El concepto de sufrimiento

[carcanuelo]

Y en aquel momento yo me hallaba en una profunda tristeza, la desesperanza cubría mi corazón, mi fe se tambaleaba. Yo seguía rezando, no un padrenuestro, no un avemaría, no una meditación kabalística, pues rezar, como dice el catecismo, es hablar con Dios, y yo estaba hablando con Dios, como hablo con un amigo. Dios no me había contestado, al menos, yo como yo deseaba, no se había manifestado en mi mundo material lo que a buen seguro me haría más feliz. Y sufría, desde hace mucho tiempo. En un momento de desesperación le pregunté: ¿para qué sirve mi dolor? ¿por qué consientes que siga sufriendo? la respuesta, sin palabras, pues Dios habla directamente al corazón fue clara: "Tú lo elegiste así". ¿Soy culpable pues, Padre, de mi propio sufrimiento? ¿no merezco, si es así, tu perdón? La respuesta fue emotiva hasta el derramamiento abundante de lágrimas: "Todos los ángeles que me rodean son felices, y su amor a mi me lo demuestran cantando, sonriendo, de mil maneras, siempre desde la felicidad, pero el Hombre, pero tú, Hijo Mío, quisiste demostrarme tu amor, mayor que ningún otro, de todas las formas posibles, con todas las palabras existentes, desde todos los lugares; quisiste decirme "te quiero" desde la luz y desde las sombras, desde el recuerdo y desde el olvido. Todo lo que en tu mundo ves como carencias, el ciego, el cojo, la viuda, la madre que ha perdido a un hijo, son formas distintas que el hombre, que cada alma ha elegido para decirme "Te quiero", de la misma forma que una madre da infinidad de besos en las mejillas de su bebé, ninguno se repite aunque tú los veas repetirse, como el amante enamorado dice te quiero una y otra vez a su amada, nunca se repite, cada te quiero es único. el Hombre, y solo el Hombre, con el alma más bella de la Creación, quiso olvidarme y bajar a los infiernos para desde allí que se alzara una voz, desde el sufrimiento y desde el olvido que cruzando lo imposible me llegara y yo pudiera oir "Te quiero". Cómo impedir un Dios de Amor a sus Almas creadas más hermosas decir aquello para lo que han sido creadas, decir Te quiero, desde un lugar donde las lenguas no dejan hablar, buscar la luz donde solo la oscuridad reina, sentir infelicidad a pesar de la felicidad de los sentidos porque añoran a su Padre desde el olvido. El Hijo de Dios Ama y sufre, porque el sufrimiento es la manera más hermosa que encontró el Hombre de decir a su Padre Celestial: "Te amo".

[MagAnna]

Y en aquel momento yo me hallaba en una profunda tristeza, la desesperanza cubría mi corazón, mi fe se tambaleaba. Yo seguía rezando, no un padrenuestro, no un avemaría, no una meditación kabalística, pues rezar, como dice el catecismo, es hablar con Dios, y yo estaba hablando con Dios, como hablo con un amigo. Dios no me había contestado, al menos, yo como yo deseaba, no se había manifestado en mi mundo material lo que a buen seguro me haría más feliz. Y sufría, desde hace mucho tiempo. En un momento de desesperación le pregunté: ¿para qué sirve mi dolor? ¿por qué consientes que siga sufriendo? la respuesta, sin palabras, pues Dios habla directamente al corazón fue clara: "Tú lo elegiste así". ¿Soy culpable pues, Padre, de mi propio sufrimiento? ¿no merezco, si es así, tu perdón? La respuesta fue emotiva hasta el derramamiento abundante de lágrimas: "Todos los ángeles que me rodean son felices, y su amor a mi me lo demuestran cantando, sonriendo, de mil maneras, siempre desde la felicidad, pero el Hombre, pero tú, Hijo Mío, quisiste demostrarme tu amor, mayor que ningún otro, de todas las formas posibles, con todas las palabras existentes, desde todos los lugares; quisiste decirme "te quiero" desde la luz y desde las sombras, desde el recuerdo y desde el olvido. Todo lo que en tu mundo ves como carencias, el ciego, el cojo, la viuda, la madre que ha perdido a un hijo, son formas distintas que el hombre, que cada alma ha elegido para decirme "Te quiero", de la misma forma que una madre da infinidad de besos en las mejillas de su bebé, ninguno se repite aunque tú los veas repetirse, como el amante enamorado dice te quiero una y otra vez a su amada, nunca se repite, cada te quiero es único. el Hombre, y solo el Hombre, con el alma más bella de la Creación, quiso olvidarme y bajar a los infiernos para desde allí que se alzara una voz, desde el sufrimiento y desde el olvido que cruzando lo imposible me llegara y yo pudiera oir "Te quiero". Cómo impedir un Dios de Amor a sus Almas creadas más hermosas decir aquello para lo que han sido creadas, decir Te quiero, desde un lugar donde las lenguas no dejan hablar, buscar la luz donde solo la oscuridad reina, sentir infelicidad a pesar de la felicidad de los sentidos porque añoran a su Padre desde el olvido. El Hijo de Dios Ama y sufre, porque el sufrimiento es la manera más hermosa que encontró el Hombre de decir a su Padre Celestial: "Te amo".

:w00t:
Wow! Vaya... Qué escrito más sentido y entrañable... la carne de gallina!! Muchas gracias por compartirlo!

Y bienvenido, Carcanuelo!! :001_smile: