pero "olvidándome" de hacer lo propio con mi familia. Esto me llevó a recomponer mi actitud y a reflexionar en el hecho que muchas veces nos olvidamos de ser agradecidos con aquellos que integran el círculo íntimo de nuestras relaciones interpersonales.