... si hemos llegado al fondo no queda más que subir ...
... la humanidad es una pretensión de si misma, y boga por el universo en un sistema planetario que va en una dirección definida, pero los terrícolas después de haber acumulado un impresionante currículo de portentos y conocimientos, no se han puesto de acuerdo aún en el enigma ontológico de su linaje, ni la dirección de la brújula de su devenir, más bien, como si la inducción de un mundo que gira inmutable los hubiese conformado una existencia cíclica se les puede ver con la conciencia comprimida hacia su afán más básico: la subsistencia diaria;
...no importa cuanto se optimicen los medios y capacidades para la felicidad y la productividad, un sin fin de miserias nos hace recordar que nos falta algo, un elemento primordial que nos provea por lo menos una esperanza común capaz de disipar nuestras incertidumbres y neutralizar a los radicales que han optado por convertirse en los verdugos de las personas, que solo desean paz, seguridad y una esperanza factible para la progenie, por lo que es justo reencauzar la búsqueda de ese “algo” que talvez de alguna manera hemos llegado a tener referencia, aunque mezquinamente, o seguro que maquiavélicas mentes han mantenido desfigurado, relegado al olvido y menosprecio, o en su mejor caso, reducido a una “cosa” que indiferente a nuestras más acuciantes necesidades, nos añade imposiciones religiosas contraponiendo nuestra naturaleza humana con nuestra conciencia, ahogándonos en condicionamientos cuyo propósito no tiene la menor intención de trasponer al hombre a un estado más satisfactorio.
... Pero no es tan simple, pues es necesario establecer un marco teórico que considere las cosas en el todo de la realidad, pues hasta hoy la falsa ciencia y diversas ideologías, han segmentado con premeditado sectarismo e intereses de poder la verdad de las cosas, solo mostrando aquello que concierne a la manipulación e nuestras necesidades e ideales de supervivencia, por ello debemos mirar desde un punto en el espacio tiempo, que esté por encima de todas las cosas, en un supremo esfuerzo abstrayéndonos más halla del universo y el tiempo, y esto no debe ser confundido con un empeño metafísico o enajenación del ser pleno, sino en tomar ciertos asuntos y definir la razón de ser y el propósito de cada uno tomando como base al libro de los libros.
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