pablogarcia1941
04-jul.-2015, 11:09
ESPERANDO A QUIEN NO LLEGA
Popular y trémulo dice la leyenda de tì, viejo
chopo a cuya sombra todas las tardes acudo.
Junto a tì sentado veo como tus hojas
de maravilloso verdor, movidas por
el viento juegan con sus sombras.
Junto al árbol en continuo ajetreó persiguiendo
corretean los niños detrás de sus madres.
También hay un quiosco para la música,
pero esta vez ausente de músicos y de gentes,
que como yo esperan a quien no llega, me quedo
aquí, solo y algo extraño como si algo pudiera suceder.
Para distraer mis penas observo las altas ramas,
de este copioso árbol, que con sus hojas
verdiblancas me cubren del sol y de mis penas.
Mientras tanto la tarde pasa entre murmullos
y en la torre el antiguo reloj me da la hora
con sus campanadas en esta tarde que me va dejando.
Volveré una tarde más a guardarme en tu sombra,
viejo amigo chopo, que me sigues dando descanso,
en mi impaciente espera, sus discretos recuerdos,
con sus sucesivos suspiros de mi soñoliento sueños.
A la vez que las ramas de mi chopo me dejan caer
corazones verdes con su rostro, de ese lejano tiempo.
Pablo Garcia
Popular y trémulo dice la leyenda de tì, viejo
chopo a cuya sombra todas las tardes acudo.
Junto a tì sentado veo como tus hojas
de maravilloso verdor, movidas por
el viento juegan con sus sombras.
Junto al árbol en continuo ajetreó persiguiendo
corretean los niños detrás de sus madres.
También hay un quiosco para la música,
pero esta vez ausente de músicos y de gentes,
que como yo esperan a quien no llega, me quedo
aquí, solo y algo extraño como si algo pudiera suceder.
Para distraer mis penas observo las altas ramas,
de este copioso árbol, que con sus hojas
verdiblancas me cubren del sol y de mis penas.
Mientras tanto la tarde pasa entre murmullos
y en la torre el antiguo reloj me da la hora
con sus campanadas en esta tarde que me va dejando.
Volveré una tarde más a guardarme en tu sombra,
viejo amigo chopo, que me sigues dando descanso,
en mi impaciente espera, sus discretos recuerdos,
con sus sucesivos suspiros de mi soñoliento sueños.
A la vez que las ramas de mi chopo me dejan caer
corazones verdes con su rostro, de ese lejano tiempo.
Pablo Garcia