El argumento de Marcelo

[Legendario AG]

Las cantinas no son precisamente el mejor lugar para discutir de religiones, pero el necio de Valdemar acosaba a Marcelo hasta en la cantina, simplemente porque éste se negaba a aceptar la existencia de Dios. Marcelo no era filósofo ni letrado ni siquiera bachiller. Apenas era un humilde albañil ateo acorralado por Valdemar, plomero de oficio, para que reconociera que Diosito si existía. Y Marcelo, aburrido ya de la plática y con varios tequilas en el cerebro, dijo lo que se le ocurrió en ese momento, con tanta suerte que Valdemar se quedó perplejo, mudo, anonadado. "Ah pos si. Entonces Dios no existe". Después de eso, Valdemar se quedó pensativo, y Marcelo pudo por fin beber sus tequilas baratos sin el acoso intelectual al que solía someterlo el necio Valdemar. Pero debemos señalar que Marcelo nunca fue consciente de su poderoso argumento ni lo volvió a recordar. Ni siquiera Valdemar recordó, durante algún tiempo, de quien había sido el Argumento, ni que éste había sido esgrimido en una pequeña y poco conocida cantina llamada La Flor de Azcapotzalco.

Al día siguiente, Valdemar fue indignado a la iglesia de su barrio a reclamarle al cura Ponciano el haberlo mantenido tantos años creyendo en Dios “a lo tarugo”, que fue como Valdemar le dijo al padre Ponciano. Éste, sorprendido de que uno de sus más fieles seguidores le dijera semejante herejía, le preguntó la razón para tan burda e inoportuna aseveración. Valdemar le soltó al padre Ponciano el Argumento, y éste se quedó perplejo, mudo, anonadado. Valdemar se fue con la dignidad un poco más alta, abandonando sus creencias en Dios. El padre Ponciano no pudo conciliar el sueño esa noche.

Ponciano, cura desde hacia muchos años, acólito desde la más tierna infancia, jamás había dudado de la existencia de Dios. Ahora tampoco tenía dudas. Ahora sabía que Dios no existía. El Argumento era irrebatible. ¿Qué hacía entonces en la Iglesia, si Dios definitivamente no existía? Hacía el ridículo. ¿Y qué podía decirle ahora a los cientos de fieles que domingo a domingo venían a sus misas a escuchar las bondades de Dios? Sintió que era el momento de renunciar a la sotana, y fue inmediatamente a visitar al señor obispo, ese anciano bondadoso que lo había apadrinado a lo largo de toda su estancia en el seminario, y que lo había acompañado el día de su primer oficio religioso. La razón de la visita era esta vez muy diferente a otras ocasiones. Ponciano había decidido dejar la Iglesia para siempre, pues Dios definitivamente no existía.

El señor obispo Don Miguel no sabía si llorar o reír cuando escuchó la renuncia de Ponciano. Era ridícula. ¿Qué otra cosa podía hacer Ponciano en esta vida que no fuera oficiar para la Iglesia? "Dime, Ponciano: ¿Por qué crees tú que Dios no existe?” Y Ponciano le dio el Argumento. El señor obispo Don Miguel se quedó mudo, perplejo, anonadado, tanto que ni siquiera se dio cuenta cuando Ponciano tiró indignado la sotana en el piso y se marchó para siempre. El Argumento era demasiado sólido. Ni los más selectos escolásticos habían pensado que así fuera. Corrió a ver sus libros de Teología, aquellos que con tanto amor y fe había traído del Vaticano en ocasión de haberse doctorado en tan pía materia. Busco por todas partes en aquellos complicados y extensos libros, y no apareció nada que rebatiera el Argumento. El señor obispo Don Miguel se convirtió esa noche en ateo.

Lo primero que hizo Don Miguel después de una terrible noche sin poder dormir, fue hablarle al arzobispo para pedirle audiencia. El tema era obvio: o le daban algún contraargumento para rebatir el Argumento o no tendría razón seguir engañando a la población de su parroquia con el cuento de la existencia de Dios. El señor arzobispo, el reverendo Jaime, venía de una entrevista con el Nuncio cuando se encontró con un excitado Don Miguel, nervioso y alterado como jamás lo había visto. "¿De qué querías platicarme?, hermano Miguel", preguntó el arzobispo. "Vengo a decirle que Dios no existe", le contesto el obispo. "¿Y de dónde sacas esa tontería?”, preguntó el arzobispo. Y Don Miguel, de manera abrupta y sin consideraciones de ningún tipo, le soltó a bocajarro el Argumento al reverendo Jaime.

El reverendo Jaime paso la peor tarde de su vida, mudo, perplejo y anonadado. La renuncia de Don Miguel era lo que menos le preocupaba. Había un tema mucho más importante: ¿cómo decirle a la nación entera que Dios no existía, sin que esto generase enormes problemas de una magnitud difícil de imaginar? Prefirió, de momento, no hacerlo. Habló a su agencia de viajes, y pidió un boleto de avión para Roma en el primer vuelo que saliese.

Al día siguiente aterrizaba el ex-reverendo Jaime en Roma. ¿Por que ex-reverendo? Pues porque acababa de renunciar ante sí mismo a su carrera eclesiástica, totalmente frustrado por haber orientado su vida hacia una falacia. Iba a ver al Papa en ese momento, para informarle del enorme problema que se avecinaba, a medida que el Argumento iba escalando los peldaños de la jerarquía eclesiástica. Ahora sabía que en su país, México, se había presentado ya una renuncia masiva de curas, que trascendería el siguiente domingo, cuando los feligreses se encontraran con iglesias sin sacerdotes que oficiaran.

