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Ver la Versión Completa : HISTORIA REYES MAGOS, ORIGEn Y EVOLUCIÓN DE LOS REYES



Loma_P
10-dic.-2023, 02:09
https://www.youtube.com/watch?v=Y9EBJopaRRM

Loma_P
30-dic.-2023, 00:15
https://www.youtube.com/watch?v=2lMxJZer6uw

Loma_P
23-feb.-2024, 23:41
https://www.youtube.com/watch?v=pLUBkAyAjKY

Loma_P
24-feb.-2024, 23:15
https://www.youtube.com/watch?v=Q-mdj-mNL3I

Loma_P
25-feb.-2024, 21:47
https://www.youtube.com/watch?v=MBSKzrdVc9Y

Loma_P
28-feb.-2024, 01:18
https://www.youtube.com/watch?v=muHprlRl9GM

Loma_P
28-feb.-2024, 23:21
https://www.youtube.com/watch?v=s64Ux57MAFc

Jandulilay
04-mar.-2024, 05:40
LA EDAD MEDIA PUSO NOMBRE A LOS TRES REYES

A pesar de las respuestas que se puedan encontrar en la Biblia,el origen de los Reyes Magos tal como los conocemos en la actualidad tiene su origen en una larga tradición medieval que los "bautizó" con los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar.

En España, y gracias a los testimonios escritos y artísticos que se guardan en la Biblioteca Nacional de España, somos testigos del nacimiento de esta leyenda a lo largo de los siglos, en concreto en una de las piezas más excepcionales de la literatura española del sigo XII, el llamadoAuto de los Reyes Magos, una obra fundamental en la historia de la literatura española por ser el texto teatral más antiguo que se conserva en lengua castellana. En dicha obra aparecen Melchor, Gaspar y Baltasar, pero no son definidos como "reyes", sino como steleros, es decir, astrólogos.

Los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar aparecieron por primera vez en el famoso mosaico del siglo VI en la basílica de San Apolinar el Nuevo en la ciudad italiana de Ravena. Según un manuscrito del siglo XIII, se creía que los Magos podían proteger contra la epilepsia, y bastaba con rezar una breve oración al oído de un enfermo pronunciando el nombre de los tres Reyes para curarlo. En algunos puntos de Europa, el día 6 de enero se inscribían sus iniciales, GBM, en todas las puertas de las casas y en los establos para salvaguardar a las personas y a los animales contra el ataque de demonios y brujas.

La adoración de los Reyes fue un motivo pictórico que alcanzó su máximo esplendor durante el Renacimiento. Grandes maestros como Masaccio, Fra Angelico, Gozzoli o Botticelli, en Italia; Van der Weyden, Memling, El Bosco y Rubens, en Flandes, y El Greco, Velázquez y otros, en España, recrearon la famosa escena. La imagen era siempre la misma en la tradición cristiana: tres reyes vestidos con áureos trajes y acompañados de exóticos séquitos, arrodillados en un humilde establo de Belén.

Toda esa información que aportas la apoyo

Loma_P
05-mar.-2024, 03:58
https://www.youtube.com/watch?v=nQoiMovYt0k&t=18s

Loma_P
09-mar.-2024, 22:34
No tres, sino cuatro Reyes Magos

En la versión que todos conocemos Melchor, Gaspar y Baltasar fueron los tres magos que rindieron tributo a Jesús. Sin embargo, un relato de hace medio siglo indica que habría existido un cuarto rey mago que no llegó a su destino.

Escrito a finales del siglo XIX, el relato del estadounidense Henry Van Dyke narra la historia de Artabán, quien habría dedicado 30 años de su vida a buscar al Mesías para darle tres preciosas joyas: un zafiro, un rubí y una perla, que no pudo ofrecerle el día de su nacimiento. Y es que este cuarto personaje se habría desorientado cuando iba solo hacia hacia la ciudad de Belén, según una teoría elaborada por el especialista Mark Kidger, del Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESAC).

