Violetta
30-abr.-2015, 09:00
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Sea usted como cuando era niño: ría más, juegue más, diviértase plenamente, ha- ble su verdad, no se esconda, diga lo que piensa sin temor a equivocarse, sin miedo al juicio, al rechazo o buscando aceptación, sea usted mismo sin terror al prejuicio; ámese incondicionalmente, no le ponga trabas a su autovalía, recuerde su lugar en el mundo, ame a los demás sin barreras, deje de analizar un sentimiento: ¡sienta!
Conviértase en el mismo amor; entréguese al momento, no sea víctima de sus propias creencias, no crea que sabe, ábrase a descubrir, a investigar, a inventar un mundo; llore sin límites cuando sienta algún dolor o se conmueva, y después vaya al siguiente instante, no viaje al pasado ni al futuro, cree su propio mundo ahora; busque la verdad de sí mismo y de los demás, conecte con ellos, mírelos a los ojos, sienta su energía, elija genuinamente estar con ellos o no, abandone lo que no le gusta o no le es más atractivo sin miedo a perder, siéntase provisto, siéntase merecedor de miles de regalos, abra sus brazos a recibir, dispóngase a la abundante y constante providencia de la vida, muévase más, corra más y aventúrese más a sensaciones olvidadas.
Vaya a un parque de diversiones y goce de cada estímulo; vacíese de toda la información externa, escuche la voz de su fuente interior; prevalezca, sea constante con la persecución de algún anhelo, complázcase sin culpa ni resquemor; deje de ser su verdugo, deje de calificarse, deje de compararse, deje de querer lo que todos quieren, y deje de querer que todos lo quieran.
Diseñe su propia versión de paraíso y de felicidad; emociónese con las pequeñas cosas, renuncie al qué dirán, hable cuando sea necesario, contemple cuando se sienta conectado con la vida, recuerde su unidad con ella, únase, no se separe; deje de repasar sus problemas, afirme su existencia con lo irrepetible que es usted; tire o regale lo que ya no vaya más con la nueva versión de su conciencia, no se aferre a los momentos que ya pasaron, por el contrario: absórbalos como los nutrientes de su riqueza.
Contémplese con curiosidad frente al espejo, no juzgue lo que ve; ríase solo, celebre solo, festeje solo, no requiera de la compañía de nadie para hacerlo, ni del pretexto de un logro o de un éxito; siéntase completo y complementado, dése cuenta de que todo está contenido en usted; conviértase en sus emociones y déjelas ser, sea su esencia, respire desde el estómago; pinte creativamente la pared de su casa, rompa alguna regla auto impuesta, sea inofensivo, regrese a su inocencia de pensar, de sentir y de actuar; zambúllase en el agua con total libertad las veces que sea necesario.
Sea espontáneo, no estudie sus movimientos: vuelva a la naturalidad, no se tome en serio sus personajes; toque un instrumento aunque no sepa cómo, cante una canción propia, déjese ir; brinque de alegría, si puede, dése vueltas de carro, marometas, invente un nuevo juego, rompa sus propios récords; saboree la comida sin programaciones; dese el gusto de una paleta o un helado; sea sencillo, no sea infantil: sea como un niño.
www.antonioesquinca.com
Hoy estoy siendo niña otra vez y creo que me lo están notando :laugh:
Sea usted como cuando era niño: ría más, juegue más, diviértase plenamente, ha- ble su verdad, no se esconda, diga lo que piensa sin temor a equivocarse, sin miedo al juicio, al rechazo o buscando aceptación, sea usted mismo sin terror al prejuicio; ámese incondicionalmente, no le ponga trabas a su autovalía, recuerde su lugar en el mundo, ame a los demás sin barreras, deje de analizar un sentimiento: ¡sienta!
Conviértase en el mismo amor; entréguese al momento, no sea víctima de sus propias creencias, no crea que sabe, ábrase a descubrir, a investigar, a inventar un mundo; llore sin límites cuando sienta algún dolor o se conmueva, y después vaya al siguiente instante, no viaje al pasado ni al futuro, cree su propio mundo ahora; busque la verdad de sí mismo y de los demás, conecte con ellos, mírelos a los ojos, sienta su energía, elija genuinamente estar con ellos o no, abandone lo que no le gusta o no le es más atractivo sin miedo a perder, siéntase provisto, siéntase merecedor de miles de regalos, abra sus brazos a recibir, dispóngase a la abundante y constante providencia de la vida, muévase más, corra más y aventúrese más a sensaciones olvidadas.
Vaya a un parque de diversiones y goce de cada estímulo; vacíese de toda la información externa, escuche la voz de su fuente interior; prevalezca, sea constante con la persecución de algún anhelo, complázcase sin culpa ni resquemor; deje de ser su verdugo, deje de calificarse, deje de compararse, deje de querer lo que todos quieren, y deje de querer que todos lo quieran.
Diseñe su propia versión de paraíso y de felicidad; emociónese con las pequeñas cosas, renuncie al qué dirán, hable cuando sea necesario, contemple cuando se sienta conectado con la vida, recuerde su unidad con ella, únase, no se separe; deje de repasar sus problemas, afirme su existencia con lo irrepetible que es usted; tire o regale lo que ya no vaya más con la nueva versión de su conciencia, no se aferre a los momentos que ya pasaron, por el contrario: absórbalos como los nutrientes de su riqueza.
Contémplese con curiosidad frente al espejo, no juzgue lo que ve; ríase solo, celebre solo, festeje solo, no requiera de la compañía de nadie para hacerlo, ni del pretexto de un logro o de un éxito; siéntase completo y complementado, dése cuenta de que todo está contenido en usted; conviértase en sus emociones y déjelas ser, sea su esencia, respire desde el estómago; pinte creativamente la pared de su casa, rompa alguna regla auto impuesta, sea inofensivo, regrese a su inocencia de pensar, de sentir y de actuar; zambúllase en el agua con total libertad las veces que sea necesario.
Sea espontáneo, no estudie sus movimientos: vuelva a la naturalidad, no se tome en serio sus personajes; toque un instrumento aunque no sepa cómo, cante una canción propia, déjese ir; brinque de alegría, si puede, dése vueltas de carro, marometas, invente un nuevo juego, rompa sus propios récords; saboree la comida sin programaciones; dese el gusto de una paleta o un helado; sea sencillo, no sea infantil: sea como un niño.
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Hoy estoy siendo niña otra vez y creo que me lo están notando :laugh: