Nietzscheano
25-sep.-2015, 10:26
Estaba ayer en la parada del autobús y había una señora con dos niños, uno como de 7 y otro como de 13. La señora se veía muy impaciente y con ansias de que llegara un bus rápido. De hecho no estaba sentada en las bancas de la caseta sino que estaba de pie posada al borde de la acera, muy cerca de la calle, con un niño de cada lado tomado de la mano. Uno de los niños, el mayor, notablemente aburrido, comienza a jugar con una piedrita que estaba en el suelo, con su pie derecho la corría para un lado y para otro y la pateaba suavemente. En cierto momento golpeó la piedrita muy duro y esta cayó a la calle razón por la cual el niño hizo intento de recogerla bajando lentamente el pié por el cordón de la acera. La madre al verlo estalla en cólera y comienza a decirle a viva voz:
CHIQUILLO INSENSIBLE, MOCOSO DE MIERDA ¿NO ESTÁS VIENDO QUE VIENEN Y VAN CARROS A TODA VELOCIDAD PUTO? ¿ACASO NO PIENSAS UN MINUTO ENGENDRO DEL DEMONIO EN QUE TE PUEDES MORIR AL BRINCAR ASÍ A LA CALLE? ¿QUÉ HE HECHO PARA MERECER UN HIJO BABOSO Y TONTO COMO TÚ? FÍJATE, CÉNTRATE, NO SEAS ESTÚPIDO MOCOSO MALCRIADO. SI TE MATAS POR ANDAR DE DESPISTADO ¿QUÉ VOY A HACER YO? CHIQUILLO IDIOTA, MIERDOSO, GüEVÓN, PIENSA POR UN MOMENTO EN TU MADRE, RAPAZUELO DE MIERDA, INSENSIBLE.
Agitada terminó la señora ante semejante disgusto y el niño cabizbajo y humillado no osaba mover ni un pelo, apenas y parpadeaba con sus ojos enrojecidos ante tal paliza verbal.
Casi terminando la señora de insultar ávidamente a su hijo mayor, el otro comienza a sollozar y se percibe el gimoteo de lo que pronto será un llanto desconsolado. Antes de que el quejido dé lugar a la convulsión del llanto la señora le mira y le dice con gangosa y horrísona voz:
¿TÚ TAMBIÉN? PUTO MARICONCITO, POQUITO HOMBRE ¿TÚ TAMBIÉN? ¡QUÉ VIDA LA MÍA! DOS ESPERPENTOS DE HOMBRE POR HIJOS, DOS PUTITOS. QUE DESGRACIA LA MÍA ¿TÚ TAMBIÉN? MIERDOSO, MOCOSO DE MIERDA. INSENSIBLES LOS DOS QUE NO PIENSAN EN SU MADRE Y EN EL RIDÍCULO QUE ME HACEN PASAR. "MIREN A ESA SEÑORA" VAN A DECIR TODOS. AH PERO YO, YO NO PUEDO NI SOLLOZAR PORQUE USTEDES ME ROBAN TODO, LA ENERGÍA, LA PLATA, ME CHUPAN LA VIDA. MOCOSOS DE MIERDA. VA A SER MEJOR QUE NINGUNO DE LOS DOS PUTITOS SE MUEVA NI HABLE NI NADA. NO QUIERO OIRLOS GIMOTEAR, MARICONES INSENSIBLES.
Casi puedo asegurar que de haber pasado un bus en ese momento, la vena de la frente de la señora se sube y se va, parecía que tenía vida propia, y ella, toda ella roja y excitada con la cólera.
En eso, y ante la lástima por los niños que me generó tal espectáculo circense romano, me acerco, no sin miedo, a la señora y le digo:
- Señora, qué lindos niños, ¿son gemelos?
Me vuelve a ver con ojos airados, resplandecientes de fulgor iracundo y me dice:
- HIJO DE PUTA ¿Y A TI QUÉ TE INTERESA SI MIS HIJOS SON GEMELOS O NO? ADEMÁS, HAY QUE SER ESTÚPIDO O CIEGO PARA NO VER QUE UNO LE DOBLA LA EDAD AL OTRO, METICHE HIJO DE PUTA, ¿NO TE ENSEÑÓ TU MAMÁ A NO METERSE EN VIDAS AJENAS? QUÉ DÍA EL MÍO, RODEADA DE PUTOS INSENSIBLES. NO, NO SON GEMELOS METICHE COME MIERDA HIJO DE PUTA.