En su investigación, publicada en la revista Astronomía, Kidger considera que Arbatán, quien iba por su cuenta a Belén, pudo perder el punto de referencia porque una semana antes del nacimiento de Jesús la luna estuvo en conjunción con la estrella nova que seguía y se perdió la luz. A diferencia de él, Melchor, Gaspar y Baltasar, partieron antes guiados por la gran estrella de Navidad.


Por su parte, en los textos bíblicos, el único que habla de estos personajes es Mateo, quien les dedicó “tres líneas” para decir que “eran varios magos, visitaron a Herodes y adoraron al niño Jesús ofreciéndole presentes”, sin embargo, nunca especificó cuántos eran. Fue así que su número osciló entre los dos representados en las catacumbas de Roma y los doce de las tradiciones sirias y armenias, aunque se establecieron tres a razón del número de ofrendas.

¿De verdad eran reyes?

El Evangelio según Mateo no los señala como reyes, sino como “magos”, en referencia a personas sabias. En consecuencia, el uso de esta palabra sería una mala traducción de la palabra árabe “magusáioi”, que se usaba para nombrar a las personas que eran astrólogos seguidores de Zaratrustra, quien reunía una serie de talentos mágicos, astrológicos y adivinatorios en el antiguo mundo persa.

Hasta el siglo II habían sido considerados magos en el sentido de sabios astrólogos y representados “con el gorro frigio de los sacerdotes del dios persa Mitra”. Pero en el siglo III, el teólogo Tertuliano usó por primera vez el calificativo de rey para evitar el significado peyorativo que el concepto de “magia” había adquirido para la Iglesia.

Nombres y regiones de las que provenían

En el Evangelio Armenio de la infancia de Jesús, considerado apócrifo y no reconocido por la Iglesia católica, se habla de Melkon de Persia, Gaspar de la India y Baltasar de Arabia. Basado en este texto, fue en el siglo VII cuando San Beda el Venerable describió a los magos con la imagen que se conserva hasta hoy: Melchor el más viejo y el que portaba el oro, Gaspar el de mediana edad con incienso y el joven Baltasar con mirra.


Posteriormente, en el siglo XV la iconografía cristiana los representó encarnando a las tres razas conocidas en la Edad Media: Melchor personificando a Europa (un anciano de raza blanca), Gaspar a Asia (adulto de rasgos orientales) y Baltasar a África (joven y negro).

De acuerdo con el historiador italiano Franco Cardini, autor del libro Los Reyes Magos, historia y Leyenda, estos personajes acabaron convirtiéndose en “un símbolo de todos los paganos que se convierten al cristianismo sin pasar por la tradición judía”.


“Los tres Magos son los representantes de todos los pueblos de la Tierra y cada uno de ellos se convierte en rey de uno de los tres continentes conocidos y en encarnación de las razas humanas: hay un europeo, un asiático y un africano”, explicó el historiador.

La carta en el zapato

La leyenda cuenta que dos compañeros de juegos de Jesús, al verlo siempre descalzo, le regalaron sus propios zapatos, que dejaron un día por la noche en la ventana de su casa. Al día siguiente, su calzado apareció de vuelta lleno de regalos en recompensa a su bondad.


Otra tradición explica que el motivo para colocar los zapatos en víspera de la llegada de los Reyes Magos, es para que ellos puedan conocer el número de personas que habitan en la casa, y por el tamaño del zapato, el tipo de regalo que deben dejar.

Una versión similar alude a que cada miembro de la familia debe dejar un zapato viejo con pasto para que los camellos en los que viajan los magos se alimenten. Estos deben colocarse a una distancia prudente para que los animales alcancen la comida a través de una ventana o algún otro lugar abierto. En recompensa, los magos dejarán un regalo.


Y hablando de animales, aunque se dice que era un dromedario, un caballo y un elefante, la historia señala que Melchor, Gaspar y Baltasar usaban camellos para seguir la estrella a Belén. Una vez cumplido su propósito, tardaron en volver a sus reinos 13 años, pues la estrella que los guiaba había desaparecido.

