caminante275
24-jul.-2017, 08:07
Para poder entender mejor lo que es el amor, comencemos por entender lo que el amor no es.
El amor no es egoísmo ni soberbia; no se alegra con la desgracia ajena ni pide venganza cuando se le ofende. El amor no guarda rencores ni lleva cuentas de las faltas. El amor no entiende de límites ni de ataduras y no humilla para engrandecerse ni traiciona.
El amor no busca ser servido, sino servir. El amor no conoce de condiciones y acepta al amado tal como es. El amor no es una mera atracción física ni sexual. (Aleteia)
Y al contrario de lo que la gran mayoría piensa, el amor no es un sentimiento sino un acto de la voluntad que no tiene nada que ver con sentir, sino que el “querer”. Y no hablo de un querer sensible, sino de accionar a la voluntad.
El amor es un valor universal lo que quiere decir que por el simple hecho de haber sido creados por amor (por Dios) y para el amor todos tenemos el derecho divino de ser amados y aún más gratificante, de amar, de trascender y dejar huella en los demás por medio de este milagroso acto de la voluntad.
El amor es el milagro de la vida, una capacidad que, como está incluida la voluntad y la libertad para accionarla, solo los humanos podemos experimentar en plenitud.
El amor no es egoísmo ni soberbia; no se alegra con la desgracia ajena ni pide venganza cuando se le ofende. El amor no guarda rencores ni lleva cuentas de las faltas. El amor no entiende de límites ni de ataduras y no humilla para engrandecerse ni traiciona.
El amor no busca ser servido, sino servir. El amor no conoce de condiciones y acepta al amado tal como es. El amor no es una mera atracción física ni sexual. (Aleteia)
Y al contrario de lo que la gran mayoría piensa, el amor no es un sentimiento sino un acto de la voluntad que no tiene nada que ver con sentir, sino que el “querer”. Y no hablo de un querer sensible, sino de accionar a la voluntad.
El amor es un valor universal lo que quiere decir que por el simple hecho de haber sido creados por amor (por Dios) y para el amor todos tenemos el derecho divino de ser amados y aún más gratificante, de amar, de trascender y dejar huella en los demás por medio de este milagroso acto de la voluntad.
El amor es el milagro de la vida, una capacidad que, como está incluida la voluntad y la libertad para accionarla, solo los humanos podemos experimentar en plenitud.