La peli... hasta el momento...
Bueno, así va... traté de acomodarlo lo mejor que se pudo, vean como quedó :D
Capítulo I
En medio de la lúgrebe media noche, todo puede pasar, las redes de ocio y perversión están a flor de piel, es en este escenario en donde empieza nuestra historia.
En una fea oficina del centro de la ciudad, se encuentra un viejo censurador de televisión, muchos con sólo oir su nombre cambian de tema, no les gusta pronunciarlo, pero aquellos que lo conocen suelen llamarle Dones, "El Dones". Después de muchos años prohibiendo musicales de reggaetón en la tele, fue despedido por sus duros ataques al Presidente de la Compañía, un tal Katracho. Muchos años discutieron acerca del reggaetón y un arrebato de enojo e ira Katracho despidió al Dones. Ahora viejo y olvidado, sólo es un simple sicario.
Era media noche y el Dones se encontraba leyendo un viejo libro de Sarte, cuando oyose un golpeteo en la puerta y súbitamente se levantó para ver quién era el cliente. De la oscuridad del pasillo se acerca un bella dama, con una gabardina negra que le cubría todo el cuerpo y sólo dejaban ver unos guantes blancos y un negro sombrero. Se presentó ante el Dones:
-Buenos días
-Buenos días, a que debe su visita?
-Ambos sabemos a que vengo, usted es reconocido por hacer cualquier trabajo por dinero...
-No todo, hay cosas que no entran en mi perfil, pero dígame, que es lo que quiere.
-Sé muy bien que usted fue quien mató a Archi, se reconoce a leguas un buen trabajo.
-Entonces, ¿a quién quiere matar?
-Va usted muy rápido, no lo cree? Le dejo este sobre con toda la información de esa persona, usted vaya y mátela, que paresca un accidente o un arrebato de pasión, lo que usted prefiera.
La dama se alejó con un sensual movimiento de caderas y ante eso cerró la puerta del despacho del Dones, él , intrigado por la misteriosa visita abrió el sobre y miró su contenido, contenía una fotografía y un papel blanco que decía:
"Chica Escorpión, trabaja en la televisora de Katracho, es asistente de Casanova, va al trabajo de 9 a 5 de la tarde, investigue donde vive y recibirá sus primeros $1000 del trato.
Atte. Mahdavikia"
El Dones sonrió y salió a cumplir su negocio.
Al salir a la calle, la brisa golpeó su endurecido rostro. Sacó un cigarro, lo encendió y aspiró el humo con fruición. Mirando la foto que le fuera entregada por la enigmática y sensual pelirroja, dijo para sus adentros:
-Mmm... Prepárate bomboncito. Será un placer poner mis manos en tan fino cuello.
Luego, arrojando al suelo el resto de su cigarro, se dirigió a su viejo y destartalado coche... Como las puertas ni siquiera abrían, miró a todas partes antes de hacer lo que siempre hacía: obligó a su enorme panza a entrar por la ventana (que tampoco cerraba). Pegó dos cables para encender el motor y ante el estruendo ensordecedor y envuelto en más humo que el Vesubio, salió casi como Pedro Picapiedras, sacando los pies por debajo para aumentar su velocidad que era casi nula.
-Con este dinero podré comprarme al fin la guagua de 'Apá' el de los "Hillibillies". ¡Es el sueño de toda mi vida!
Cinco horas después (de un lugar que se encontraba a 35 minutos) se detenía frente a una linda residencia pintada de rosa fuschia, con margaritas y crisantemos que la rodeaban. Sobre el jardín un letrero que rezaba: "No deberían entiendan que yo pueda decirles una vez que fui al mercado dentro de mi bolso negro sugiero yo que no pisen el césped"
-Sin lugar a dudas es aquí- dijo el Dones... y deteniendo el coche una cuadra más arriba; volvió a salir sin parecer sospechoso: sacando su enorme panza por el cristal de su desvencijado cacharro.
Pero "el Dones" no tendría tan fáci el llevar a cabo su misión. Desde hace tiempo la policía tenía sospechas de que alguien trataba de matar a chica escorpion, y una pareja de incógnito formada por Cristal del mar y elreydel mundo vigilaba las 24 horas del día la residencia de chica escorpión.
¡Ese es el Donés!, un implacable asesino, frío como el hielo y sanguinario, dijo Cristal del mar.
Entonces elreydelmundo y cristal del mar se acercaron sigilosamente.
Los agentes especiales Rey del Mundo y Cristal del Mar, daban vigilancia día y noche a la chica. ¡Nadie imagina lo que tuvieron que soportar! Pero al fin, ese día... ¡El Dones!. El asesino más escurridizo de toda la nación. No sólo había dado "chicharrón" al Archi, si no que se sospechaba que Diácono fue estrangulado por él. Era sólo una ligera sospecha, ya que la estrangulación había sido con una correa. En el cuello de Diácono estaban marcadas las palabras "El Dones. ¡Viva México!". El caso era sumamente difícil, con tan pocas y nada claras pruebas. Pero igual se le seguían de cerca los pasos.
-Cristal, alerta. El hombre es casi nuestro.- le avisó el Rey del Mundo a su compañera, que estaba demasiado ocupada con una hamburguesa.