Loma_P
13-mar.-2024, 00:00
Martirizados

De forma independiente al momento exacto en el que nació su leyenda, cabe destacar que la tradición ha dado también un cruel final a los Reyes Magos. Según la creencia popular, nuestros protagonistas fueron bautizados por Santo Tomás y comenzaron a predicar el Evangelio por la India.

Según Juan de Hildesheim (« El libro de los Reyes Magos») «consagró obispos a los tres Reyes y ellos, a su vez, eligieron entre las gentes del pueblo a personas sin mancha y las ordenaron obispos y sacerdotes». Estos, posteriormente, peregrinaron por multitud de pueblos. Algo que les causó no pocos problemas hasta que, finalmente, acabaron muriendo martirizados.

Tras la tortura (fechada por algunos autores en el año 70 d.C.) sus cuerpos fueron enterrados en el mismo sarcófago, lo que podría sugerir que eran familiares. En todo caso, la leyenda afirma que santa Elena (la misma que halló la Vera Cruz) se llevó sus restos hasta Constantinopla en el siglo IV.

Así, hasta que fueron llevados a Milán. A partir de aquí se les habría perdido la pista, pues se cuenta que -cuando el emperador Federico Barbarroja asedió la ciudad en 1162- los huesos fueron llevados hasta Colonia. Comenzaron su viaje en 1164 y, poco después, se edificó una iglesia en la región en su honor. En ella, a día de hoy, permanece su relicario.

El «nuevo» rey negro

Como última curiosidad relacionada con los Reyes Magos, cabe destacar que a Baltasar no se le representó como un rey de tez negra hasta el siglo XV. Antes, y tal y como señala Omar López Mato en su obra, fueron mostrados con aspecto occidental y considerados como los descendientes de Noé.

«La figura del rey negro sólo se volvió habitual a finales de la Edad Media, y se impone a lo largo del siglo XV»
Azanza corrobora esta idea en su dossier: «En los albores del cristianismo, a los tres magos se les representaba como de una misma raza, tenían el mismo tipo e iban vestidos con el característico traje persa: bonete frigio y estrechos pantalones con faldilla».

Sin embargo, a partir del siglo XV todo cambió. «Con la intención de simbolizar la universalidad del cristianismo, se diferenciaron e individualizaron; de esta manera, cada uno adquiere rasgos propios que los asocia con las tres edades de la vida y con las tres partes del mundo entonces conocidas: Europa, Asia y África. ¿En qué momento aparece el rey negro en el arte cristiano? Aunque pueden considerarse algunos antecedentes aislados, la Edad Media ignora esta referencia condicionada por el rechazo al color negro que pasaba por ser el del demonio y el infierno. La figura del rey negro sólo se volvió habitual a finales de la Edad Media, y se impone a lo largo del siglo XV, tanto por el gusto creciente por lo exótico, como por las razones simbólicas indicadas».

Loma_P
15-mar.-2024, 21:08
https://www.youtube.com/watch?v=LmVSj-zpteo

Loma_P
20-mar.-2024, 23:39
Todas las religiones son un fraude. Ahora bien, de todos los fraudes, el cristianismo es el más grande por ser el de mayor envergadura.

Pero más fraude es cuando los propios representantes no creen en Dios. He aquí una frase de León X en una carta dirigida al Cardenal Bembo en el siglo XVI:

" De tiempos inmemoriales, cuánto beneficio nos ha proporcionado esa fábula de Jesucristo"

En un muy apretado resumen:

1º Cierta propensión humana al pensamiento mágico.

2º Ignorancia y saber poco y mal y saber en forma insuficiente.

3º Temor

Estas tres primeras intentan explicar el “porque” del individuo y a nivel social tenemos:

1º Su asociación con el poder a poco de nacer, es decir al configurar un poder asociado al mayor imperio de esa época. De ahí en más, el cristianismo siempre se unió al poder político imperante sin distingos. (La política y sus dogmas, es prima hermana de las religiones). Esa asociación la torno muy importante en Occidente.

2º La colonización por parte de las potencias europeas que diseminó misioneros por doquier y empujó de todas formas -buenas y malas- a los nativos para adoptar esta religión. (Sucedió igual con la esclavitud, algo completamente aceptado por “la religión del amor” hasta hace muy poco):

3º La forma de adoctrinamiento y captación, desde el abuso parental desde el nacimiento (recordemos que todos los seres humanos venimos al mundo sin dioses ni dogmas y somos literalmente “arrojados a las ideas religiosas”). Luego vamos atravesando (en países de mayoría cristiana) por toda clase de presiones del entorno familiar, grupal, barrial comunal, social.

Loma_P
22-mar.-2024, 05:02
https://www.youtube.com/watch?v=YrT66PC3t0k

Loma_P
25-mar.-2024, 04:20
https://www.youtube.com/watch?v=bED8tyqUcN4

Loma_P
30-mar.-2024, 00:07
National Geographic cuenta sobre los Reyes Magos que la única alusión que hay sobre ellos está en el Evangelio de San Mateo. En este, se menciona a unos "magos", pero no aparecen nombres, aunque sí se cuenta que ellos llegaron del Oriente, guiados por una estrella, al lugar donde estaba el recién nacido rey de los judíos.

Otro dato compartido por dicho medio es que los magos aparecen también en los Evangelios Apócrifos, donde los "magos" se interpretan como sinónimos de astrólogos, sabios que podían leer las estrellas y predecir acontecimientos. De ahí su título.

Fue en el siglo III d. C. cuando se estableció que pudieran ser reyes, ya que hasta entonces, por sus regalos y las iconografías que los representaban, tan solo se consideraba que eran personas pudientes. Fue también en ese siglo cuando se estableció su número en tres, uno por regalo, ya que hasta entonces había dibujos con dos, tres o cuatro magos, e incluso la Iglesia ortodoxa siria y la Iglesia apostólica armenia aseguraban que eran doce, como los apóstoles y las doce tribus de Israel.

Los nombres actuales de los tres reyes magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, aparecen por primera vez en el conocido mosaico de San Apolinar el Nuevo (Rávena) que data del siglo vi d. C., en el que se distingue a los tres magos ataviados al modo persa con sus nombres escritos encima y representando distintas edades. Aún tendrían que pasar varios siglos, hasta el siglo XV d. C., para que el rey Baltasar aparezca con la tez negra y los tres reyes, además de representar las edades, representen las tres razas de la Edad Media. Melchor encarnará a los europeos, Gaspar a los asiáticos y Baltasar a los africanos.

Otro montaje más.

Loma_P
03-abr.-2024, 00:25
https://www.youtube.com/watch?v=-SpaqaSJ8rE

Loma_P
04-abr.-2024, 23:40
LA EDAD MEDIA PUSO NOMBRE A LOS TRES REYES

A pesar de las respuestas que se puedan encontrar en la Biblia,el origen de los Reyes Magos tal como los conocemos en la actualidad tiene su origen en una larga tradición medieval que los "bautizó" con los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar.

En España, y gracias a los testimonios escritos y artísticos que se guardan en la Biblioteca Nacional de España, somos testigos del nacimiento de esta leyenda a lo largo de los siglos, en concreto en una de las piezas más excepcionales de la literatura española del sigo XII, el llamadoAuto de los Reyes Magos, una obra fundamental en la historia de la literatura española por ser el texto teatral más antiguo que se conserva en lengua castellana. En dicha obra aparecen Melchor, Gaspar y Baltasar, pero no son definidos como "reyes", sino como steleros, es decir, astrólogos.

Los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar aparecieron por primera vez en el famoso mosaico del siglo VI en la basílica de San Apolinar el Nuevo en la ciudad italiana de Ravena. Según un manuscrito del siglo XIII, se creía que los Magos podían proteger contra la epilepsia, y bastaba con rezar una breve oración al oído de un enfermo pronunciando el nombre de los tres Reyes para curarlo. En algunos puntos de Europa, el día 6 de enero se inscribían sus iniciales, GBM, en todas las puertas de las casas y en los establos para salvaguardar a las personas y a los animales contra el ataque de demonios y brujas.

La adoración de los Reyes fue un motivo pictórico que alcanzó su máximo esplendor durante el Renacimiento. Grandes maestros como Masaccio, Fra Angelico, Gozzoli o Botticelli, en Italia; Van der Weyden, Memling, El Bosco y Rubens, en Flandes, y El Greco, Velázquez y otros, en España, recrearon la famosa escena. La imagen era siempre la misma en la tradición cristiana: tres reyes vestidos con áureos trajes y acompañados de exóticos séquitos, arrodillados en un humilde establo de Belén.

Loma_P
06-abr.-2024, 22:20
https://www.youtube.com/watch?v=J9YM4zEGQTU

Loma_P
22-abr.-2024, 01:46
La Biblia, tal y como la conocemos, fue recopilada por primera vez en la historia en el siglo III antes de Cristo, cuando setenta sabios judíos fueron invitados por el rey Ptolomeo II a acudir a Alejandría para aportar a la famosa biblioteca la historia del pueblo de Israel (lo que hoy llamamos el Antiguo Testamento). Durante meses, pusieron por escrito la memoria de miles de años del pueblo de Israel, desde Adán, hasta Moisés, incluyendo los libros históricos, sapienciales y proféticos.

Su trabajo se tradujo del arameo y hebreo antiguos al griego. Así nació la llamada Biblia de los Setenta o Alejandrina (también Septuaginta), en la que se basa el texto cristiano actual.

Una recopilación hebrea de la historia de pueblo de Israel, llamado texto masorético ('tradición', en hebreo), se hizo en el siglo IX DC. Es la versión hebraica que no incluye el Nuevo Testamento.

El Nuevo Testamento y la recopilación de los Evangelios que retrataron la vida de Jesús, tuvo numerosas fuentes y autores. El papiro más antiguo del Nuevo Testamento es un fragmento de Juan que data de los años 125-130 d.C.

Sin rastro físico

De aquellos originales de la Biblia alejandrina, al igual que los textos de los filósofos griegos presocráticos, no hay ningún rastro físico. Todo aquello se esfumó debido a los saqueos e incendios de la legendaria biblioteca, pero también debido a su débil soporte de transmisión: el papiro, la vitela y el cuero, no resisten el paso del tiempo. Lo mismo sucedió a los escritos evangélicos

¿Cómo sobrevivió ese conocimiento?

Durante años, se han hecho miles y miles de copias de copias. Sin embargo, eso produjo una duda hermenéutica: "Los textos antiguos fueron copiados por batallones de escribas, frecuentemente en los monasterios, y sufrieron numerosas afrentas que van desde la simple falta de ortografía o de atención del copista, hasta la correccción doctrinal y voluntaria", afirman Roselyne Dupont-Roc y Philippe Mercier enLos manuscritos de la Biblia (Ed. Verbo Divino). Como cada copia siempre tenía algún error de interpretación o de transcripción, la paleografía cristiana se ha esmerado en comparar copias con otras copias para recomponer un texto lo más parecido al original.

¿Se había hecho un buen trabajo o había pasajes falsos o equívocos? ¿Estaban los cristianos de todo el mundo confiando en unos textos erróneos?

Los manuscritos del mar Muerto

Cuando dos pastores beduinos penetraron por error en 1947 en una cueva en busca de una cabra perdida, y descubrieron antiguos rollos encerrados en vasijas, se desató una de las disputas paleográficas más fascinantes de la historia.

