Dorogoi
14-sep.-2015, 11:50
Jeremy Corbyn, declarado socialista y admirador de Karl Marx, fue elegido el sábado líder del Partido Laborista en Reino Unido, un resultado que podría hacer más probable una salida británica de la UE.
“Las cosas pueden cambiar y cambiarán”, dijo Corbyn, de 66 años, en un discurso que comenzó con críticas a los medios británicos por su cobertura invasiva y que terminó con una promesa de justicia para los pobres y oprimidos.
“Les doy gracias anticipadamente para que trabajemos todos juntos para lograr grandes victorias, no sólo electoralmente para los laboristas, sino emocionalmente para toda la sociedad, para demostrar que no tenemos que ser desiguales, no tiene que ser injusto, la pobreza no es inevitable”, agregó.
Corbyn ganó con el 59,5 por ciento de los votos emitidos, o 251.417 votos, en la primera ronda. Cuando se anunciaron los resultados, fue ovacionado y abrazado, incluso por algunos de sus rivales, informa reuters.
Corbyn, un vegetariano de barba canosa que inicialmente no esperaba ganar la contienda, llegó a muchos seguidores laboristas al repudiar el consenso pro mercado del ex líder Tony Blair. En su lugar, ha ofrecido impuestos a la riqueza, desarme nuclear y no a la pertenencia a la UE.
“Los tories han usado la crisis económica de 2008 para imponer una carga terrible sobre las personas más pobres de este país”, dijo a sus seguidores Corbyn, vestido con un traje oscuro y una camisa azul desabotonada.
“Estoy harto de la limpieza social de Londres por este gobierno tory”, agregó en referencia a los conservadores del primer ministro David Cameron.
Corbyn derrotó a dos ex ministros laboristas, Yvette Cooper y Andy Burnham, y a Liz Kendall, considerada como la heredera de Blair.
Izquierdista y veterano parlamentario con un largo historial de votar en contra de su propio partido, Corbyn triunfó con un mensaje en el que prometió aumentar la inversión gubernamental mediante la impresión de dinero y la renacionalización de vastos sectores de la economía.
Sus padres lucharon contra el fascismo en la Guerra Civil española.
Corbyn apuesta por la nacionalización de los ferrocarriles, el suministro energético y el servicio de correos, se opone a las armas nucleares y propone invertir en programas de promoción de empleo y especialización de los trabajadores el capital necesario para renovar la flota de submarinos con misiles Trident.
La perspectiva de volver a las raíces socialistas del partido ha generado advertencias de que serán aniquilados en las elecciones generales de 2020 por un pueblo británico que en mayo reeligió a Cameron para un segundo mandato con la promesa de recortar el gasto.
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“Las cosas pueden cambiar y cambiarán”, dijo Corbyn, de 66 años, en un discurso que comenzó con críticas a los medios británicos por su cobertura invasiva y que terminó con una promesa de justicia para los pobres y oprimidos.
“Les doy gracias anticipadamente para que trabajemos todos juntos para lograr grandes victorias, no sólo electoralmente para los laboristas, sino emocionalmente para toda la sociedad, para demostrar que no tenemos que ser desiguales, no tiene que ser injusto, la pobreza no es inevitable”, agregó.
Corbyn ganó con el 59,5 por ciento de los votos emitidos, o 251.417 votos, en la primera ronda. Cuando se anunciaron los resultados, fue ovacionado y abrazado, incluso por algunos de sus rivales, informa reuters.
Corbyn, un vegetariano de barba canosa que inicialmente no esperaba ganar la contienda, llegó a muchos seguidores laboristas al repudiar el consenso pro mercado del ex líder Tony Blair. En su lugar, ha ofrecido impuestos a la riqueza, desarme nuclear y no a la pertenencia a la UE.
“Los tories han usado la crisis económica de 2008 para imponer una carga terrible sobre las personas más pobres de este país”, dijo a sus seguidores Corbyn, vestido con un traje oscuro y una camisa azul desabotonada.
“Estoy harto de la limpieza social de Londres por este gobierno tory”, agregó en referencia a los conservadores del primer ministro David Cameron.
Corbyn derrotó a dos ex ministros laboristas, Yvette Cooper y Andy Burnham, y a Liz Kendall, considerada como la heredera de Blair.
Izquierdista y veterano parlamentario con un largo historial de votar en contra de su propio partido, Corbyn triunfó con un mensaje en el que prometió aumentar la inversión gubernamental mediante la impresión de dinero y la renacionalización de vastos sectores de la economía.
Sus padres lucharon contra el fascismo en la Guerra Civil española.
Corbyn apuesta por la nacionalización de los ferrocarriles, el suministro energético y el servicio de correos, se opone a las armas nucleares y propone invertir en programas de promoción de empleo y especialización de los trabajadores el capital necesario para renovar la flota de submarinos con misiles Trident.
La perspectiva de volver a las raíces socialistas del partido ha generado advertencias de que serán aniquilados en las elecciones generales de 2020 por un pueblo británico que en mayo reeligió a Cameron para un segundo mandato con la promesa de recortar el gasto.
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