Porcia
03-mar.-2008, 16:41
El 3 de marzo de 1816, la heroína boliviana Juana Azurduy de Padilla, al frente de 200 hombres derrota a tropas españolas; hoy es un aniversario más de ese evento por lo que me parece oportuno conocer un poco sobre la vida de esta valerosa mujer, que sin dudas dejó su testimonio como legado en la historia latinoamericana.
"Juana Azurduy no solamente fue una luchadora heroica en el campo de batalla, que se ganó la espada del general argentino Manuel Belgrano y el grado de Teniente Coronela. Fue también una transgresora desafiante en una sociedad conservadora en la que los roles femeninos estaban rígidamente definidos. Esposa y madre, abrazó los ideales de independencia y libertad hasta las últimas consecuencias, pagando un precio que pocos hombres tuvieron que pagar: la pérdida de toda su familia, y de sus bienes, sin recibir a cambio un estipendio vitalicio, o siquiera los honores debidos.
Juana, hija de un hacendado criollo y vivió la mayor parte de su vida en el campo, donde aprendió a montar a caballo, y estuvo en contacto directo con la cultura y la realidad de los indígenas, explotados y los mestizos menospreciados por la sociedad chuquisaqueña Poco dada a la vida social, Juana se enamora de su vecino Manuel Padilla, mozo fornido e inteligente, amigo de algunos de los universitarios independentistas. El amor se consolida y forman una familia de 4 hijos.
A partir de la asonada del 25 de Mayo de 1809, Manuel Padilla se une a la causa independentista, Por ello, se les confiscan sus bienes y dan orden de captura contra él. De un refugio al otro, mientras su esposo lucha con el ejército auxiliar argentino, Juana cuida a sus hijos, sufriendo por su compañero y su marginamiento de la acción. En 1812 toma una decisión trascendental: se une a Manuel. Juana recorre el campo convocando gente, y forma su tropa de “Leales”.
El estilo de los Padilla es informal, y genera desacuerdos con los ejércitos platenses, por lo cual crean las republiquitas, unidades guerrilleras independientes, que luego se replican en todo el Alto Perú. Juana cabalga y lucha junto a su marido (...)
Perseguida, al igual que su marido debe huir nuevamente y retornar con sus hijos para protegerlos, Con los niños afiebrados se interna en el monte, y desamparada e impotente, asiste a la muerte de dos de ellos, y más adelante de las otras dos.
Los esposos subliman su dolor en encarnizadas luchas, lado a lado. Entre feroces batallas, y en pleno campo, Juana da a luz a su última hija. Pronto debe defenderse a sablazos de un asalto de su escolta, cargando la bebita(...)
En 1816 Padilla cae en batalla y es decapitado. Su cabeza expuesta en la pica por meses, es rescatada por una Juana devastada, quien luego de enterrarla se dirige a Salta, territorio de Martín Güemes. Juana queda bajo su amparo hasta la muerte de éste. Luego de la declaración de independencia de Bolivia, el 25 de Mayo de 1825, Juana Azurduy viuda de Padilla mendiga apoyo para retornar a su tierra, y vive en Chuquisaca hasta sus 82 años, sobreviviendo a su hija, y sin compañía". (Julia Vargas)
http://i30.tinypic.com/11siale.gif
"Juana Azurduy no solamente fue una luchadora heroica en el campo de batalla, que se ganó la espada del general argentino Manuel Belgrano y el grado de Teniente Coronela. Fue también una transgresora desafiante en una sociedad conservadora en la que los roles femeninos estaban rígidamente definidos. Esposa y madre, abrazó los ideales de independencia y libertad hasta las últimas consecuencias, pagando un precio que pocos hombres tuvieron que pagar: la pérdida de toda su familia, y de sus bienes, sin recibir a cambio un estipendio vitalicio, o siquiera los honores debidos.
Juana, hija de un hacendado criollo y vivió la mayor parte de su vida en el campo, donde aprendió a montar a caballo, y estuvo en contacto directo con la cultura y la realidad de los indígenas, explotados y los mestizos menospreciados por la sociedad chuquisaqueña Poco dada a la vida social, Juana se enamora de su vecino Manuel Padilla, mozo fornido e inteligente, amigo de algunos de los universitarios independentistas. El amor se consolida y forman una familia de 4 hijos.
A partir de la asonada del 25 de Mayo de 1809, Manuel Padilla se une a la causa independentista, Por ello, se les confiscan sus bienes y dan orden de captura contra él. De un refugio al otro, mientras su esposo lucha con el ejército auxiliar argentino, Juana cuida a sus hijos, sufriendo por su compañero y su marginamiento de la acción. En 1812 toma una decisión trascendental: se une a Manuel. Juana recorre el campo convocando gente, y forma su tropa de “Leales”.
El estilo de los Padilla es informal, y genera desacuerdos con los ejércitos platenses, por lo cual crean las republiquitas, unidades guerrilleras independientes, que luego se replican en todo el Alto Perú. Juana cabalga y lucha junto a su marido (...)
Perseguida, al igual que su marido debe huir nuevamente y retornar con sus hijos para protegerlos, Con los niños afiebrados se interna en el monte, y desamparada e impotente, asiste a la muerte de dos de ellos, y más adelante de las otras dos.
Los esposos subliman su dolor en encarnizadas luchas, lado a lado. Entre feroces batallas, y en pleno campo, Juana da a luz a su última hija. Pronto debe defenderse a sablazos de un asalto de su escolta, cargando la bebita(...)
En 1816 Padilla cae en batalla y es decapitado. Su cabeza expuesta en la pica por meses, es rescatada por una Juana devastada, quien luego de enterrarla se dirige a Salta, territorio de Martín Güemes. Juana queda bajo su amparo hasta la muerte de éste. Luego de la declaración de independencia de Bolivia, el 25 de Mayo de 1825, Juana Azurduy viuda de Padilla mendiga apoyo para retornar a su tierra, y vive en Chuquisaca hasta sus 82 años, sobreviviendo a su hija, y sin compañía". (Julia Vargas)
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