Esos rollos contenían extractos o pasajes enteros de los libros de la Biblia. Se les denominó los rollos del Mar Muerto. Procedían del año 150 a.C hasta el 70 d.C. Muy pronto surgieron teorías curiosas sobre su contenido: unos afirmaban que esos textos daban una vuelta a los Textos Sagrados, los cuales habían sido deformados a lo largo de los siglos por la historiografía cristiana.

Otros, añadieron que la Iglesia no quería dar a conocer su contenido pues contenían reveladoras contradicciones sobre Jesús. Los hubo que dijeron que era el mejor testimonio del Nuevo Testamento, y hasta que Jesús formó parte de la comunidad de los esenios, la secta enigmática que había escrito y guardado esos textos en vasijas.

Nada de eso es verdad.

Los textos hallados en las cuevas de Qumrán, a orillas del Mar Muerto, son fragmentos procedentes de unos 800 manuscritos que, en su origen, se presentaron en forma de rollos. Muchos de esos manuscritos son copias de copias, pues en la antigüedad, el papiro era desgraciadamente, la forma más popular de transmitir el saber. Y el papiro se deteriora fácilmente.

Antiguo Testamento

¿Qué contenían entonces? En parte son textos bíblicos, del Antiguo Testamento, y en parte son textos religiosos no bíblicos de diverso signo, como reglas morales y legales. Existen unos 200 manuscritos bíblicos entre los que se encuentran 32 copias del Libro de los Salmos, 28 copias del Deuteronomio, 21 copias del Libro de Isaías, citas ínfimas (los teffilim, o pequeñas tiras de cuero), con citas del Éxodo y del Deuteronomio, tiras que se ponían en un estuche y que se llevaban en el brazo o sobre la cabeza.

Los manuscritos esenios permitieron completar algunos pasajes oscuros de las Sagradas Escrituras, pero no descubrieron nada realmente fascinante, a pesar de que se trató de uno de los hallazgos arqueológicos más importantes del siglo XX.

Reconstrucción exacta

Al cotejarse los manuscritos de Qumrán con las versiones modernas de la Biblia, muchos exegetas y paleógrafos respiraron tranquilos al comprobar que la historiografía cristiana, después de todo, había trabajado con enorme exactitud: había logrado componer unos escritos sagrados bastante certeros.

Los manuscritos de Qumrán demostraron que el trabajo de los doxógrafos y paleógrafos cristianos fue serio y atinado durante siglos, y que en Qumrán solo había textos del Antiguo Testamento.

Y a pesar de que, más recientemente, el padre Josep O'Callahan, (experto papirólogo), vio en algunos de estos trozos de Qumrán pequeñas frases del Nuevo Testamento, un examen más profundo constató que la vida de Jesús no estaba recogida en los manuscritos.

¿Quiénes eran estos esenios?

Según se desprende del texto referido a la Regla de la Comunidad, los esenios eran un grupo judío "fuertemente estructurado, con su propia jerarquía y sus funcionarios, cuyos miembros ponían en común todos sus bienes, participaban en comidas comunitarias, y se hallaban sometidos a una disciplina muy estricta, con penas y castigos para cualquier transgresión", comenta Florentino García Márquez en la reseña 'Los manuscritos de Qumrán'. En suma, un grupo de judíos conviviendo hace más de dos mil años bajo mismas reglas que los kibutz del siglo XX.

¿Por qué se habían retirado al desierto, imitando al profeta Isaías? Según se desprende de otro texto encontrado en Qumrán, (la Regla de la Guerra), se llamaban a sí mismos Los Hijos de la Luz, se habían retirado para purificarse, y esperaban volver a Jerusalén "al final de los tiempos", después de haber vencido a Los Hijos de las Tinieblas.


Los textos del Mar Muerto son públicos desde 1991, cuando las autoridades arqueológicas de Israel (que controlan el acceso a los documentos desde la Guerra de los Seis Días en 1967), permitieron la libre consulta a todos los documentos. Desde esa fecha, se han ido fotografiando, y desde hace pocos años, se podían consultar en internet en este formato. Pero ahora, con Google, se pueden consultar de una forma mucho más cómoda: digitalizados. Y además, Google Maps aporta la localización exacta de aquellos manuscritos.

¿Y la vida de Jesús?

Aunque parezca increíble, reunir las partes del Nuevo Testamento fue una tarea incluso más ardua para los eruditos. Tras la muerte de Jesús, en la primera mitad del siglo I, sus milagros y obras fueron pasando de boca en boca hasta extenderse por todo el Mediterráneo. En la segunda mitad del siglo I había decenas de versiones: en siríaco, en copto, en latín, en griego culto, en armenio.... Algunas coincidían. Otras no.

El caso es que a medida que pasaba el tiempo, aumentaba el número de versiones. Cuanto más famoso era Jesús, y más se extendía el cristianismo por el mundo, más difícil era encontrar 'la versión' fiable de su vida.

En el 370 se elaboró una lista que contenía cuatro evangelios creíbles, además de epístolas o cartas de San Pablo, hechos de Apóstoles y el Apocalipsis de San Juan. En un concilio celebrado en 397 después de Cristo fueron consagrados después de cotejar unos con otros, y descartar varias versiones.

- El evangelio de San Mateo es el más directo pues Mateo fue uno de los discípulos de Jesús, a quien fue encomendada una misión de apostolado por el mundo.

- San Marcos y San Lucas no conocieron a Jesús pero oyeron de él por los relatos de San Pablo. Eran sus discípulos.

- Por último, está el evangelio de San Juan, el más joven de los discípulos. Este evangelio diferente a los otros tres en su redacción y en su estilo.

Ahora bien, estos evangelios pudieron haber sido escritos por ellos, o por comunidades de fieles que recogieron estas versiones y las compilaron entre el siglo I y el III. Luego, esas versiones fueron copiadas centenares de veces hasta que los concilios las consagraron.

¿Y dónde están los manuscritos?

Los eruditos de hoy calculan que hay a su disposición hasta 150.000 manuscritos antiguos. Pero dentro de esa marabunta de manuscritos, se ha determinado cuáles son los más fiables.

Son manuscritos se hallan hoy en el Vaticano, en San Petersburgo, en París, en Cambridge... De alguno solo hay pequeños trozos que han tenido que ser complementados con versiones posteriores.

El manuscrito más antiguo y completo del Nuevo Testamento es el Codex Sinaiticus, conservado en la Biblioteca Británica de Londres. Está escrito en griego uncial (un tipo de letra mayúscula), y data del 330-350 después de Cristo.

Pero si hablamos de trozos sueltos, el más antiguo procede del 125-130 después de Cristo, se llama el papiro Rylands y procede del evangelio de San Juan. Está escrito por ambas caras y se conserva en la Biblioteca Rylands de Manchester.

Cada año, aparecen nuevos 'trozos' del Nuevo o del Antiguo Testamento, y entonces se desata una pelea para saber si es copia fiel, o si es una versión mal trabajada.

El último texto apareció en 2012 y provocó un pequeño revuelo en marzo de 2014, cuando fue dado por cierto por la Harvard Theological Review. Se trata de un pequeño pasaje del Nuevo Testamento datado entre el VI y el IX d.C. y que expone esta frase: "Jesús les dijo: mi esposa...".

Nadie duda ya de sus falsedad.

Loma_P
23-abr.-2024, 06:12
https://www.youtube.com/watch?v=oTFD3mmcTXo

Loma_P
25-abr.-2024, 08:41
https://www.youtube.com/watch?v=aXejupeAOlQ

Loma_P
27-abr.-2024, 14:21
https://www.youtube.com/watch?v=Y9EBJopaRRM

Loma_P
29-abr.-2024, 22:24
Mil años de mentiras históricas: la verdad escondida tras el origen de los Reyes Magos

El mito, que nació con el apóstol Mateo, no hacía referencia ni el número, ni el nombre, ni los poderes de Sus Majestades

El mito

El origen de la leyenda de los Reyes Magos se halla en la Biblia. Su artífice fue, para ser más exactos, San Mateo. El apóstol fue el único de los autores del libro sagrado que dejó constancia de la existencia de estos personajes en las crónicas. En sus textos afirma que, después de que Jesús naciera en Belén, «vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle». No señalaba ni el número concreto de Sus Majestades, ni su raza. Esos fueron flecos que se cortaron muchos siglos después, a golpe de leyenda.


La cuestión les llevó hasta Herodes, monarca del país. Mateo determina que, al percatarse del anuncio, «el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo». La respuesta de todos fue unánime: en Belén, pues así lo decía la profecía. El líder tendió entonces una trampa a los magos: les envió a la ciudad y les pidió que averiguasen todo lo que pudiesen acerca del niño, pues él quería adorarle también. «Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño».

Tras entrar en la casa en la que había nacido el pequeño, los monarcas se postraron, le adoraron y le entregaron los tesoros que portaban. «Le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra», añade el apóstol. Luego se marcharon, pero no cumplieron su promesa de avisar al rey tras ser advertidos en sueños por un poder superior de lo que este pretendía. «Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino», completa Mateo. Esta es la información que daría lugar a la llegada de Sus Majestades a todas nuestras casas en la noche del 5 de enero. Una tradición que ha ido evolucionando con el paso de los siglos debido, entre otras cosas, a las mil versiones existentes.

Dudas y más dudas

Poco más se escribió sobre los Reyes Magos en el libro santo. A partir de aquí nacen las dudas. ¿De dónde sale el número tres? El establecimiento de este mito se lo debemos al 'Liber Pontificalis', una recopilación fechada en el siglo IX de varias historias y leyendas relacionadas con la religión cristiana. La cifra, basada en las creencias populares, fue oportuna y nació debido al número de regalos citados por el apóstol. Todo ello, sumado a la relación que tenía el número con la Santísima Trinidad. Así lo afirma el investigador histórico Omar López Mato en su obra 'A su imagen y semejanza. La historia de Cristo a través del arte'.

El historiador José Javier Azanza López ofrece en su dossier '¡Ya vienen los Reyes! Historia, leyenda y arte en torno a los Magos de Oriente' una nueva visión del origen de la cifra. Según él, la cifra vendría del siglo III: «En cuanto a su número, si bien existen versiones que recogen entre dos y sesenta magos, en el siglo III el teólogo Orígenes indicó que los Reyes Magos eran tres, número que acabó por imponerse atendiendo a razones bíblicas, litúrgicas y simbólicas, y que fue confirmado por la Iglesia en el siglo V mediante una declaración del Papa León I el Magno en sus Sermones para la Epifanía».

Una controversia similar existe con el nombre de Sus Majestades. Estos se popularizaron el siglo IX también gracias al 'Liber pontificalis'. En dicha obra, se estableció que eran Melchor («Melchior»), Baltazar («Bithisarca») y Gaspar («Gathaspa»). No obstante, Azanza afirma que ya habían sido nombrados de esta forma antes: «Los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar aparecieron por primera vez en el Evangelio Armenio de la Infancia del siglo IV; pero no serán aceptados definitivamente hasta su inclusión en el 'Liber Pontificalis', fechado a mediados del siglo IX».

Otra de las controversias que se han generado es si, en su momento, fueron considerados magos por parte de Mateo. Joao Scognamiglio , autor de 'Lo inédito sobre los evangelios', afirma en su obra que «el nombre magos no debe ser entendido con las connotaciones de nuestro tiempo, pues en aquella época significaba personas de cierto poderío y que se distinguían especialmente en los conocimientos científicos, sobre todo astronómicos». El historiador de la religión cristiana James Dixon Douglas es de la misma opinión. En su extensa obra 'Diccionario Bíblico del Mundo Hispano' sentencia que, en aquellos años, la palabra mago hacía referencia a una «casta religiosa entre los persas» con gran devoción por la astrología.