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Ver la Versión Completa : Atrapado



Strange Behaviour
18-jul.-2014, 17:40
Hola ;). Tiene mucho tiempo que no paso por este sitio, así que decidí compartirles un escrito que redacté hace no mucho; se encuentra dividido en seis capítulos y un epílogo los cuales postearé dependiendo de las respuestas en el tema.
Es bueno estar por aquí de nuevo :).


Atrapado


¡Pero no!..., tu misión no está acabada,
que ni es la nada el punto en que nacemos,
ni el punto en que morimos es la nada.
-Manuel Acuña
Ante un cadáver”.


I

Abro los ojos. No puedo distinguir nada a excepción de un color ámbar el cual cubre la totalidad, como si estuviera dentro de una piedra de ese color. Probablemente se debe a la medicación, un trasplante de corazón no es una operación sencilla. Quizá desperté antes de tiempo, será mejor que cierre los ojos y duerma nuevamente… ¿Pero qué mierda? Acabo de cerrar mis ojos, si, mis parpados superiores se encontraron con los inferiores pero mi vista no se oscureció; el manto ámbar sigue presente como si no hubiera parpadeado siquiera. No, no es posible, puedo sentir el movimiento del músculo del parpado: arriba, abajo, arriba, abajo; una y otra vez, sin embargo nada cambia, el ambiente continua siendo el mismo, ¿Qué es lo que sucede? Debe haber una explicación para esto… Tal vez estoy soñando profundamente; continúo perdido en lo más recóndito de mi subconsciente debido a la anestesia que me fue administrada con anterioridad. Si, es lo más probable. No debo preocuparme ya que en unas cuantas horas despertaré con un nuevo y sano corazón, con la vida renovada, con una segunda oportunidad.

Un momento, ¿Qué es eso? Un ente extraño asoma lo que parece ser su cabeza por arriba de la mía; es un ser completamente oscuro y amorfo en el que sólo puedo distinguir la parte superior de lo que parecer ser su cara… ¡Sus ojos! Sus ojos, ¡Qué horror! Son dos agujeros escarlata; parecen heridas abiertas derramando borbotones de sangre. Poseen un brillo tan intenso que molesta el solo hecho de mirarlos, no quiero seguir viéndolos, daré la vuelta para apartar esa horrible cosa de mi vista… No, ¡no puedo! Sentí claramente como mis miembros obedecían las órdenes de mi mente, percibí el movimiento pero no pasó absolutamente nada, continúo viendo lo mismo. Pareciera que me encuentro encerrado en un sitio en donde todo permanece inalterable. O quizá realmente estoy inmovilizado, por alguna razón totalmente inerte. Lo único que sé, es que no puedo alejarme de esa terrorífica figura.

El ente comienza a proferir algunos sonidos disonantes, son como gruñidos de un animal salvaje a punto de atacar. Al parecer es un idioma extraño e incomprensible para mí ya que la entidad parece estar hablando con algo o alguien. Otra creatura aparece, esta vez a un costado. Son idénticos: oscuros, amorfos, con un par de aberturas sanguinolentas y gruñidos graves como forma de comunicación. De uno de ellos se desprende una entidad más pequeña, podría ser una especie de brazo en cuyo extremo sostiene un artefacto asemejado a un cuchillo… ¡No, no! , ¡Aleja ese objeto de mí!, ¡No me hagas daño, por favor!
Tranquilo, recuerda que estás dormido y esta es sólo una horrenda pesadilla que terminará pronto, nada ocurrirá. Es sólo un sueño, un profundo sueño…

¡¡¡Aaaaaah!!! , ¡¡Duele, duele mucho!! ¡¡No, no, paren por favor!! La hoja del cuchillo penetra en la piel mi pecho tan profundamente que incluso siento el roce de ésta con mis costillas; el trayecto que recorre la navaja abarca desde la clavícula izquierda hasta el centro de mi pecho, ahora vuelve a subir hasta la clavícula derecha y termina por realizar una pequeña incisión en el vientre... ¡¡El dolor es inconmensurable!! ¡¿Qué está sucediendo, por qué estoy experimentado este malestar tan intenso?! . ¿Será esta la operación? Si así es, ¿Por qué no estoy regocijado en el inmenso océano de mis sueños? ¿Por qué en lugar de eso me encuentro presenciando el horror?

¡Ya, por favor, escuchen mis gritos, vean mis movimientos! ¿Qué no pueden comprender que todavía estoy consciente y puedo sentir como se produce cada corte, como separan ¡¡cada parte!! Mi pecho, lo han divido en dos; la piel arrugada y pegajosa cae a los lados haciendo contacto con mis brazos, la sangre espesa se derrama sobre mis dedos, primero en chorro abundante, después gota por gota. Tengo que hacer algo para advertir lo que está sucediendo; moverme no funciona pues al parecer ellos no dan cuenta del error cometido. Tal vez la anestesia general es la razón por la que mis miembros se encuentran en realidad inertes aún cuando siento que están en movimiento. Debo pensar en algo, pero ¡No puedo concentrarme! Un zumbido agudo parecido al sonido que produce un taladro aturde mis oídos… ¡Aaaaaggggh! ¡Mi pecho nuevamente! Un aparato en movimiento escinde el hueso donde las costillas se encuentran: el esternón ¡¡Que martirio más horroroso!! Las costillas han sido apartadas de su lugar original, permitiendo el acceso a la morada donde reside mi corazón. Una gélida ráfaga de viento se introduce en mi ser interno cuando la membrana que recubre el órgano vital es removida. No puedo hacer nada más que observar a los espectros tenebrosos haciendo su trabajo en mi inmóvil ser mientras percibo pasivamente cada sensación. No quiero perder la cordura, necesito enfocar mi mente en otra cosa.