El Papa se sorprendió al ver a quien el consideraba todavía el reverendo Jaime, sin ropa eclesiástica. Pero eso no fue nada comparado con lo que ocurrió cuando escuchó el Argumento. Su ceño se frunció, sus facciones se tensaron, y un sudor frío por todo el cuerpo acompañó a los subsecuentes escalofríos. "Así que Dios no existe", exclamó el Papa en un arrebato de fuerza existencial. "Definitivamente no existe, tras de escuchar el Argumento", dijo para sí, retirándose a sus aposentos con cara de inmensa tristeza, y con lágrimas escurriendo por sus mejillas. Pasó el resto del día mudo, perplejo, anonadado.

Al día siguiente el Vaticano convocó a una conferencia de prensa en la que, por medio de su vocero oficial, la Iglesia Católica Apostólica Romana se declaraba definitivamente disuelta, tras de haber publicado oficialmente el Argumento.

En los dos días siguientes, el resto de las demás religiones del planeta, por medio de sus líderes y voceros oficiales, siguieron el ejemplo de la Iglesia Católica: ninguna creencia podía quedar soportada tras de esgrimirse el Argumento.

La humanidad, en términos generales, resultó bastante molesta e indignada en contra de las ya disueltas instituciones religiosas y sus líderes, por haberlos mantenido en la mentira y en la enajenación durante tantísimos años. Muchos ex-sacerdotes fueron golpeados e incluso asesinados por los ofendidos ex-creyentes. Las policías del mundo no se daban abasto para controlar la indignación pública por el engaño secular de las religiones. Muchas iglesias, templos, centros religiosos y santuarios, de todo tipo de religión y creencia, fueron saqueados, arrasados y hasta dinamitados por las masas ofendidas por la ya desaparecida enajenación religiosa.

Pero la vida continúa, y las manifestaciones, las destrucciones de edificios y símbolos religiosos, así como los linchamientos públicos de ex-sacerdotes, fueron viniendo a menos. La gente volvió poco a poco a sus ocupaciones habituales, a pesar del vacío que se había generado en sus cerebros, ya acostumbrados a las creencias religiosas, a los santos, a los milagros, a delegar su angustia en los diferentes dioses recién desaparecidos.

Todo parecía calmarse y olvidarse, cuando de repente, Valdemar, el humilde plomero mexicano que escuchó por primera vez el Argumento, recordó que su amigo Marcelo, el albañil, había sido el iluminado Profeta que, con su Divina Sabiduría, lo había esgrimido por vez primera, en un sacro lugar predestinado, llamado La Flor de Azcapotzalco.

Desde ese día, la gran mayoría de la humanidad adora al Argumento, cuyo Mesías es el legendario Marcelo, y cuyo principal apóstol se llama Valdemar, quien fue el primer Gran Sacerdote que rindió culto al Sagrado Argumento, desde el sacro lugar llamado La Flor de Azcapotzalco, principal centro religioso y santuario de la religión de los Argumentarios.

NOTA AL CIERRE DE LA EDICION: lamentablemente los Argumentarios han tenido diferencias de interpretación del Argumento, y hoy están divididos en varios grupos antagónicos, denominados los Argumentarios Valdemarianos, los Argumentarios Poncianos, los Argumentarios Miguelianos y los Argumentarios Jaimianos, entre muchos otros. Se prevén guerras, excomuniones y severas sanciones de la Santa Inquisición del Sagrado Argumento, entre todos ellos.

[Zampabol]

Las cantinas no son precisamente el mejor lugar para discutir de religiones, pero el necio de Valdemar acosaba a Marcelo hasta en la cantina, simplemente porque éste se negaba a aceptar la existencia de Dios. Marcelo no era filósofo ni letrado ni siquiera bachiller. Apenas era un humilde albañil ateo acorralado por Valdemar, plomero de oficio, para que reconociera que Diosito si existía. Y Marcelo, aburrido ya de la plática y con varios tequilas en el cerebro, dijo lo que se le ocurrió en ese momento, con tanta suerte que Valdemar se quedó perplejo, mudo, anonadado. "Ah pos si. Entonces Dios no existe". Después de eso, Valdemar se quedó pensativo, y Marcelo pudo por fin beber sus tequilas baratos sin el acoso intelectual al que solía someterlo el necio Valdemar. Pero debemos señalar que Marcelo nunca fue consciente de su poderoso argumento ni lo volvió a recordar. Ni siquiera Valdemar recordó, durante algún tiempo, de quien había sido el Argumento, ni que éste había sido esgrimido en una pequeña y poco conocida cantina llamada La Flor de Azcapotzalco.

Al día siguiente, Valdemar fue indignado a la iglesia de su barrio a reclamarle al cura Ponciano el haberlo mantenido tantos años creyendo en Dios “a lo tarugo”, que fue como Valdemar le dijo al padre Ponciano. Éste, sorprendido de que uno de sus más fieles seguidores le dijera semejante herejía, le preguntó la razón para tan burda e inoportuna aseveración. Valdemar le soltó al padre Ponciano el Argumento, y éste se quedó perplejo, mudo, anonadado. Valdemar se fue con la dignidad un poco más alta, abandonando sus creencias en Dios. El padre Ponciano no pudo conciliar el sueño esa noche.

