Zamiel
11-sep.-2014, 13:31
Soy un emigrante perenne y es mi hogar el camino. No tengo patria a la cual honrar ni señor al que querer servir.
Solo camino por un sendero infinito hasta que encuentre un lugar que me acepte en la vejez y cure mis heridas, pues espero llegar a tierra de promisión y acogimiento algún lejano día.
Un día con lágrimas hirientes dije adiós a mi pueblo natal, en busca de horizontes prósperos, cada vez con mayor dolor y grandes dificultades. Pero, sintiendome iluminado cuando pienso que la cuestión no era viajar ininterrumpidamente hasta el destino final, sino hasta un poco antes, de manera que tuviera tiempo de volverme y disfrutar del tiempo de bonanza en el sitio opuesto al cual me dirigía. Solo así lograría estar en el sitio indicado, en el momento apropiado.
Sin embargo, surgió una situación curiosa, pues si bien es cierto que ahora duraba mucho menos tiempo en cada viaje inconcluso, no era menos verdad que en cada viaje no llegaba a ninguna parte.
Y continué así por años, cada vez con viajes más cortos, hasta que finalmente quedé varado en un punto equidistante de las anheladas tierras de promisión, en medio del océano de ninguna parte.
Pues mi destino era ser un emigrante perenne sin patria a la cual honrar ni señor al que querer servir...ni lugar en el que saber estar.
http://2.bp.blogspot.com/-LQ6Xje5zQ-A/UPA_yG5i1UI/AAAAAAAAKP4/_3WkWZ4EG4w/s320/Presentaci%C3%B3n1.jpg
Solo camino por un sendero infinito hasta que encuentre un lugar que me acepte en la vejez y cure mis heridas, pues espero llegar a tierra de promisión y acogimiento algún lejano día.
Un día con lágrimas hirientes dije adiós a mi pueblo natal, en busca de horizontes prósperos, cada vez con mayor dolor y grandes dificultades. Pero, sintiendome iluminado cuando pienso que la cuestión no era viajar ininterrumpidamente hasta el destino final, sino hasta un poco antes, de manera que tuviera tiempo de volverme y disfrutar del tiempo de bonanza en el sitio opuesto al cual me dirigía. Solo así lograría estar en el sitio indicado, en el momento apropiado.
Sin embargo, surgió una situación curiosa, pues si bien es cierto que ahora duraba mucho menos tiempo en cada viaje inconcluso, no era menos verdad que en cada viaje no llegaba a ninguna parte.
Y continué así por años, cada vez con viajes más cortos, hasta que finalmente quedé varado en un punto equidistante de las anheladas tierras de promisión, en medio del océano de ninguna parte.
Pues mi destino era ser un emigrante perenne sin patria a la cual honrar ni señor al que querer servir...ni lugar en el que saber estar.
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