Recuerdo la expresión de mi novia: sus facciones delataban la natural preocupación que le aquejaba en ese momento.
<<-Todo estará bien, no tienes por que estar preocupada. Los cirujanos que me atenderán son los mejores del país, confía en ellos. En unas horas habré nacido nuevamente. >>

Esas fueron las palabras que le dije antes de entrar al quirófano, a las que ella respondió con un afectuoso beso. Me pregunto que estará pensando en estos momentos, tal vez siga preocupada pero no hay razón para temer pues me encuentro en las mejores manos. No puedo esperar para volver a acariciarla, besarla… La amo demasiado, tanto que puedo soportar este dolor agudo sólo para vivir a su lado tanto tiempo como me permita este nuevo órgano.

¡¡¡Aaaaaaaah!!! ¡Dios, qué dolor! Es el sufrimiento más horrible que jamás haya experimentado; el ente extrae algo de mi tórax y lo sostiene entre sus deformes extremidades. No puedo distinguir con claridad la forma de la pequeña figura, pero sin duda alguna sé que es mi corazón. Mi antiguo y defectuoso corazón ha sido arrancado de mis entrañas para ceder el espacio a uno nuevo y servible. Lo extraño de todo esto es que aun permanezco consciente; mis pensamientos continúan indiferentes ante la carencia del órgano vital, como si mi cerebro no tuviera conexión con el resto de mi cuerpo, como si mi alma estuviera encerrada dentro del cascarón mortal.

¡¿Q…qué están haciendo?! No, no, ¡¡Paren, paren por favor!! No entiendo que está pasando, esto no es normal, no es el procedimiento que deberían estar siguiendo. De la abertura de mi torso extraen cuanto órgano se encuentra dentro, puedo sentir como desprenden uno a uno de su lugar: mi estómago es separado del esófago y del intestino delgado, cortando la relación entre ambos tejidos. Una pequeña fuga de líquido se derrama sobre la piel hendida de mi vientre cuando el ente alza el órgano y lo entrega al otro espectro. Dos manos cálidas sostienen mi hígado y con extrema cautela lo retiran, provocando el derrame de más fluidos sobre los órganos restantes. De esta manera continúan extirpando cada pieza de mi aparato digestivo, indiferentes al daño que esto pudiera causarme.

¿Por qué me hacen esto? ¿Con que finalidad? ¿Acaso se debe a un asunto personal; la cruel venganza de alguien resentido? No, no lo creo, sería demasiado riesgoso. Entonces, ¿Por qué? O es que tal vez… No, no puede ser, ¡NO! ¡Malditos!. Todo es una mentira, siempre lo fue. Me tendieron una trampa y he caído ruinmente. Para ellos yo sólo soy un producto a ofertar, o mejor dicho, lo que reside en mis adentros.
Con lentitud, los tejidos restantes son retirados mientras siento como mi cuerpo es profanado y destrozado por esos bastardos. He sido objeto de un abominable engaño, sé que no sobreviviré y el crimen de estos desgraciados malparidos quedará impune. Maldigo la hora en que ingresé a este hospital, no debí acceder a esta funesta operación. Nunca pensé que todo terminaría así. ¡Oh, que desdicha! ¿Qué será de mis seres queridos, quienes dependían de mí? ¿Qué será del amor de mi vida, que sufrirá afligida la pérdida? Y el miserable engaño del que serán victimas, pues probablemente les hagan creer que fue un error en la operación el que me arrebató la vida.

¡Otra vez ese infernal sonido! ¿Ahora qué planean hacer, si me han despojado de todo aquello con lo que subsistía mi ser? ¿Qué otra cosa podría ofrecerles este guiñapo que poco antes era mi cuerpo, sino únicamente retazos de piel y músculo y astillas de hueso?
Desdichado y desgraciado como me encuentro, sólo queda esperar que la muerte haga acto de presencia y termine con todo este sufrimiento.

Biby
18-jul.-2014, 19:46
-

Bienvenida SB, un placer leerte de nuevo.


--

Legendario AG
25-jul.-2014, 16:47
¡Pues qué te digo!

Yo sí quisiera seguir este culebrón.

Lograste generar curiosidad.

Saludos.

Strange Behaviour
25-jul.-2014, 23:20
-

Bienvenida SB, un placer leerte de nuevo.


--


¡Pues qué te digo!

Yo sí quisiera seguir este culebrón.

Lograste generar curiosidad.

Saludos.

¡Muchas gracias Biby! Igual para mi es un gustazo leerte otra vez :).

Gracias también a ti Legendario AG, con dos respuestas es más que suficiente para postear otros capítulos.
Un saludo :).


II

¿A dónde han ido ambos espectros? Ya no puedo verlos, al parecer han concluido su labor y me han abandonado en mi agonía, mientras que mi cuerpo, exánime, suspira sus últimos momentos.

¡¡Aaaaah!! ¡¡Mi cabeza, siento que explota!! El mismo objeto que partió mi pecho es ahora utilizado para separar mi cráneo; sin consideración alguna, hunden el afilado instrumento en un costado de la parte superior de mi cabeza y comienzan a escindir el hueso. Puedo sentir el trayecto que recorre el objeto; comienza en mi sien derecha y avanza con cierta dificultad por mi frente, hundiendo lo suficientemente fuerte el filo como para traspasar la capa de piel, el músculo y el hueso. ¡¡No puedo soportarlo!! Es la peor sensación de todas; el objeto continúa avanzando y cortando mientras un fragmento de mi cráneo se aparta lentamente del resto. Terminó de recorrer la circunferencia de mi cabeza pero creo saber que es lo que sigue. Un golpe en la parte recién cortada provoca que ésta se separe, quedando expuesto mi cerebro. Todo mi ser se inmoviliza cuando la membrana que recubre los sesos es removida. Aquí es donde todo debe concluir. El final.

¡¡Noooo, no puede ser!! ¡¡Aaaah ya, aaaaah!! ¡No, no, no, BASTA! ¡De una puta vez, ya basta! No puedo creerlo, es ilógico, absurdo, ¡Imposible! No debería seguir pensando, viendo, oyendo ¡sintiendo! Mi sistema ha colapsado; ya no poseo nervios, ni ojos, ni cerebro. Si, han extirpado mi cerebro y he sentido como lo han hecho; de un solo tirón lo arrancaron de mi cráneo y finalmente lo separaron de mi cuerpo. Con eso todo debió haberse esfumado, debí haberme hundido en la nada cuando me fue arrebatado, pero el panorama no ha cambiado. Veo a los dos espectros con ojos sangrantes trabajar nuevamente en mi cuerpo; uno de ellos une la piel y la costura; la aguja penetra en los bordes y el hilo une los extremos. Así lo realiza en el cráneo y el pecho hasta que ambos lugares quedan como en un principio; unidos. El otro sostiene algo entre sus extremidades, un objeto no tan grande, probablemente mi cerebro. Gruñe algo y se aparta de mi vista.

La creatura que costura mi cuerpo exclama algo inentendible, es un chillido muy agudo parecido al que un animal podría proferir cuando es torturado. Desaparece de mi vista, dejándome únicamente con mis confusos “pensamientos”.

¿Por qué pude sentir como tajaban la piel, como me arrancaban las entrañas y destrozaban mi cuerpo? ¿Por qué pude percibir la abundante cantidad de sangre que se derramaba por los extremos de las aberturas y confluía en los bordes de mis brazos y mi espalda? ¿Por qué no puedo ver otra cosa más que esas malditas figuras sangrientas en movimiento, que son en realidad personas de carne y hueso? ¿Por qué ellos no pudieron percibir mis movimientos, escuchar mis gritos y súplicas? ¿Por qué ni siquiera puedo desviar la vista a otro lado?

¿Por qué no pude evitar que sucediera esto, por qué no pude escapar a otro lugar, por qué presencié mi propio desmembramiento?

¿Por qué, maldición, POR QUÉ AÚN NO HE MUERTO?

Legendario AG
26-jul.-2014, 01:58
Strange Behaviour:

Sigo leyéndote.

Strange Behaviour
26-jul.-2014, 12:02
Gracias :)


III

Todo continúa oscuro, completamente oscuro. No sé con exactitud cuánto ha pasado desde la tortuosa sesión donde mi cuerpo pereció destrozado, es mas, ni siquiera puedo encontrar explicación alguna al por qué sigo consciente de mi existencia, si es que poseo tal cosa. El color ámbar y los malditos engendros parecen un episodio borroso y lejano. Sólo me acuerdo que uno de ellos movió el lugar donde me encontraba, una especie de camilla y la deslizó a otro destino. Después de eso, el reino de la oscuridad se apoderó de mi vista. Sin poder hacer nada, me he dedicado a ahondar en mi situación; he pensado en muchas posibilidades, desde un sueño en el que aún me encuentro inmerso hasta una dimensión en la que pudiese permanecer mi consciencia. Pensándolo bien, ¿Y si ya estaba muerto antes de que aquellos realizaran el despedazamiento? Pues no encuentro sentido alguno al que extrajeran mi cerebro, ¿Para qué lo querrían? Eso es un procedimiento propio de… de una autopsia. Entonces, ¿Fallecí mientras mi corazón era trasplantado? Es lo más probable. Al menos esto me regresa un poco de alivio, el saber que no tomaron mi vida para subastar mis órganos. Pero a la vez infunde en mí un sentimiento extraño, presencié mi propia autopsia, aún estando clínicamente muerto. Sin corazón ni cerebro mis pensamientos continuaban fluyendo.

¿Qué tal si en realidad estoy muerto pero no estoy en ningún lugar? ¿Qué tal si mi alma se encuentra adherida a la existencia terrenal? No solía creer en este tipo de situaciones, sin embargo, debido a las circunstancias ahora es válido creer cualquier pendejada.

Siento un movimiento; el lugar donde me encuentro se está deslizando. ¡Aagh, que luz más intensa! Un radiante color blanco domina ahora el espacio, dejando atrás la triste oscuridad.
¡No, otra vez no! Ellos han regresado; han regresado esos ojos resplandecientes sangrando a torrentes, esa deformidad oscura y extraña, esos gruñidos disonantes. Veo un nuevo elemento en sus “caras”: una abertura debajo de los hoyos sanguinolentos que expulsa líquido verde el cual se derrama por todo su rostro en conjunto con la sangre, formando así un río de sustancia purulenta que llena toda su forma oscura. Me provoca repugnancia el sólo hecho de mirarlos, mas sé que nunca podré apartar mi vista de ellos. Ni mis pensamientos. Uno de ellos mueve su parte superior impetuosamente, como si estuviera en desacuerdo con alguien o algo. ¡Ooooh, ¿qué es ese insufrible ruido?! No puedo escuchar ni mis propios pensamientos; es un barullo de ruidos extremadamente desagradables en distintas tonalidades. Algunos son demasiado agudos como para ser un simple chillido, como el sonido que se produce cuando un objeto afilado es restregado en una pizarra, otros son parecidos al bufido de un animal a punto de ser asesinado. Entre todos ellos puedo discernir claramente uno del resto: el grito de una mujer. Es un grito intenso y doloroso. Puedo oír, incluso sentir el sufrimiento contenido dentro del lamento; es el mismo que una madre experimenta cuando pierde una parte de su vida, una muy importante para cualquier mujer. Es el grito de una madre que encuentra a su hijo muerto. No quiero pensarlo, pero sé que se trata de eso. No te preocupes, que sigo aquí contigo. Por algún capricho de la vida o quizás la muerte, continúo con ustedes. Sé que mi cuerpo está muerto, puede ser que hasta podrido pero mi mente permanece intacta y aunque no los distingo sé que son los mismos que imagino.

Es frustrante el saberse impotente; tener a quien amas enfrente y no poder siquiera mirarle. Es tormentoso escuchar sus gimoteos, sus lloros, sus lamentos y no poder otorgarles consuelo. Pero lo peor es saber que tú eres la causa de su sufrimiento y ser incapaz de apaciguar su sentimiento.

Las cuatro figuras se desvanecen. Como polvo en el viento, se disuelven por el espacio en una ráfaga de aire. El espacio blanco se transforma a un gris opaco de un instante a otro, a la vez que numerosas creaturas aparecen a mí alrededor, todas mirando directamente a mis ojos. La sustancia verde que corre por sus caras se derrama sobre mí; una gota cae sobre una de mis manos, ¡¡Duele!! Es como si un clavo atravesara la piel y penetrara en mi cuerpo. Otra cae en mi cara, otra en mis brazos, otra en mi ¡Pecho! ¡Aagggh, es como si la herida se reabriera! ¡Deténganse! ¡Me lastima, me lastima demasiado! ¿Por qué lo hacen? ¿Acaso merezco esto? ¡Ya, por favor, se los ruego! Cada gota que vierten sobre mi cuerpo me lacera tan profundamente que mis aniquilados nervios parecen resucitar y convulsionar en medio de oleadas de dolor.

Un ente se coloca por encima de mi cabeza y derrama la última… sobre mis ojos.

parzival
26-jul.-2014, 22:36
Un enorme gusto leerte en este espacio Strange. Ahora ya somos tres conmigo los que hemos respondido, así que esperaré pacientemente el resto del relato. Me ha gustado mucho y me tiene intrigado.:thumbup:

Strange Behaviour
27-jul.-2014, 21:17
Un enorme gusto leerte en este espacio Strange. Ahora ya somos tres conmigo los que hemos respondido, así que esperaré pacientemente el resto del relato. Me ha gustado mucho y me tiene intrigado.:thumbup:

¡Parzi! ¡Muchas gracias a ti también! Un abrazo :D


IV

Quizá éste es el infierno. No… no creo en eso, es un concepto creado por la religión para controlar a las masas. Pero, ¿Qué tal si después de todo resulta ser real? No como el lugar de tormento eterno que las religiones aseveran que es, sino algo más profundo, tétrico y ciertamente peor. Mi vista fue aniquilada producto de la repugnante sustancia vertida sobre mis ojos, desde entonces las tinieblas han ejercido su poderío en mi… ¿ser? Si es que acaso poseo uno. Me he perdido nuevamente en tiempo y espacio; con dificultad rememoro los sucesos antes acontecidos, he extraviado diversos recuerdos anteriores a la cirugía e incluso he llegado al extremo de casi olvidar mi existencia si no fuera por el todavía presente “sentido” del oído y por el ocasional roce de mi cuerpo con algún objeto, hechos que evocan la esencia humana que solía poseer. Aún no logro entender esta situación, no he podido resolver el misterio en el que me encuentro inmerso y cada nueva teoría que formulo resulta más absurda que la anterior. Lo único que puedo asegurar es que estoy muerto. Y esto se torna cada vez peor.

No puedo percibir nada ya que la oscuridad, que envuelve mi conciencia con su apacible y eterno abrigo, me impide captar imagen alguna por medio de la vista, aunque sé que allá fuera no existe nada que yo quiera ver. Lo único que resta son los odiosos ruidos que no dejan de resonar en mis aturdidos oídos; comenzaron como unos diminutos murmullos, como cuando alguien realiza oración y continuaron aumentando hasta convertirse en una insoportable barahúnda. Desde gritos agudos hasta jadeos intensos, todos en unísono como si fuera una orquesta de las profundidades del averno ofreciendo su macabro espectáculo en mi desdichado sentido del oído.

Entre el caos logro discernir un sonido coherente; parece ser una voz masculina que pronuncia algunas palabras, tengo que concentrarme en descifrar el mensaje pues probablemente esta sea la única oportunidad que tenga para quedarme con un recuerdo de algo esencialmente humano. Co, cog, cogi… ¡Agh! No puedo escuchar con claridad, tengo que enfocarme aún más en el sonido:

…<” Cogito, Ergo Sum”>

Percibo un movimiento; al parecer el lecho donde reposa mi exánime cuerpo ha sido desplazado a un lugar más angosto; el contacto de mis brazos con los lados del sitio comprueba esta suposición. Nunca antes había experimentado una sensación tan intensa como la que ahora me posee, ni siquiera cuando presencié como mis entrañas eran removidas a la vez que mi cuerpo mutilado o cuando la multitud de espectros me torturaba con la repulsiva sustancia verdusca; quizás este sea mi último momento que en el mundo exterior, ya que seguramente estaré por la eternidad bajo tierra, sin más compañía que la de algunos gusanos devorando frenéticamente mi carne y royendo mis huesos. Mas eso no es lo que me asusta, sino el hecho de continuar consciente dentro de un cuerpo decadente que no puede ni conservarse a sí mismo; sin poder pedir auxilio, sin evitar tan fatídico destino. Los ruegos, rezos y súplicas que he realizado son banales, parecen diseminarse en la eternidad como un cúmulo de polvo que se esparce por las calles en una ráfaga de aire, mientras la gente continúa su andar indiferente a la presencia de las inocuas moléculas rozando su piel. ¿A qué puedo recurrir ahora si la Divinidad me ha negado la oportunidad de regresar? Me ha ignorado y despreciado, me aborrece a tal extremo que incluso me ha asignado un destino más horrendo que cualquier otro.

¡Por favor, te lo ruego! ¡Quiero despertar de este horrendo sueño, quiero abrir los ojos, mover mis miembros, aspirar aire fresco, escuchar a los pájaros gorjear, sentir el cálido contacto de una mano, disfrutar del dulce roce de unos labios! ¡Te lo suplico, apártame de este maldito estado, de este sufrimiento perpetuo!¡Es lo único que pido, lo único que deseo!

Biby
29-jul.-2014, 21:55
¡Parzi! ¡Muchas gracias a ti también! Un abrazo :D


IV

Quizá éste es el infierno. No… no creo en eso, es un concepto creado por la religión para controlar a las masas. Pero, ¿Qué tal si después de todo resulta ser real? No como el lugar de tormento eterno que las religiones aseveran que es, sino algo más profundo, tétrico y ciertamente peor. Mi vista fue aniquilada producto de la repugnante sustancia vertida sobre mis ojos, desde entonces las tinieblas han ejercido su poderío en mi… ¿ser? Si es que acaso poseo uno. Me he perdido nuevamente en tiempo y espacio; con dificultad rememoro los sucesos antes acontecidos, he extraviado diversos recuerdos anteriores a la cirugía e incluso he llegado al extremo de casi olvidar mi existencia si no fuera por el todavía presente “sentido” del oído y por el ocasional roce de mi cuerpo con algún objeto, hechos que evocan la esencia humana que solía poseer. Aún no logro entender esta situación, no he podido resolver el misterio en el que me encuentro inmerso y cada nueva teoría que formulo resulta más absurda que la anterior. Lo único que puedo asegurar es que estoy muerto. Y esto se torna cada vez peor.

No puedo percibir nada ya que la oscuridad, que envuelve mi conciencia con su apacible y eterno abrigo, me impide captar imagen alguna por medio de la vista, aunque sé que allá fuera no existe nada que yo quiera ver. Lo único que resta son los odiosos ruidos que no dejan de resonar en mis aturdidos oídos; comenzaron como unos diminutos murmullos, como cuando alguien realiza oración y continuaron aumentando hasta convertirse en una insoportable barahúnda. Desde gritos agudos hasta jadeos intensos, todos en unísono como si fuera una orquesta de las profundidades del averno ofreciendo su macabro espectáculo en mi desdichado sentido del oído.

Entre el caos logro discernir un sonido coherente; parece ser una voz masculina que pronuncia algunas palabras, tengo que concentrarme en descifrar el mensaje pues probablemente esta sea la única oportunidad que tenga para quedarme con un recuerdo de algo esencialmente humano. Co, cog, cogi… ¡Agh! No puedo escuchar con claridad, tengo que enfocarme aún más en el sonido:

…<” Cogito, Ergo Sum”>

Percibo un movimiento; al parecer el lecho donde reposa mi exánime cuerpo ha sido desplazado a un lugar más angosto; el contacto de mis brazos con los lados del sitio comprueba esta suposición. Nunca antes había experimentado una sensación tan intensa como la que ahora me posee, ni siquiera cuando presencié como mis entrañas eran removidas a la vez que mi cuerpo mutilado o cuando la multitud de espectros me torturaba con la repulsiva sustancia verdusca; quizás este sea mi último momento que en el mundo exterior, ya que seguramente estaré por la eternidad bajo tierra, sin más compañía que la de algunos gusanos devorando frenéticamente mi carne y royendo mis huesos. Mas eso no es lo que me asusta, sino el hecho de continuar consciente dentro de un cuerpo decadente que no puede ni conservarse a sí mismo; sin poder pedir auxilio, sin evitar tan fatídico destino. Los ruegos, rezos y súplicas que he realizado son banales, parecen diseminarse en la eternidad como un cúmulo de polvo que se esparce por las calles en una ráfaga de aire, mientras la gente continúa su andar indiferente a la presencia de las inocuas moléculas rozando su piel. ¿A qué puedo recurrir ahora si la Divinidad me ha negado la oportunidad de regresar? Me ha ignorado y despreciado, me aborrece a tal extremo que incluso me ha asignado un destino más horrendo que cualquier otro.

¡Por favor, te lo ruego! ¡Quiero despertar de este horrendo sueño, quiero abrir los ojos, mover mis miembros, aspirar aire fresco, escuchar a los pájaros gorjear, sentir el cálido contacto de una mano, disfrutar del dulce roce de unos labios! ¡Te lo suplico, apártame de este maldito estado, de este sufrimiento perpetuo!¡Es lo único que pido, lo único que deseo!

Pero que bien escribes SB..!!



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Legendario AG
30-jul.-2014, 01:47
Sigo leyéndote intrigado.

Strange Behaviour
01-ago.-2014, 21:45
V

La morada en la que mi cuerpo reside ha vuelto a ponerse en movimiento, con lentitud se desplaza, transportándome a un paradero parcialmente desconocido. Los escabrosos ruidos pierden intensidad conforme mi lecho avanza, me alejo cada vez más de ese maldito dolor que me atormentaba. Este debe ser el milagro que con tanto anhelo he estado esperando; la promesa de la serenidad perpetua, de la paz imperecedera, del descanso eterno…
He llegado. Mi ser puede al fin tener un poco de reposo y sosiego, ya que experimento una tranquilidad que no hubiera podido evocar ni un poco con mi existencia terrenal. Algunos sonidos agradables de baja intensidad son percibidos por mi agotado oído; el ambiente es una exquisita negrura, no deprimente como la anterior, sino sosegadora y apacible. La verdad no me importa saber por qué o cómo me encuentro aquí. Lo único que quiero es perderme en esta Divina Noche Eterna; fundirme con su oscuridad inconmensurable y ser parte del misterio inescrutable.

Pe.. . pero ¿Qué pasa? Ha irrumpido un resplandor nacido en el centro del espacio; se extiende rápidamente hasta que la oscuridad penetrante sucumbe ante la irradiación del potente destello. Es tanta luz que penetra hasta los rincones más recónditos de mi conciencia, cegando mi razón con su radiante esplendor ¡No lo soporto! ¡Quisiera tener ojos para poder arrancarlos de su lugar y dejar de observar tan insufrible brillo! Mas no puedo siquiera desviar la vista aunque mi mente me indica que he realizado tal movimiento.

¡Aaah! ¡¿Qué es esto?! La temperatura ha aumentado drásticamente; un vehemente hervor abrasa cada uno de mis exangües miembros tan intensamente que pareciera que mi cuerpo está sumergido en una hoguera, ¿Por qué, por qué de nuevo, cuando al fin había encontrado un poco de sosiego? ¿Qué he hecho, por qué merezco esto? ¿Acaso cometí alguna falta tan grave que ni siquiera me puede ser otorgada explicación alguna de esta situación?

Los poros de mi piel parecen fosos de lava hirviendo, por cada uno de ellos se introduce la torturante llama; ese intenso fuego que con ímpetu devora hasta la más pequeña molécula de tejido orgánico, sin tregua ni consideración. Sin esperanza ni redención.
El órgano superficial comienza a licuarse, dejando a mis músculos y esqueleto expuestos, como cuando el agua rebosa por entre los dedos, mi piel se derrama por los extremos de lo que alguna vez fue mi cuerpo, tan paulatinamente que incluso puedo jurar, aquella sádica llama intenta prolongar la agonía y el sufrimiento.
¡Cómo desearía ejercer control sobre mis manos y así poder desollar mi cuerpo; esta inútil carcasa que no ha servido si no sólo para generarme desgracias y sufrimiento!

¡NO! ¡No puedo! Es vano intentar describir semejante tormento cuando éste habla por sí mismo; mi materia es un volcán en erupción, una bomba detonando, un imperio derrumbado. Ignis perpetuus se aferra a lo que resta de mi Yo Original, como perro royendo efusivamente un hueso, intenta extraer los últimos nutrimentos; los mismos con los que solía subsistir mi materia. El calor evapora cada lágrima frustrada, el ardor implacable es sustituido por una sensación de comprensión; ahora el fuego verdugo se transforma en celador, pues parece que me encierra en una angosta prisión, y como si no bastara con eso, sistemáticamente, se reduce el espacio designado a mi forma, ¡Me está reduciendo a nada! ¡Estoy esparciéndome por el olvido eterno, y lo peor es que aún lo presencio!

La llama asciende por lentitud sobre mi pecho, desintegrando a su paso lo que alguna vez me fue otorgado, ejerciendo presión en cada terminación nerviosa restante, devorando mis músculos y arañando mis huesos, destruyendo mis pensamientos, atrapando la Esencia en una vorágine de dolor y tormentos. Exaltando los últimos sentimientos.


http://justoginer.files.wordpress.com/2013/06/fuego-justo-giner-martc3adnez-sierra.jpg

Legendario AG
13-ago.-2014, 05:07
Strange Behavior:

Nos tienes esperando desde hace 12 días.

Saludos.

Strange Behaviour
15-ago.-2014, 19:29
VI: capítulo final



1.-Play
fEjnXlON5NE

No sé cuánto tiempo ha pasado; pueden haber sido segundos, días, años, la verdad ni siquiera estoy seguro de la existencia del tiempo.

Los escasos recuerdos de lo que alguna vez viví, no son mas que esbozos de una vida tan efímera e insulsa, que comparada con esto, equivale a la de un insecto.

Incluso añoro el dolor que experimenté cuando mi cuerpo fue incinerado e intento rememorar cada sensación percibida, en especial aquellas que impregnaron un profundo dolor, pues esto evoca en cierta manera la esencia humana que solía poseer.

Ahora, al estar privado de las sensaciones, sentimientos y del aparente conocimiento, he podido develar el misterio. Y he perdido toda esperanza.

La “Deidad” a la que, pensaba, dirigía mis ruegos y súplicas; al principio creí que me había abandonado en esta miserable existencia, olvidado en un mundo tan cruel y abyecto, cuando comprendí realmente la situación: no está ahora, así como nunca estuvo en ningún momento.
Nos encontramos solos, arrojados a un mundo que no podemos controlar, adheridos a una existencia cuyo sentido nunca podremos comprender. Nos creemos libres sin entender que esta libertad no es sino una forma de esclavitud; estamos subyugados a nuestras propias decisiones, estamos condenados a ser libres; condenados a inventarnos cada respiración para no enfrentarnos a aquella fatídica realidad, para evadir ese temor original que se encuentra latente en lo más recóndito de nuestra conciencia; aquel que ciertamente todos conocemos pero siempre intentamos olvidar. No, no es miedo a la muerte propiamente, o quizá no como la concebimos. Tampoco es el temor a aquel supuesto “castigo” asignado a causa de asuntos triviales propios de humanos.

Este horror original no es otro que la soledad, pues al estar únicamente en compañía de mis pensamientos, me he dado cuenta de los autoengaños típicos del humano; como la infructuosa búsqueda de un fin fuera de nosotros mismos, pues dicho fin no es mas que una fantasía equiparable a la creencia en una Divinidad.

¿Qué sentido pues, posee la vida? Si cuando el corazón deja de latir y los parpados se unen por última vez, no encontramos lo que en vida anhelamos, si no que confrontamos la única realidad: estamos completamente solos, existiendo sin saber por qué, tratando de hallar algún sentido a nuestra vida mediante las sensaciones, los sentimientos y el razonamiento, pero en la muerte nada de esto importa, pues nos encontramos como antes de ser arrojados al mundo, solos; nadie con quien compartir emociones y pensamientos, nadie que ayude a estimular las sensaciones, nadie quien nos confirme que, efectivamente, ocupamos un espacio en el universo. Esa es la única realidad. Ni siquiera la propia mente puede eximirse de esta verdad, siendo ella misma la causa primera de todo esto.
Nos encontramos inmersos en una eternidad incomprensible, en la que sólo perdura la voluntad; la voluntad de una conciencia que se aferra a una vida regida por los latidos del corazón, la voluntad de un intelecto que intenta con desesperación justificar una existencia sin objetivo, la voluntad de una mente que intenta evadir la realidad mediante la creación de posibilidades, escenarios, concepciones metafísicas que no son mas que percepciones desvariadas e ilusiones de lo que nunca podrá llegar a ser.

