Ulsr
15-ene.-2015, 21:16
En la alimentación; nuestro cuerpo siempre confía en que le damos buenos alimentos. Nosotros podemos, sin embargo; llevar a nuestros estómagos, alimentos chatarra. E incluso, tóxicos, malignos o venenosos. Y nuestro cuerpo sufrirá las consecuencias.
Si nosotros tratamos de alimentarnos de manera saludable, indudablemente tendremos una muy buena salud y capacidades intelectuales y espirituales para desarrollarlas, gracias a la buena alimentación que nosotros le demos a nuestro cuerpo.
Así pues, Jesucristo nos dice que él es el pan directo que ha bajado del cielo para alimentarnos. Un pan que siempre ha dado origen y vida al hombre, desde ignotos tiempos, que se pierden quizá en la creación de la vida en el mundo.
Juan 6, 33 “Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo”.
Jesucristo es un ser de altísima energía espiritual, que al igual que nuestro Padre Celestial o Dios Padre, le da la facultad a Jesucristo, de ser aquel ser directo, que nos alimente espiritualmente a través de una revolucionaria enseñanza evangélica. Una enseñanza que nos da, en primer lugar, una poderosa fe de ser alguien importante y de pertenecer a Uno sumamente importante, como saber que somos hijos de Dios. Que pertenecemos a nuestro Padre Celestial, con todo su reino, su poder y su gloria, por los siglos de los siglos santos por venir. Y que no seamos tan tontos y ciegos para renunciarle. E ir en pos de banalidades emotivas, pasionales, que nos llevan solo a la desintegración espiritual, en lugar de una integración y perfeccionamiento espiritual alimentándonos con el pan del cielo.
Ellos nos dan una extraordinaria certeza, de que nosotros podemos alcanzar la resurrección o la vida eterna, como lo vino a demostrar Jesucristo. Esto es algo, que nunca antes había sucedido. Siendo por lo tanto, un nuevo hito en la historia de la humanidad.
Los psicólogos y médicos saben que una persona optimista, crea naturalmente, hormonas positivas que ayudan al desarrollo de la salud física y mental de los seres vivos.
Desde esta perspectiva, la idea de poder ser nosotros eternos, ya es una base de alimento mental espiritual extraordinario, que nos ayuda a tener mejor salud física y mental.
Desde aquí comienza una nueva forma de alimentación que baja del cielo.
Y Jesucristo por lo tanto, es el enviado directo celestial para enseñarnos e incluso de proveernos, de este alimento celestial, que es de tanta importancia alimenticia a nuestro ser.
El Evangelio, con sus enseñanzas, tan altruistas, tan universales, elevadas, sublimes, son el verdadero pan que nos lleva inconscientemente a perfeccionarnos, con el paso del tiempo.
Sin embargo también; Jesucristo nos dice que el vino, es su sangre que será derramada por nuestra causa. Dando a entender con ello, que habrá muchos sacrificios, vicisitudes y problemas. Pero él mantendrá su pacto, hasta el fin de los tiempos necesarios.
Lucas22, 20 “De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama”.
Observemos que el PAN es un alimento seco, lo cual nos indica; que es una forma en la cual nosotros nos podemos alimentar de manera completamente espiritual.
Sin embargo; el vino es un alimento líquido, lo cual nos indica; que en este alimento, vamos a encontrar siempre situaciones difíciles, violentas, enfermedades, muerte y similares. Mientras tengamos cuerpo, carne y vida y llevemos el camino hacia nuestra perfección puramente espiritual.
Ambas son situaciones naturales que podemos observar en la vida que llevamos en la actualidad y en un futuro todavía muy lejano.
Lucas 24, 30 “Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio. 31 Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista.”
El ofrecimiento de darnos este alimento, preferentemente de pan. Es simbolizado constantemente, como en esta última aparición. El nos ofrece su ser como alimento. Pero el ser de Jesucristo en este pasaje, es completamente energía divina, que desaparece a la vista humana, espíritu divino. Por lo tanto; lo que nos ofrece, es su energía espiritual básicamente.
Ahora; hagamos una nueva observación muy importante.
Nosotros mismos nos alimentamos constantemente de energía humana, e incluso, proveniente de animales, vegetales, minerales. De la tierra y del sol y del universo.
Ahora, concentrémonos en la energía humana, nosotros recibimos constantemente energía de nuestros seres queridos y de todos aquellos que nos rodean, amigos familiares e incluso desconocidos.
Generalmente recibimos buena vibra de ellos, especialmente de aquellos grandes seres optimistas y positivos de la vida, lo cual nos ayuda a mantener nuestra buena salud. ¿Quién no recuerda la energía amorosa de sus amados abuelos o padres, inclusive amigos o consortes de determinados encuentros de momentos felices?
Desde otro ángulo; hay casos en los cuales hay personas enfermas, física o mentalmente, que nos roban de alguna manera nuestra energía o vitalidad. Es la vida.
Otro; nosotros mismos recurrimos constantemente a nuestra propia fuente energética, cuando tenemos necesidad de ella. Por ejemplo; cuando nos golpeamos. Instintivamente llevamos nuestra mano al lugar herido, para enviarle nuestra energía sanadora. Cuando tenemos una idea muy compleja, generalmente llevamos nuestra mano y su energía, a nuestra cabeza, como para ayudarnos con una mayor carga energética que nos ayude a pensar mejor. El pensador del escultor Rodín es un claro ejemplo de esta situación.
Finalmente sabemos que la delfinoterapia, la equinoterapia, son tratamientos reconocidos en los cuales nosotros aprovechamos la positiva fuerte energía animal, para lograr inconscientemente una mejoría en muchas de las enfermedades que la humanidad sufre.
¿Cuántos no aman entrañablemente a sus macotas que tantos beneficios de compañía y amor-energía reciben de ellas?
Baste lo anterior; para resaltar la gran importancia que tiene la energía de los seres vivos en la continua interrelación que tenemos. Y valoremos sus grandes beneficios.
Continuará….:thumbup::biggrin::thumbup1:
Si nosotros tratamos de alimentarnos de manera saludable, indudablemente tendremos una muy buena salud y capacidades intelectuales y espirituales para desarrollarlas, gracias a la buena alimentación que nosotros le demos a nuestro cuerpo.
Así pues, Jesucristo nos dice que él es el pan directo que ha bajado del cielo para alimentarnos. Un pan que siempre ha dado origen y vida al hombre, desde ignotos tiempos, que se pierden quizá en la creación de la vida en el mundo.
Juan 6, 33 “Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo”.
Jesucristo es un ser de altísima energía espiritual, que al igual que nuestro Padre Celestial o Dios Padre, le da la facultad a Jesucristo, de ser aquel ser directo, que nos alimente espiritualmente a través de una revolucionaria enseñanza evangélica. Una enseñanza que nos da, en primer lugar, una poderosa fe de ser alguien importante y de pertenecer a Uno sumamente importante, como saber que somos hijos de Dios. Que pertenecemos a nuestro Padre Celestial, con todo su reino, su poder y su gloria, por los siglos de los siglos santos por venir. Y que no seamos tan tontos y ciegos para renunciarle. E ir en pos de banalidades emotivas, pasionales, que nos llevan solo a la desintegración espiritual, en lugar de una integración y perfeccionamiento espiritual alimentándonos con el pan del cielo.
Ellos nos dan una extraordinaria certeza, de que nosotros podemos alcanzar la resurrección o la vida eterna, como lo vino a demostrar Jesucristo. Esto es algo, que nunca antes había sucedido. Siendo por lo tanto, un nuevo hito en la historia de la humanidad.
Los psicólogos y médicos saben que una persona optimista, crea naturalmente, hormonas positivas que ayudan al desarrollo de la salud física y mental de los seres vivos.
Desde esta perspectiva, la idea de poder ser nosotros eternos, ya es una base de alimento mental espiritual extraordinario, que nos ayuda a tener mejor salud física y mental.
Desde aquí comienza una nueva forma de alimentación que baja del cielo.
Y Jesucristo por lo tanto, es el enviado directo celestial para enseñarnos e incluso de proveernos, de este alimento celestial, que es de tanta importancia alimenticia a nuestro ser.
El Evangelio, con sus enseñanzas, tan altruistas, tan universales, elevadas, sublimes, son el verdadero pan que nos lleva inconscientemente a perfeccionarnos, con el paso del tiempo.
Sin embargo también; Jesucristo nos dice que el vino, es su sangre que será derramada por nuestra causa. Dando a entender con ello, que habrá muchos sacrificios, vicisitudes y problemas. Pero él mantendrá su pacto, hasta el fin de los tiempos necesarios.
Lucas22, 20 “De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama”.
Observemos que el PAN es un alimento seco, lo cual nos indica; que es una forma en la cual nosotros nos podemos alimentar de manera completamente espiritual.
Sin embargo; el vino es un alimento líquido, lo cual nos indica; que en este alimento, vamos a encontrar siempre situaciones difíciles, violentas, enfermedades, muerte y similares. Mientras tengamos cuerpo, carne y vida y llevemos el camino hacia nuestra perfección puramente espiritual.
Ambas son situaciones naturales que podemos observar en la vida que llevamos en la actualidad y en un futuro todavía muy lejano.
Lucas 24, 30 “Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio. 31 Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista.”
El ofrecimiento de darnos este alimento, preferentemente de pan. Es simbolizado constantemente, como en esta última aparición. El nos ofrece su ser como alimento. Pero el ser de Jesucristo en este pasaje, es completamente energía divina, que desaparece a la vista humana, espíritu divino. Por lo tanto; lo que nos ofrece, es su energía espiritual básicamente.
Ahora; hagamos una nueva observación muy importante.
Nosotros mismos nos alimentamos constantemente de energía humana, e incluso, proveniente de animales, vegetales, minerales. De la tierra y del sol y del universo.
Ahora, concentrémonos en la energía humana, nosotros recibimos constantemente energía de nuestros seres queridos y de todos aquellos que nos rodean, amigos familiares e incluso desconocidos.
Generalmente recibimos buena vibra de ellos, especialmente de aquellos grandes seres optimistas y positivos de la vida, lo cual nos ayuda a mantener nuestra buena salud. ¿Quién no recuerda la energía amorosa de sus amados abuelos o padres, inclusive amigos o consortes de determinados encuentros de momentos felices?
Desde otro ángulo; hay casos en los cuales hay personas enfermas, física o mentalmente, que nos roban de alguna manera nuestra energía o vitalidad. Es la vida.
Otro; nosotros mismos recurrimos constantemente a nuestra propia fuente energética, cuando tenemos necesidad de ella. Por ejemplo; cuando nos golpeamos. Instintivamente llevamos nuestra mano al lugar herido, para enviarle nuestra energía sanadora. Cuando tenemos una idea muy compleja, generalmente llevamos nuestra mano y su energía, a nuestra cabeza, como para ayudarnos con una mayor carga energética que nos ayude a pensar mejor. El pensador del escultor Rodín es un claro ejemplo de esta situación.
Finalmente sabemos que la delfinoterapia, la equinoterapia, son tratamientos reconocidos en los cuales nosotros aprovechamos la positiva fuerte energía animal, para lograr inconscientemente una mejoría en muchas de las enfermedades que la humanidad sufre.
¿Cuántos no aman entrañablemente a sus macotas que tantos beneficios de compañía y amor-energía reciben de ellas?
Baste lo anterior; para resaltar la gran importancia que tiene la energía de los seres vivos en la continua interrelación que tenemos. Y valoremos sus grandes beneficios.
Continuará….:thumbup::biggrin::thumbup1: