Zamiel
16-sep.-2014, 12:46
El día en que nació Alex Cremento no hubo ningún designio sideral que marcará la importancia del evento. Tampoco lo hubo después que se hizo un chico de lo más normal. Algo bruto, algo tonto y algo vago. Sinceramente no destacaba en nada, e incluso a veces era objeto de burla y mofa por parte de sus compañeros. Pero Alex sabía que era un ser especial, pues una tía suya era vidente, y un día le dijo:
-“No olvides nunca Alex que serás agasajado con un gran monumento, y reyes y jefes de gobierno se postrarán ante ti para honrar tu memoria.”
El caso es que el pasar de los años tampoco le acercaban al éxito ni a la fama, más bien solo lo habían convertido en un modesto freganchín de un bar de barrio, y con pocas posibilidades de mejora.,
Tampoco desarrolló el más mínimo encanto personal por lo que nunca fue merecedor de fémina alguna ni de sus encantos. Se sentía más solo que Adán en el día de la madre.
Cuando cumplió veinte años fue llamado a cumplir con las obligaciones a la Patria en el Cuerpo de Infantes del 5º Batallón de Pontoneros, que estaba además en el 5º pino.
En cuanto llegó al cuartel le dijeron que se había declarado un guerra de las gordas y que además el enemigo atacaba justo donde se hallaba su destacamento.
Le dieron un fusil y le dijeron que disparara a todo lo que viera venir de frente. Nunca a los que viera venir detrás suya. Y es que al ser nuevo quisieron que fuera el primero en comprobar si el enemigo venía con malas intenciones.
Y si que venía si...le regalaron un obús del quince solo para él. Con lo que de Alex Cremento no quedó ni la “x”.
Como nadie sabía donde mandar el cadáver lo metieron en un congelador en el sótano de un almacén cercano hasta que alguien lo reclamara. Y allí se quedó.
Con el tiempo acabó la guerra y todos los supervivientes se pusieron muy felices y para celebrarlo construyeron un gran monumento en el lugar de donde tuvo lugar la primera batalla, justo encima del olvidado sótano donde descansaba en paz Alex Cremento.
Reyes y jefes de gobierno se arrodillaban ante el monumento al “soldado desconocido” al que se honraba en el lugar.
http://imagenpoliticadotcom.files.wordpress.com/2011/09/ninos-heroes.png
-“No olvides nunca Alex que serás agasajado con un gran monumento, y reyes y jefes de gobierno se postrarán ante ti para honrar tu memoria.”
El caso es que el pasar de los años tampoco le acercaban al éxito ni a la fama, más bien solo lo habían convertido en un modesto freganchín de un bar de barrio, y con pocas posibilidades de mejora.,
Tampoco desarrolló el más mínimo encanto personal por lo que nunca fue merecedor de fémina alguna ni de sus encantos. Se sentía más solo que Adán en el día de la madre.
Cuando cumplió veinte años fue llamado a cumplir con las obligaciones a la Patria en el Cuerpo de Infantes del 5º Batallón de Pontoneros, que estaba además en el 5º pino.
En cuanto llegó al cuartel le dijeron que se había declarado un guerra de las gordas y que además el enemigo atacaba justo donde se hallaba su destacamento.
Le dieron un fusil y le dijeron que disparara a todo lo que viera venir de frente. Nunca a los que viera venir detrás suya. Y es que al ser nuevo quisieron que fuera el primero en comprobar si el enemigo venía con malas intenciones.
Y si que venía si...le regalaron un obús del quince solo para él. Con lo que de Alex Cremento no quedó ni la “x”.
Como nadie sabía donde mandar el cadáver lo metieron en un congelador en el sótano de un almacén cercano hasta que alguien lo reclamara. Y allí se quedó.
Con el tiempo acabó la guerra y todos los supervivientes se pusieron muy felices y para celebrarlo construyeron un gran monumento en el lugar de donde tuvo lugar la primera batalla, justo encima del olvidado sótano donde descansaba en paz Alex Cremento.
Reyes y jefes de gobierno se arrodillaban ante el monumento al “soldado desconocido” al que se honraba en el lugar.
http://imagenpoliticadotcom.files.wordpress.com/2011/09/ninos-heroes.png