body_and_soul
16-dic.-2018, 12:12
Hace unos meses que tengo una fantasía sexual con la mujer que hace la limpieza en casa y necesito compartirla (no sé bien por qué).
Todo empezó un día que salí de la ducha desnudo porque no iba el calentador. No me había dado cuenta de que ya habá llegado, y al salir, me la encontré de frente. Ella miró directamente mi pene, y luego hizo como que separó los ojos y dio un gritito. A partir de ahí, no sé si por mi culpa, empezaron a darse situaciones llenas de morbo. En una de ellas, me pidio ayuda para configurar su móvil. Lo configuré y, mientras le mostraba cómo había quedado, apoyó sus pechos en mi espalda. Conforme yo le enseñaba el móvil, movía mis brazos y lo rozaba con sus pechos. Ella no se apartaba y yo hacía como que no me daba cuenta. Tuve una erección increible. En otra ocasión, mientras se cambiaba, dejó la puerta entreabierta y pude ver como se cambiaba los pantalones. Creo que se dio cuenta, porque al salir me miró directamente el abultado paquete. En otra ocasión, le regalé una cazadora por si la quería. Al momento se quedó en camiseta, sacó los pechos para afuera y se la puso sonriendo. Cuando subió la cremallera, casi no podía subirla por lo grande de sus pechos ny me pidio ayuda. Yo subí la cremallera y rocé sus pechos. Fue delicioso. La verdad, no quiero tener sexo con ella, pero todos esos encuentros me ponen muy cachondo y la verdad me gusta mucho el juego. De hecho, me gustaría jugar si llegar a nada físico, solo seguir ese juego de vernos, rozarnos pero sin llegar a hacer nada. Ya para acabar, comento la última, que sucedió ayer. Dejó sus pantalones y su ropa interior doblada en el cuarto donde se cambia. Cuando los vi, no pude evitar olerlos. Oí ruido, y noté que se acercaba. Dejé rápido la ropa donde estaba y disimulé como si estuviera buscando algo. Ella entró, se rió y busco algo en sus pantalones. En fin, yo salí con una erección de nuevo a punto de correrme sin tocarme. En fin, así están las cosas y no sé si estoy mal o es un juego inocente que nos place a los dos, y que finalmente no tiene nada malo.
Todo empezó un día que salí de la ducha desnudo porque no iba el calentador. No me había dado cuenta de que ya habá llegado, y al salir, me la encontré de frente. Ella miró directamente mi pene, y luego hizo como que separó los ojos y dio un gritito. A partir de ahí, no sé si por mi culpa, empezaron a darse situaciones llenas de morbo. En una de ellas, me pidio ayuda para configurar su móvil. Lo configuré y, mientras le mostraba cómo había quedado, apoyó sus pechos en mi espalda. Conforme yo le enseñaba el móvil, movía mis brazos y lo rozaba con sus pechos. Ella no se apartaba y yo hacía como que no me daba cuenta. Tuve una erección increible. En otra ocasión, mientras se cambiaba, dejó la puerta entreabierta y pude ver como se cambiaba los pantalones. Creo que se dio cuenta, porque al salir me miró directamente el abultado paquete. En otra ocasión, le regalé una cazadora por si la quería. Al momento se quedó en camiseta, sacó los pechos para afuera y se la puso sonriendo. Cuando subió la cremallera, casi no podía subirla por lo grande de sus pechos ny me pidio ayuda. Yo subí la cremallera y rocé sus pechos. Fue delicioso. La verdad, no quiero tener sexo con ella, pero todos esos encuentros me ponen muy cachondo y la verdad me gusta mucho el juego. De hecho, me gustaría jugar si llegar a nada físico, solo seguir ese juego de vernos, rozarnos pero sin llegar a hacer nada. Ya para acabar, comento la última, que sucedió ayer. Dejó sus pantalones y su ropa interior doblada en el cuarto donde se cambia. Cuando los vi, no pude evitar olerlos. Oí ruido, y noté que se acercaba. Dejé rápido la ropa donde estaba y disimulé como si estuviera buscando algo. Ella entró, se rió y busco algo en sus pantalones. En fin, yo salí con una erección de nuevo a punto de correrme sin tocarme. En fin, así están las cosas y no sé si estoy mal o es un juego inocente que nos place a los dos, y que finalmente no tiene nada malo.