-¡Ok, teniente! Sólo deje que me arregle un poco. Vendrá la prensa luego, usted sabe... Y dicho esto, comenzó a pintarse los labios.
-¡Cristal, vamos! Ya El Dones va a entrar a la casa rosa fuschia...
-¿Qué tal este color? ¿Me queda? - contestó Cristal mirándose al espejo del coche.
Molesto y contrariado, el Rey tomó a Cristal bruscamente del brazo y a toda prisa se dirigió a la residencia.
Lo que no alcanzaron a ver los agentes, es que la sensual pelirroja Mahdavikia, estaba observando todo tras unos arbustos frente a la acera opuesta. De repente abrió lo que parecía un estuche de violín, y sin ningún miramiento, abrió fuego contra los dos agentes que ya se disponían a entrar a la residencia.
-¡Al suelo, compañera! - gritó Rey del Mundo. Mientras una nueva ráfaga rompía el silencio de la noche...
_Un 40-56 en la Avenida NO ENTIENDO NADA... ¡Manden refuerzos de inmediato! ¿Se escuchó bonita mi voz, operadora? ¡Dígame con sinceridad!- exclamaba Cristal por su radio...
Arrastrándose por el suelo y con su habilidad y experiencia de tantos años en la uniformada, Rey del Mundo había conseguido ponerse a salvo y también a su compañera Cristal del aluvión de balas que se les venía encima. Por la parte trasera vieron una sombra rechoncha que arrastraba a alguien consigo.
-¡Dones! ¡No te saldrás con la tuya esta vez! ¡No digas nada, Chica Escorpión! ¡No vendas los secretos oscuros de Katracho y su gran emporio! ¡Resiste! ¡No hables de lo que obligó a hacer a Daddy Yankee para que cantara La Gasolina!
Chica Escorpión gritaba histérica. Dones la arrastraba consigo. Mahdavikia se les unió, ayudando a forzar a la chica.
-Escapemos en mi auto- le dijo Mah al Dones- ni volviendo a nacer me montaría en "eso".
En su elegante Cadillac escaparon Mahdavikia y Dones, dejando atrás la confusa casa de Chica Escorpión. Mah quedó biendo fijamente a Dones y le dice con una voz muy sensual:
-Fallaste Dones, nunca lo pensé de tí- él enojado le contesta
-Fue culpa de ese maldito español y de esa portorriqueña, ellos se entrometen en mi vida
-Mira Dones, debes saber que Mahdavikia no da muchas oportunidades, pero necesito que elimines a Chica Escorpión y logres averiguar todos los secretos de Katracho-Los dos se fueron y después de media hora de plática Mah deja a Dones en su viejo despacho, él sube y pone en un modular un viejo disco de Heroes del Silencio, prende un puro y se reclina en su sillón.
Estuvo así dos horas hasta que tocaron la puerta de su oficina, él extaldo se queda pensando:
-¿Pero a quién coño se le ocurre venir a las 3:00 am?- Y como aparente respuesta grita un tipo
-Dones, abre esa puerta, necesitamos hablar contigo.
Él se levanta y va hacia la puerta, dos tipos vestidos de negro lo miran y se le acerca:
-Dones, sabemos que estás trabajando para Mahdavikia, y que estás tras de Chica Escorpión, también sabemos lo de Archi, lo sabemos todo...
-Pero quién coño son ustedes?
-Yo soy Nantes y mi compañero es Daddyman
-Y por qué coño no dice nada?
-No habla español, sólo inglés.
-Vaya, me lo supuse, eres el tipo de la sonrisa verde. Pero a todo esto, a qué vienen?
-Somos enemigos de Katracho, en los 69 nos quitó nuestra televisora y fue él que empezó con su reggaetón, por eso lo queremos fuera del negocio, te pagaremos lo que sea.
-Pero deben saber que el español y la portorriqueña me siguen el paso.
-Lo sabemos perfectamente, nosotros nos encargamos de ellos.
-Está bien, nos reuniremos con Mah en la Cúpula Roja mañana a las 1030 horas... capice??
-Más que el agua- Enseguida se fueron los dos hombres y Dones se fue hacia su sillón, prendió otro puro y dijo a si mismo:
-Pobres tontos, no saben en lo que se meten- Y una sonrisa llena de humo acompañó a su frase.
En otra parte de la ciudad Mahdavikia se encontraba charlando con otro cómplice.
Mahdavikia dejó a Dones en su despacho y se dirigió a un bar en las afueras de la ciudad, no sin verificar que nadie la siguiese.
Una vez que llegó al estacionamiento del bar, recogió su cabello, se puso unos lentes oscuros y un sombrero antes de bajar del auto. Abrió aquellas viejas puertas de madera y bastó que girara hacia el cantinero y bajara un poco sus lentes para que éste le indicara una mesa. Mahdavikia se dirigió al rincón más oscuro del bar, una mesa un poco más limpia que las demás, pero igual de sucia. Se sentó en un sillón viejo de terciopelo rojo y esperó pacientemente mientras cantaba como loca. Una sombra se acercó y al estar a un metro de ella y sentarse en la vieja silla vacía al otro lado de la mesa, se quitó su sombrero y dejó ver aquella mirada de asesino.
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