Ponciano, cura desde hacia muchos años, acólito desde la más tierna infancia, jamás había dudado de la existencia de Dios. Ahora tampoco tenía dudas. Ahora sabía que Dios no existía. El Argumento era irrebatible. ¿Qué hacía entonces en la Iglesia, si Dios definitivamente no existía? Hacía el ridículo. ¿Y qué podía decirle ahora a los cientos de fieles que domingo a domingo venían a sus misas a escuchar las bondades de Dios? Sintió que era el momento de renunciar a la sotana, y fue inmediatamente a visitar al señor obispo, ese anciano bondadoso que lo había apadrinado a lo largo de toda su estancia en el seminario, y que lo había acompañado el día de su primer oficio religioso. La razón de la visita era esta vez muy diferente a otras ocasiones. Ponciano había decidido dejar la Iglesia para siempre, pues Dios definitivamente no existía.

El señor obispo Don Miguel no sabía si llorar o reír cuando escuchó la renuncia de Ponciano. Era ridícula. ¿Qué otra cosa podía hacer Ponciano en esta vida que no fuera oficiar para la Iglesia? "Dime, Ponciano: ¿Por qué crees tú que Dios no existe?” Y Ponciano le dio el Argumento. El señor obispo Don Miguel se quedó mudo, perplejo, anonadado, tanto que ni siquiera se dio cuenta cuando Ponciano tiró indignado la sotana en el piso y se marchó para siempre. El Argumento era demasiado sólido. Ni los más selectos escolásticos habían pensado que así fuera. Corrió a ver sus libros de Teología, aquellos que con tanto amor y fe había traído del Vaticano en ocasión de haberse doctorado en tan pía materia. Busco por todas partes en aquellos complicados y extensos libros, y no apareció nada que rebatiera el Argumento. El señor obispo Don Miguel se convirtió esa noche en ateo.

Lo primero que hizo Don Miguel después de una terrible noche sin poder dormir, fue hablarle al arzobispo para pedirle audiencia. El tema era obvio: o le daban algún contraargumento para rebatir el Argumento o no tendría razón seguir engañando a la población de su parroquia con el cuento de la existencia de Dios. El señor arzobispo, el reverendo Jaime, venía de una entrevista con el Nuncio cuando se encontró con un excitado Don Miguel, nervioso y alterado como jamás lo había visto. "¿De qué querías platicarme?, hermano Miguel", preguntó el arzobispo. "Vengo a decirle que Dios no existe", le contesto el obispo. "¿Y de dónde sacas esa tontería?”, preguntó el arzobispo. Y Don Miguel, de manera abrupta y sin consideraciones de ningún tipo, le soltó a bocajarro el Argumento al reverendo Jaime.

El reverendo Jaime paso la peor tarde de su vida, mudo, perplejo y anonadado. La renuncia de Don Miguel era lo que menos le preocupaba. Había un tema mucho más importante: ¿cómo decirle a la nación entera que Dios no existía, sin que esto generase enormes problemas de una magnitud difícil de imaginar? Prefirió, de momento, no hacerlo. Habló a su agencia de viajes, y pidió un boleto de avión para Roma en el primer vuelo que saliese.

Al día siguiente aterrizaba el ex-reverendo Jaime en Roma. ¿Por que ex-reverendo? Pues porque acababa de renunciar ante sí mismo a su carrera eclesiástica, totalmente frustrado por haber orientado su vida hacia una falacia. Iba a ver al Papa en ese momento, para informarle del enorme problema que se avecinaba, a medida que el Argumento iba escalando los peldaños de la jerarquía eclesiástica. Ahora sabía que en su país, México, se había presentado ya una renuncia masiva de curas, que trascendería el siguiente domingo, cuando los feligreses se encontraran con iglesias sin sacerdotes que oficiaran.

El Papa se sorprendió al ver a quien el consideraba todavía el reverendo Jaime, sin ropa eclesiástica. Pero eso no fue nada comparado con lo que ocurrió cuando escuchó el Argumento. Su ceño se frunció, sus facciones se tensaron, y un sudor frío por todo el cuerpo acompañó a los subsecuentes escalofríos. "Así que Dios no existe", exclamó el Papa en un arrebato de fuerza existencial. "Definitivamente no existe, tras de escuchar el Argumento", dijo para sí, retirándose a sus aposentos con cara de inmensa tristeza, y con lágrimas escurriendo por sus mejillas. Pasó el resto del día mudo, perplejo, anonadado.

Al día siguiente el Vaticano convocó a una conferencia de prensa en la que, por medio de su vocero oficial, la Iglesia Católica Apostólica Romana se declaraba definitivamente disuelta, tras de haber publicado oficialmente el Argumento.

En los dos días siguientes, el resto de las demás religiones del planeta, por medio de sus líderes y voceros oficiales, siguieron el ejemplo de la Iglesia Católica: ninguna creencia podía quedar soportada tras de esgrimirse el Argumento.

La humanidad, en términos generales, resultó bastante molesta e indignada en contra de las ya disueltas instituciones religiosas y sus líderes, por haberlos mantenido en la mentira y en la enajenación durante tantísimos años. Muchos ex-sacerdotes fueron golpeados e incluso asesinados por los ofendidos ex-creyentes. Las policías del mundo no se daban abasto para controlar la indignación pública por el engaño secular de las religiones. Muchas iglesias, templos, centros religiosos y santuarios, de todo tipo de religión y creencia, fueron saqueados, arrasados y hasta dinamitados por las masas ofendidas por la ya desaparecida enajenación religiosa.

Pero la vida continúa, y las manifestaciones, las destrucciones de edificios y símbolos religiosos, así como los linchamientos públicos de ex-sacerdotes, fueron viniendo a menos. La gente volvió poco a poco a sus ocupaciones habituales, a pesar del vacío que se había generado en sus cerebros, ya acostumbrados a las creencias religiosas, a los santos, a los milagros, a delegar su angustia en los diferentes dioses recién desaparecidos.

Todo parecía calmarse y olvidarse, cuando de repente, Valdemar, el humilde plomero mexicano que escuchó por primera vez el Argumento, recordó que su amigo Marcelo, el albañil, había sido el iluminado Profeta que, con su Divina Sabiduría, lo había esgrimido por vez primera, en un sacro lugar predestinado, llamado La Flor de Azcapotzalco.

Desde ese día, la gran mayoría de la humanidad adora al Argumento, cuyo Mesías es el legendario Marcelo, y cuyo principal apóstol se llama Valdemar, quien fue el primer Gran Sacerdote que rindió culto al Sagrado Argumento, desde el sacro lugar llamado La Flor de Azcapotzalco, principal centro religioso y santuario de la religión de los Argumentarios.

NOTA AL CIERRE DE LA EDICION: lamentablemente los Argumentarios han tenido diferencias de interpretación del Argumento, y hoy están divididos en varios grupos antagónicos, denominados los Argumentarios Valdemarianos, los Argumentarios Poncianos, los Argumentarios Miguelianos y los Argumentarios Jaimianos, entre muchos otros. Se prevén guerras, excomuniones y severas sanciones de la Santa Inquisición del Sagrado Argumento, entre todos ellos.

No sé muy bien qué sentido tiene copiar cosas de Internet y llevarlas de foro en foro....¿Qué es lo que hay que opinar aquí?:confused1:

file:///C:/Documents%20and%20Settings/Usuario/Mis%20documentos/Downloads/el-argumento-de-marc%20(2).pdf

[Dorogoi]

No sé muy bien qué sentido tiene copiar cosas de Internet y llevarlas de foro en foro....¿Qué es lo que hay que opinar aquí?:confused1:

file:///C:/Documents%20and%20Settings/Usuario/Mis%20documentos/Downloads/el-argumento-de-marc%20(2).pdf Zampa, qué haces? copias la directory de tu computer?:blink:

[Legendario AG]

Zampa, qué haces? copias la directory de tu computer?:blink:

El infeliz ya encontró una forma de acosarme dado que no respondo a sus sandeces.

Deja que se aburra.

Aprovecho para decir que todo lo que publico es mío, bajo Legendario, Legendario AG o Ramón García Arias.

Cuando hago referencias ajenas, lo menciono, porque el cerebro más pequeño (como el de Zampabol) sabe que todo está de una u otra forma publicado en la Internet. Pretender plagiar es un desprestigio.

Este tema en particular está contenido en mi libro Buscando a Dios en Cualquier Parte.

Puedo hacerlo llegar vía electrónica (gratuitamente) a quien me lo solicite. Está registrado, como el resto de mis obras literarias (15 libros en total).

Quien me quiera leer o confirmar mi autoría, puede recurrir a las siguientes fuentes de cuentos, no de religión:

http://dragonotopia.com/

http://www.dragonotopia.blogspot.mx/

http://www.lalocuradecadadia.blogspot.mx/

http://www.bubok.com.mx/authors (como legendario)

Lo mismo, pueden buscar en Google:

Ramón García Arias Legendario.

Doy a Zampabol las gracias por apoyar la promoción de mi obra.

Saludos.

[MagAnna]

Con apuntar que el texto es de tu autoría, es más que suficiente.
Luego, al abrir un hilo y si es un tema de opinión, estaría bien que lo indicaras con la tuya propia, para así dar pie a que los demás sigan dando la suya.
Gracias! :001_smile:

[Dorogoi]

El infeliz ya encontró una forma de acosarme dado que no respondo a sus sandeces.

Deja que se aburra.

Es que no se aburre sino que se divierte!!!!:lol:

Pero Zampa es importante en elforo.com.

[Legendario AG]

Es que no se aburre sino que se divierte!!!!:lol:

Pero Zampa es importante en elforo.com.

Claro:

¿Qué sería del futbol inglés sin los hooligans?

¿Qué sería de las moscas sin las heces?

[Dorogoi]

Claro:

¿Qué sería del futbol inglés sin los hooligans?

¿Qué sería de las moscas sin las heces?Asi' es.
No creo que sea necesario recordarte que en un debate debe existir la dialectica para que haya curso. Puede ser a veces contradiccion de ignorante o de malintensionado pero siempre es motivo de debate y da vida al foro. Ademas, no todo, todo, todo lo que dice es sinsentido.

De buenas ondas lo digo. :wink:

Un saludo.

[Zampabol]

Zampa, qué haces? copias la directory de tu computer?:blink:


El infeliz ya encontró una forma de acosarme dado que no respondo a sus sandeces.

Deja que se aburra.

Aprovecho para decir que todo lo que publico es mío, bajo Legendario, Legendario AG o Ramón García Arias.