¡Oh, cómo desearía que aquellas fantasías fueran reales! No me importaría yacer por la eternidad en un destino tan funesto como lo es el Infierno, aceptaría con gusto estar sometido a un sufrimiento y dolor perpetuo con tal de saber que esta realidad no es mas que un engaño. Al menos en un estado de agonía incesante, tendría la certeza de mi existencia. Pero no es posible, puesto a que no hay más y si existe “algo” es absolutamente ininteligible para los humanos.

La felicidad, el amor, la tristeza, el odio... Todo se desvanece lentamente hasta que no queda mas que el nombre de aquellos sentimientos, todo desaparece mientras mi mente busca una alternativa ante el inevitable olvido.

Olvido.

Strange Behaviour
15-ago.-2014, 19:35
Epílogo

2.-¿Lo escuchas?

Desdeñoso y con paso lento, Adramelech entró al Vestíbulo de los Ignavos. Aborrecía aquel lugar; ese sitio en donde las mentes confinadas estaban condenadas a consumirse en el olvido, a permanecer en soledad. Aislados los unos de los otros y sin ningún contacto externo, lo único que podían hacer era continuar pensando en asuntos fútiles como teorías existenciales; imaginando posibilidades , escenarios e incluso personajes que les ayudaran a escapar de aquel estado; recordando con cierta melancolía y añoranza fragmentos de su estancia en el primer periodo, hasta que esas frágiles mentes, tan ensimismadas, perdían sistemáticamente cada una de sus facultades y finalmente se abstraían en un último pensamiento desolado. Cuando esto pasaba, ya no producían suficiente energía, pues perdían noción de su propia existencia, así que sólo quedaba triturar su esencia para condensarla, y de esta manera producir el combustible del Averno: el sufrimiento. ¡Qué fastidio!, tener que estar presenciando escenas tan tediosas, soportar la vanagloria de aquellas mentes, especialmente las que pertenecieron a esa especie denominada “humana”, creyéndose todas ellas tan importantes como para pensar que podían trascender más allá de ser simple materia prima, utilizada para mantener en continuo movimiento al Nivel Cero.

Pero, curiosamente, estas mentes solitarias eran las que producían mayor cantidad de combustible. Sufrían incluso más que aquellos que se encontraban en la Celda; continuamente azotados, humillados, destrozados, sin limitación ni consideración alguna. Suspiraban aún más que esos que se hallaban abatidos por una tristeza inconmensurable bajo la lluvia de fuego. Al parecer, las mentes aisladas encontraban el horror más grande y el dolor más intenso al comprobar el pobre (o nulo, quizá) valor que su conciencia poseía; se sumergían en un estado de pesar a causa de sus pensamientos. Era un tormento enorme, sin embargo, no un “castigo” como tal. En realidad, nada era un escarmiento en el Nivel Cero, todos se encontraban en donde deseaban estar.

Esos solitarios intelectos, quienes habían permanecido indiferentes ante los asuntos relacionados a la supuesta Maldad o Bondad, o en su defecto, incrédulos a la existencia de algún destino después de haber cruzado el nivel anterior, encontraban lo que tanto creyeron y defendieron: La nada. El olvido. La soledad. En otros casos, algunas mentes se aferraban tanto al periodo anterior que se negaban a abandonar su materia, aunque ésta ya hubiera concluido su ciclo. Esos obstinados, por querer permanecer en un solo sitio, habían elegido automáticamente su destino; quedaban atrapados en la maraña de sus propios pensamientos, presenciando la paulatina desintegración de su cuerpo hasta que su mente, descubierta y sin poder adherirse a ningún otro espacio, encontraban lugar únicamente en el Vestíbulo de los Ignavos.

Adramelech anduvo entre todas ellas, con repudio verificaba su estado. Bastaba el roce entre sus garras y la sustancia de los espíritus para saber la situación en la que se encontraban; al momento del contacto, una señal era enviada al espacio que ocupaba la mente sin que ésta pudiese percibirla, consiguiente, el espacio rebotaba la señal dada, cual espejo reflejando un rayo de luz, en dirección contraria, transmitiendo consigo un serie de unidades homogéneas en color y esbozos de algunas sensaciones, los cuales eran procesados y codificados en el propio pensamiento de Adremelech para posteriormente, formar un mensaje conciso: Una imagen del espíritu y las sensaciones que éste percibía. De esta manera, el demonio podía saber con exactitud en qué fase se encontraba el espíritu afligido.

Algunas mentes, que habían concluido sus pensamientos caóticos, eran apartadas del lugar.
El demonio se detuvo frente a una de ellas; era la mente de un humano, cuya tenacidad le había valido un pase directo a la primera estancia del Averno. Este espíritu obstinado se encontraba en sus últimas reflexiones; a punto de elevarse sobre sí mismo y perderse en una espiral de olvido. Aquella mente confundida, que creyó que podía vencer al inexorable paso de la Muerte, le pareció sumamente deliciosa. Si él la poseyera, podría saborear su sufrimiento cuando quisiera; podría evocar aquellos momentos que más dolor le causaron, sin que recordara previamente ninguno de ellos. Podría tener su propia fuente de energía y no depender de la estructura del Averno.

El demoníaco ser abrió sus fauces y comenzó a devorar cada pedazo de la esencia; en cada bocado visualizaba parte de su estancia en el primer periodo: un hombre humano, joven y enfermo, hablando acerca de una operación, una mujer humana (probablemente con la que solía aparearse) observándolo, algunas escenas borrosas de espectros fuscos, parecidos a los que se encuentran en el Lago "Sino Itidrep", alrededor suyo. Una intensa luz que ofuscó sus sentidos, la desintegración de su materia a causa del fuego y el posterior ascenso al Nivel Cero.

¡Qué antagónia de dolor y placer! Podría saborear cuanto quisiera de aquel dolor latente, fortalecerse con aquellos esbozos de sentimientos, energizar sus miembros gracias a aquella peculiar perspectiva humana de sufrimiento.

Mientras Adramelech terminaba de engullir la sustancia, la esencia del condenado recorría su ser hasta llegar a su inextricable pensamiento; tan oscuro como la existencia, tan confuso como las dudas generadas por el origen de ésta. Al llegar al torbellino de caos, la mente se fundió y el demonio la moldeó a su manera, tomando así control absoluto de todo lo que residía en ella.

Cuando finalizó el proceso, una sonrisa de placer emergió de su deforme cara; aquel espíritu permanecería atrapado en sus propios recuerdos sólo para su complacencia; sin poder saber jamás el por qué de su existencia, sin poder controlar sus emociones y acciones, sin poder develar los misterios y secretos que se ocultan detrás de un delgado velo.

Adramelech dio la media vuelta y salió del recinto destinado a las mentes insulsas, pertinaces e incrédulas, mientras la rueda giraba y unificaba al Presente, Pasado y Futuro.

Después de todo,

¿Qué es el orden sino un defecto del caos?

¿Qué es la muerte, sino la vida original?

Strange Behaviour
15-ago.-2014, 19:39
3.- Si, ese.

http://sphotos-e.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-frc1/1001452_608515435836138_548963485_n.jpg

Biby
15-ago.-2014, 20:00
-

Stranger eres una buenaza...!! gracias por compartir tu talento.. :thumbup1:


---

Strange Behaviour
15-ago.-2014, 20:15
-

Stranger eres una buenaza...!! gracias por compartir tu talento.. :thumbup1:


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Muchas gracias a ti Biby, por tomar un poco de tu tiempo para leer mis ideas locas :P.

En cuanto complete otros cuentos los compartiré con ustedes, ¡Un abrazo virtual!

Legendario AG
17-ago.-2014, 07:56
Muchas gracias a ti Biby, por tomar un poco de tu tiempo para leer mis ideas locas :P.

En cuanto complete otros cuentos los compartiré con ustedes, ¡Un abrazo virtual!

No tengo claro si eres niño o niña, excepto porque Biby se refiere a ti como del género femenino, así que te llamaré "amiga".

Amiga:

El cuento es excelente, pero creo que su lugar era el sub-foro de religión, por sus audaces conceptos que atragantarían a muchos.

1) Dios no existe, pero sí su contraparte.

2) Los humanos somos solamente carne de combustión.

3) El orden es un defecto del caos.

4) La muerte es el objetivo de la vida.

Escribes bien, pero razonas mejor.

summerysunset
20-ago.-2014, 16:50
Esimada autora:

El regreso a los infiernos quizás no es para nosotros, aquellos que estamos vivos.

Sin embargo admiro tu puño y letra para plasmar el contenido de aquello que encierra nuestra conciencia respecto al estado.

Recuerdo algo sobre García Márquez, "Ojos de perro azul" y rescato un contenido.

El relato me parece bueno. Quizás el final debieras trabajarlo un poco mejor para darle resalte al relato.

De todos modos, se admira tu pulso.

Saludos cordiales

Strange Behaviour
31-ago.-2014, 13:32
No tengo claro si eres niño o niña, excepto porque Biby se refiere a ti como del género femenino, así que te llamaré "amiga".

Amiga:

El cuento es excelente, pero creo que su lugar era el sub-foro de religión, por sus audaces conceptos que atragantarían a muchos.

1) Dios no existe, pero sí su contraparte.

2) Los humanos somos solamente carne de combustión.

3) El orden es un defecto del caos.

4) La muerte es el objetivo de la vida.

Escribes bien, pero razonas mejor.

En efecto, soy fémina :)
Primero que nada es un verdadero gusto que un escritor y lector como tú haya tomado un poco de su tiempo de leer mi no tan pulcra y algo neófita retórica; es bueno saber que alguien detrás de la pantalla lee creaciones propias. Muchas gracias.

Por otro lado, redacté los primeros capítulos justo después de la muerte de Carlos Fuentes, siendo este suceso mi principal inspiración y, por supuesto, la idea del 'Después de la muerte' desde la visión nihilista del espíritu atormentado. Tomé algo de Sartre y Schopenhauer e incluso elementos de películas como 'Awake' y 'Matrix revolutions'.
No sé si sería un punto de partida para debatir en el subforo que mencionas, puesto a que escribí este cuento como una especie de 'introducción' a una novela corta que está en proceso desde el 2011, la cual, grosso modo, tendrá lugar en el Nivel Cero que se menciona en el epílogo y un 'condenado' como protagonista.
Espero terminar la primera mitad a finales de este año para compartir aquí los primeros capítulos.

Un saludo Legendario AG. :biggrin:


Esimada autora:

El regreso a los infiernos quizás no es para nosotros, aquellos que estamos vivos.

Sin embargo admiro tu puño y letra para plasmar el contenido de aquello que encierra nuestra conciencia respecto al estado.

Recuerdo algo sobre García Márquez, "Ojos de perro azul" y rescato un contenido.

El relato me parece bueno. Quizás el final debieras trabajarlo un poco mejor para darle resalte al relato.

De todos modos, se admira tu pulso.

Saludos cordiales

Gracias por el comentario Summerysunset.
Tuve en mente dos o tres finales alternativos para el relato, sin embargo, lo dejé así porque el epílogo es la presentación de mi ópera prima, que ahondará mucho más en la descripción del 'estado'.

Saludo para ti también :).

parzival
31-ago.-2014, 21:01
¡Hola Strange!

¡Vaya que valió la pena esperar a que publicaras todo! Creo que uno le puede dar varios significados al relato, y eso es lo grandioso. ¡Oh! Espero ansioso esos primeros capítulos de tu novela. ¡Felicidades!