A lo que sólo dije, casi como un susurro:
- Ah, es que no concibo como alguien se la pudo haber cogido dos veces, BRUJA DE MIERDA.
CHIQUILLO INSENSIBLE, MOCOSO DE MIERDA ¿NO ESTÁS VIENDO QUE VIENEN Y VAN CARROS A TODA VELOCIDAD PUTO? ¿ACASO NO PIENSAS UN MINUTO ENGENDRO DEL DEMONIO EN QUE TE PUEDES MORIR AL BRINCAR ASÍ A LA CALLE? ¿QUÉ HE HECHO PARA MERECER UN HIJO BABOSO Y TONTO COMO TÚ? FÍJATE, CÉNTRATE, NO SEAS ESTÚPIDO MOCOSO MALCRIADO. SI TE MATAS POR ANDAR DE DESPISTADO ¿QUÉ VOY A HACER YO? CHIQUILLO IDIOTA, MIERDOSO, GüEVÓN, PIENSA POR UN MOMENTO EN TU MADRE, RAPAZUELO DE MIERDA, INSENSIBLE.
Agitada terminó la señora ante semejante disgusto y el niño cabizbajo y humillado no osaba mover ni un pelo, apenas y parpadeaba con sus ojos enrojecidos ante tal paliza verbal.
Casi terminando la señora de insultar ávidamente a su hijo mayor, el otro comienza a sollozar y se percibe el gimoteo de lo que pronto será un llanto desconsolado. Antes de que el quejido dé lugar a la convulsión del llanto la señora le mira y le dice con gangosa y horrísona voz:
¿TÚ TAMBIÉN? PUTO MARICONCITO, POQUITO HOMBRE ¿TÚ TAMBIÉN? ¡QUÉ VIDA LA MÍA! DOS ESPERPENTOS DE HOMBRE POR HIJOS, DOS PUTITOS. QUE DESGRACIA LA MÍA ¿TÚ TAMBIÉN? MIERDOSO, MOCOSO DE MIERDA. INSENSIBLES LOS DOS QUE NO PIENSAN EN SU MADRE Y EN EL RIDÍCULO QUE ME HACEN PASAR. "MIREN A ESA SEÑORA" VAN A DECIR TODOS. AH PERO YO, YO NO PUEDO NI SOLLOZAR PORQUE USTEDES ME ROBAN TODO, LA ENERGÍA, LA PLATA, ME CHUPAN LA VIDA. MOCOSOS DE MIERDA. VA A SER MEJOR QUE NINGUNO DE LOS DOS PUTITOS SE MUEVA NI HABLE NI NADA. NO QUIERO OIRLOS GIMOTEAR, MARICONES INSENSIBLES.
Casi puedo asegurar que de haber pasado un bus en ese momento, la vena de la frente de la señora se sube y se va, parecía que tenía vida propia, y ella, toda ella roja y excitada con la cólera.
En eso, y ante la lástima por los niños que me generó tal espectáculo circense romano, me acerco, no sin miedo, a la señora y le digo:
- Señora, qué lindos niños, ¿son gemelos?
Me vuelve a ver con ojos airados, resplandecientes de fulgor iracundo y me dice:
- HIJO DE PUTA ¿Y A TI QUÉ TE INTERESA SI MIS HIJOS SON GEMELOS O NO? ADEMÁS, HAY QUE SER ESTÚPIDO O CIEGO PARA NO VER QUE UNO LE DOBLA LA EDAD AL OTRO, METICHE HIJO DE PUTA, ¿NO TE ENSEÑÓ TU MAMÁ A NO METERSE EN VIDAS AJENAS? QUÉ DÍA EL MÍO, RODEADA DE PUTOS INSENSIBLES. NO, NO SON GEMELOS METICHE COME MIERDA HIJO DE PUTA.
A lo que sólo dije, casi como un susurro:
- Ah, es que no concibo como alguien se la pudo haber cogido dos veces, BRUJA DE MIERDA.