Cuando hago referencias ajenas, lo menciono, porque el cerebro más pequeño (como el de Zampabol) sabe que todo está de una u otra forma publicado en la Internet. Pretender plagiar es un desprestigio.

Este tema en particular está contenido en mi libro Buscando a Dios en Cualquier Parte.

Puedo hacerlo llegar vía electrónica (gratuitamente) a quien me lo solicite. Está registrado, como el resto de mis obras literarias (15 libros en total).

Quien me quiera leer o confirmar mi autoría, puede recurrir a las siguientes fuentes de cuentos, no de religión:

http://dragonotopia.com/

http://www.dragonotopia.blogspot.mx/

http://www.lalocuradecadadia.blogspot.mx/

http://www.bubok.com.mx/authors (como legendario)

Lo mismo, pueden buscar en Google:

Ramón García Arias Legendario.

Doy a Zampabol las gracias por apoyar la promoción de mi obra.

Saludos.

Ya sabemos de quién son los textos. ¡No era tan difícil ni tan truculento ni tan dramático conocer la autoría!

Y no persigo a nadie, PARTICIPO EN UN FORO que es un sitio en el que se escribe para que te respondan dándote la razón o quitándotela. (Yo prefiero que me la quiten para que me haga pensar. Otros prefieren las alabanzas)

[Zampabol]

Asi' es.
No creo que sea necesario recordarte que en un debate debe existir la dialectica para que haya curso. Puede ser a veces contradiccion de ignorante o de malintensionado pero siempre es motivo de debate y da vida al foro. Ademas, no todo, todo, todo lo que dice es sinsentido.

De buenas ondas lo digo. :wink:

Un saludo.

Me molesta coincidir contigo pero....¡¡Qué le vamos a hacer!! COINCIDO:angry:

[Dorogoi]

Me molesta coincidir contigo pero....¡¡Qué le vamos a hacer!! COINCIDO:angry:Ya aclaré que no todo, todo, todo, todo lo que dices es sinsentido.:001_tt2:

[parzival]

Me recordó a un capítulo de los Simpson en que Lisa desenmascaraba a Jeremías Springfield. Ella, al final decidió no decir la verdad, porque la creencia del "Jeremías bueno" sacaba lo mejor de la gente. No sé, tal vez Miguel debió haber hecho lo mismo, solo tal vez.

[Zampabol]

Ponciano, cura desde hacia muchos años, acólito desde la más tierna infancia, jamás había dudado de la existencia de Dios. Ahora tampoco tenía dudas. Ahora sabía que Dios no existía. El Argumento era irrebatible. ¿Qué hacía entonces en la Iglesia, si Dios definitivamente no existía? Hacía el ridículo. ¿Y qué podía decirle ahora a los cientos de fieles que domingo a domingo venían a sus misas a escuchar las bondades de Dios? Sintió que era el momento de renunciar a la sotana, y fue inmediatamente a visitar al señor obispo, ese anciano bondadoso que lo había apadrinado a lo largo de toda su estancia en el seminario, y que lo había acompañado el día de su primer oficio religioso. La razón de la visita era esta vez muy diferente a otras ocasiones. Ponciano había decidido dejar la Iglesia para siempre, pues Dios definitivamente no existía.

El señor obispo Don Miguel no sabía si llorar o reír cuando escuchó la renuncia de Ponciano. Era ridícula. ¿Qué otra cosa podía hacer Ponciano en esta vida que no fuera oficiar para la Iglesia? "Dime, Ponciano: ¿Por qué crees tú que Dios no existe?” Y Ponciano le dio el Argumento. El señor obispo Don Miguel se quedó mudo, perplejo, anonadado, tanto que ni siquiera se dio cuenta cuando Ponciano tiró indignado la sotana en el piso y se marchó para siempre. El Argumento era demasiado sólido. Ni los más selectos escolásticos habían pensado que así fuera. Corrió a ver sus libros de Teología, aquellos que con tanto amor y fe había traído del Vaticano en ocasión de haberse doctorado en tan pía materia. Busco por todas partes en aquellos complicados y extensos libros, y no apareció nada que rebatiera el Argumento. El señor obispo Don Miguel se convirtió esa noche en ateo.

Lo primero que hizo Don Miguel después de una terrible noche sin poder dormir, fue hablarle al arzobispo para pedirle audiencia. El tema era obvio: o le daban algún contraargumento para rebatir el Argumento o no tendría razón seguir engañando a la población de su parroquia con el cuento de la existencia de Dios. El señor arzobispo, el reverendo Jaime, venía de una entrevista con el Nuncio cuando se encontró con un excitado Don Miguel, nervioso y alterado como jamás lo había visto. "¿De qué querías platicarme?, hermano Miguel", preguntó el arzobispo. "Vengo a decirle que Dios no existe", le contesto el obispo. "¿Y de dónde sacas esa tontería?”, preguntó el arzobispo. Y Don Miguel, de manera abrupta y sin consideraciones de ningún tipo, le soltó a bocajarro el Argumento al reverendo Jaime.

El reverendo Jaime paso la peor tarde de su vida, mudo, perplejo y anonadado. La renuncia de Don Miguel era lo que menos le preocupaba. Había un tema mucho más importante: ¿cómo decirle a la nación entera que Dios no existía, sin que esto generase enormes problemas de una magnitud difícil de imaginar? Prefirió, de momento, no hacerlo. Habló a su agencia de viajes, y pidió un boleto de avión para Roma en el primer vuelo que saliese.

Al día siguiente aterrizaba el ex-reverendo Jaime en Roma. ¿Por que ex-reverendo? Pues porque acababa de renunciar ante sí mismo a su carrera eclesiástica, totalmente frustrado por haber orientado su vida hacia una falacia. Iba a ver al Papa en ese momento, para informarle del enorme problema que se avecinaba, a medida que el Argumento iba escalando los peldaños de la jerarquía eclesiástica. Ahora sabía que en su país, México, se había presentado ya una renuncia masiva de curas, que trascendería el siguiente domingo, cuando los feligreses se encontraran con iglesias sin sacerdotes que oficiaran.

El Papa se sorprendió al ver a quien el consideraba todavía el reverendo Jaime, sin ropa eclesiástica. Pero eso no fue nada comparado con lo que ocurrió cuando escuchó el Argumento. Su ceño se frunció, sus facciones se tensaron, y un sudor frío por todo el cuerpo acompañó a los subsecuentes escalofríos. "Así que Dios no existe", exclamó el Papa en un arrebato de fuerza existencial. "Definitivamente no existe, tras de escuchar el Argumento", dijo para sí, retirándose a sus aposentos con cara de inmensa tristeza, y con lágrimas escurriendo por sus mejillas. Pasó el resto del día mudo, perplejo, anonadado.

Al día siguiente el Vaticano convocó a una conferencia de prensa en la que, por medio de su vocero oficial, la Iglesia Católica Apostólica Romana se declaraba definitivamente disuelta, tras de haber publicado oficialmente el Argumento.

En los dos días siguientes, el resto de las demás religiones del planeta, por medio de sus líderes y voceros oficiales, siguieron el ejemplo de la Iglesia Católica: ninguna creencia podía quedar soportada tras de esgrimirse el Argumento.

La humanidad, en términos generales, resultó bastante molesta e indignada en contra de las ya disueltas instituciones religiosas y sus líderes, por haberlos mantenido en la mentira y en la enajenación durante tantísimos años. Muchos ex-sacerdotes fueron golpeados e incluso asesinados por los ofendidos ex-creyentes. Las policías del mundo no se daban abasto para controlar la indignación pública por el engaño secular de las religiones. Muchas iglesias, templos, centros religiosos y santuarios, de todo tipo de religión y creencia, fueron saqueados, arrasados y hasta dinamitados por las masas ofendidas por la ya desaparecida enajenación religiosa.

Pero la vida continúa, y las manifestaciones, las destrucciones de edificios y símbolos religiosos, así como los linchamientos públicos de ex-sacerdotes, fueron viniendo a menos. La gente volvió poco a poco a sus ocupaciones habituales, a pesar del vacío que se había generado en sus cerebros, ya acostumbrados a las creencias religiosas, a los santos, a los milagros, a delegar su angustia en los diferentes dioses recién desaparecidos.

Todo parecía calmarse y olvidarse, cuando de repente, Valdemar, el humilde plomero mexicano que escuchó por primera vez el Argumento, recordó que su amigo Marcelo, el albañil, había sido el iluminado Profeta que, con su Divina Sabiduría, lo había esgrimido por vez primera, en un sacro lugar predestinado, llamado La Flor de Azcapotzalco.

Desde ese día, la gran mayoría de la humanidad adora al Argumento, cuyo Mesías es el legendario Marcelo, y cuyo principal apóstol se llama Valdemar, quien fue el primer Gran Sacerdote que rindió culto al Sagrado Argumento, desde el sacro lugar llamado La Flor de Azcapotzalco, principal centro religioso y santuario de la religión de los Argumentarios.

NOTA AL CIERRE DE LA EDICION: lamentablemente los Argumentarios han tenido diferencias de interpretación del Argumento, y hoy están divididos en varios grupos antagónicos, denominados los Argumentarios Valdemarianos, los Argumentarios Poncianos, los Argumentarios Miguelianos y los Argumentarios Jaimianos, entre muchos otros. Se prevén guerras, excomuniones y severas sanciones de la Santa Inquisición del Sagrado Argumento, entre todos ellos.

Si esto estuviera en Literatura podría hacer una crítica, siempre constructiva, sobre el estilo, el argumento, los personajes, el desarrollo etc etc. Al estar en religión me voy a permitir participar en este foro y decirte lo que pienso.

Como agnóstico no vales nada. Todo esto que escribes añadido a tus diferentes formas de plantear la inexistencia de Dios, es un alegato en favor del materialismo histórico planteado por el marxismo. Como era de esperar, de agnóstico tú tienes lo que yo de bella doncella, y has entrado aprovechando la cuña suave del agnosticismo para perseguir a los religiosos.
¿Cómo los persigues? Pues haciendo una interpretación ridícula e infantil de la religión dado que tu formación al respecto no pasa de conocer algo por encima la cáscara. Y no sólo eso, presentas al creyente como un ser ignorante que cree por inercia. ¡¡Nada más falso pero imposible de comprender para ti que no llegas ni al décimo de lo que te crees que llegas!!
A ti te falta algo que el creyente tiene, y ese algo no es ni más ni menos que la certeza de su propia trascendencia por encima de la materia. Es curioso que un científico como tú no de valor a otros estados de la materia ignorados aún por la Sacro Santa Madre Ciencia y más curioso aún que sabiendo de tus carencias que se evidencian SIN NINGÚN GÉNERO DE DUDAS en tus escritos, te sitúes dos escalones por encima de los mortales.

Es curioso que ridiculices a Nicolás Copèrnico, a Sir Fancisco Bacon, a Kepler, a Galileo Galilei, a René Descartes, a Isaac Newton, a Roberto Boyle, a Miguel Faraday, a Gregorio Mendel, a Thomson Kelvin, a Blaise Pascal, a José Zaragoza, a Isaac Barrow a Carlo Rubbia hablando de gente que cree por inercia y que no saben de ciencia cuando tú no les llegas probablemente a la altura del talón.


Hace unos años estuve en una conferencia de Manuel María Carreira, SACERDOTE JESUITA y para tu desgracia FÍSICO, que nos dio unas charlas sobre astronomía que quizá te hubiesen gustado y que nada tenían que ver con el simplismo del que nos quieres hacer partícipes a los creyentes.
Siento mucho meterme en tus conversaciones, pero como creyente me creo con el derecho a participar en los hilos de Religión y desmentir la serie de tonterías que dices por minuto.

Si te interesa este FÍSICO ignorante que trabaja con la NASA sobre rayos láser, rayos cósmicos y detectores de rayos gamma, escribió un libro (No apto para personas de tu altura intelectual) que se llama ""Ciencia y fe, ¿Relaciones de complementareidad?," Estoy seguro que te disgustará. :closedeyes:

[Dorogoi]

Hola Zampa,
esta mas relacionado al "materialismo dialectico" de Marx que al "historico". Pero es inutil explicartelo.

Pues haciendo una interpretación ridícula e infantil de la religión dado que tu formación al respecto no pasa de conocer algo por encima la cáscara. Y no sólo eso, presentas al creyente como un ser ignorante que cree por inercia. Que Legendario AG sea agnostico tambien yo tengo mis dudas aunque en su entendimiento él se reconoce de esa manera.

De todos modos, lo que cuenta en su simpatico relato no se separa mucho de lo que historicamente sucede en las tradiciones religiosas. Cambiando de civilizaciones, desde los chamanes tribales hasta hoy, pasando por grandes civilizaciones ya desaparecidas, el recorrido de las tradiciones religiosas es mas o menos ese.

Independientemente de la existencia o no de Dios, de amarlo u odiarlo, las tradiciones religiosas con sus liturgias son siempre expresiones de primitivismos rituales. Nada tienen que ver con Dios o la filosofia. Son utiles pero siguen ese recorrido: basta ver la cantidad de sectas que hay entre los solamente cristianos.

No me parecio’ que sea irrespetuoso ni equivocado.

Saludos Zampa.

[Zampabol]

Hola Zampa,
esta mas relacionado al "materialismo dialectico" de Marx que al "historico". Pero es inutil explicartelo.

Yo pienso que no, mi dilecto amigo. Yo veo una adopción descarada de Legendario por los postulados marxistas evidenciando un claro distanciamiento de los planteamientos filosóficos del materialismo dialéctico/filosófico de Feuerbach, para entrar de lleno en su aplicación en el devenir de la sociedad, su historia y su desarrollo social (religiones y demás) Es evidente que su "Orden Creador" es idéntico al demiurgo de Marx aunque nuestro librepensador ni lo sepa.
De hecho Lenin (Un grande entre los grandes) decía que el fideismo no rechazaba la ciencia, sino que muy al contrario son las ciencias las encargadas de llevarnos a una verdad objetiva desmarcándose así de la esencia del materialismo dialéctico. En este aspecto nuestro Legendario amigo LIBREPENSADOR está CALCANDO a Lenin.

De todas formas es tan fina la línea que separa ambos mundos que no me voy a pelear contigo por eso. Me interesa desenmascarar el adoctrinamiento marxista de Legendario disfrazado de agnosticismo.




Que Legendario AG sea agnostico tambien yo tengo mis dudas aunque en su entendimiento él se reconoce de esa manera.

De todos modos, lo que cuenta en su simpatico relato no se separa mucho de lo que historicamente sucede en las tradiciones religiosas. Cambiando de civilizaciones, desde los chamanes tribales hasta hoy, pasando por grandes civilizaciones ya desaparecidas, el recorrido de las tradiciones religiosas es mas o menos ese.

No, evidentemente no es agnóstico. Es el típico marxista que nos quiere hacer creer una cosa pero que entre líneas nos está contando otra. La razón de que me pretenda ignorar no es otra que evitar que yo ponga de manifiesto su adoctrinado cerebro marxista. Es es muy normal en algunos biólogos


Independientemente de la existencia o no de Dios, de amarlo u odiarlo, las tradiciones religiosas con sus liturgias son siempre expresiones de primitivismos rituales. Nada tienen que ver con Dios o la filosofia. Son utiles pero siguen ese recorrido: basta ver la cantidad de sectas que hay entre los solamente cristianos.

No me parecio’ que sea irrespetuoso ni equivocado.

Saludos Zampa.

Otra vez discrepo. El hombre deja de ser mono (Aunque alguno no deje de serlo nunca) cuando tiene conciencia del yo y por tanto de su trascendencia espiritual. Lo que buscan todos los paleontólogos son signos de enterramientos para tener la certeza de que lo que tienen son hombres y no monos. Un enterramiento es señal de conexión con Dios, un acto RELIGIOSO que NO SE DA EN LOS ANIMALES a menos que nuestro amigo marxista nos diga lo contrario.

[Dorogoi]

Me interesa desenmascarar el adoctrinamiento marxista de Legendario disfrazado de agnosticismo.
Para mì también Legendario tiene cara de marxista. Se le nota en la mirada.:thumbdown:

[Zampabol]

Para mì también Legendario tiene cara de marxista. Se le nota en la mirada.:thumbdown:

¿Sabes lo que me llama la atención de todos los marxistas? Pues que deben saber que su ideología no es buena y tienen remordimientos. Ni uno sólo he visto en mi vida que presuma de ello y se presente a sí mismo como: "Hola, soy marxista y vengo a anunciar mi Buena Nueva". No, la generalidad incuestionable es que entran de forma torticera tratando de hacer ver que son cosas que no son hasta que poquito a poquito van enseñando la patita por debajo de la puerta.
Los creyentes, TODOS, sabemos que lo que contamos es bueno, que es edificante y que contribuye a una mejor convivencia y a la salvación de las almas. Por ello no escondemos nuestras creencias y tratamos de extender el mensaje de que la paz, el amor, la libertad, son los valores que el cristianismo impulsa en el hombre. Cristo vino a hacer hombres libres, Marx vino a hacer esclavos. Quizá por eso los marxistas se ven obligados a esconder el mayor tiempo posible su religión de esclavitud, muerte y ruina.

¿No te parece a ti que saber que lo que sabes es bueno para todos, no debería llevar a esconderlo y camuflarlo bajo mil disfraces?


El agnosticismo es la llave que ellos creen que les abrirá todas las puertas. :sneaky2:

[Dorogoi]

¿Sabes lo que me llama la atención de todos los marxistas? Pues que deben saber que su ideología no es buena y tienen remordimientos. Ni uno sólo he visto en mi vida que presuma de ello y se presente a sí mismo como: "Hola, soy marxista y vengo a anunciar mi Buena Nueva". No, la generalidad incuestionable es que entran de forma torticera tratando de hacer ver que son cosas que no son hasta que poquito a poquito van enseñando la patita por debajo de la puerta.
Los creyentes, TODOS, sabemos que lo que contamos es bueno, que es edificante y que contribuye a una mejor convivencia y a la salvación de las almas. Por ello no escondemos nuestras creencias y tratamos de extender el mensaje de que la paz, el amor, la libertad, son los valores que el cristianismo impulsa en el hombre. Cristo vino a hacer hombres libres, Marx vino a hacer esclavos. Quizá por eso los marxistas se ven obligados a esconder el mayor tiempo posible su religión de esclavitud, muerte y ruina.

¿No te parece a ti que saber que lo que sabes es bueno para todos, no debería llevar a esconderlo y camuflarlo bajo mil disfraces?


El agnosticismo es la llave que ellos creen que les abrirá todas las puertas. :sneaky2: ¿Qué dices Zampa? me conoces a mì que te digo desde hace 5 años que vengo de familia marxista, respeto muchìsimo a Marx y nunca fuì comunista sino socialista.

¿Còmo que no conoces a ninguno? ¿Yo que soy, una verdurita?

Pero que tiene la mirada de marxista es cierto, en eso te doy la razòn. También en que Cristo vino a hacer hombres libres y Marx vino a hacer esclavos. Ese Marx era un analfabeto funcional.....:lol:

Cada dia te aprecio màs Zampa.

[Zampabol]

¿Qué dices Zampa? me conoces a mì que te digo desde hace 5 años que vengo de familia marxista, respeto muchìsimo a Marx y nunca fuì comunista sino socialista.

¿Còmo que no conoces a ninguno? ¿Yo que soy, una verdurita?

Pero que tiene la mirada de marxista es cierto, en eso te doy la razòn. También en que Cristo vino a hacer hombres libres y Marx vino a hacer esclavos. Ese Marx era un analfabeto funcional.....:lol:

Cada dia te aprecio màs Zampa.

.....soy de familia marxista......respeto mucho a Marx.......hace años que.......pero no soy comunista......tampoco socialista......menos aún marxista.......soy socialista....bla, bla, bla.


Marx era lo que los resentidos necesitaban. Una persona llena de maldad y resentimiento que llenara sus lagunas afectivas. Acuérdate de que el muchacho era un golfo consagrado y de los golfos nada bueno ha salido nunca. Hacer la comparación entre Cristo y Marx, sólo la hacen los atolondrados con un marcado "librepensamiento".:thumbup:

[Dorogoi]

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Marx era lo que los resentidos necesitaban. Una persona llena de maldad y resentimiento que llenara sus lagunas afectivas. Acuérdate de que el muchacho era un golfo consagrado y de los golfos nada bueno ha salido nunca. Hacer la comparación entre Cristo y Marx, sólo la hacen los atolondrados con un marcado "librepensamiento".:thumbup: Y encima parece que era homosexual. Imaginate para mì que soy homòfobo!!!! Increible!!!!

En fin, no se termina nunca de aprender en esta vida.

Un abrazo Zampa.

[Legendario AG]

Y encima parece que era homosexual. Imaginate para mì que soy homòfobo!!!! Increible!!!!

En fin, no se termina nunca de aprender en esta vida.

Una brazo Zampa.

Admiro tu paciencia.

[Dorogoi]

Admiro tu paciencia.Y después que tome las cervezas màs aun!!!!:thumbup:

[Loma_P]

https://www.youtube.com/watch?v=5WJkZkixvgg