El Sosten

[Mariano Bequer]

Una pareja de novios se estaba despidiendo en el aeropuerto, porque la empresa donde él trabajaba lo había enviado a París para un curso de entrenamiento. Ella aprovechó la ocasión para pedirle que por favor le trajera como regalo un sostén muy insinuante. El novio, como es normal, se lo prometió.
Ya en París, y luego de concluído el curso, se encontraba en el aeropuerto para tomar el vuelo de regreso. Se acordó del regalo para su novia y entró a las tiendas para comprar el dichoso sostén. La vendedora, al notar que él no sabía la talla del busto de su novia, para ayudarlo le pregunta:
-Dígame señor, ¿son como dos melones?- Y el novio responde:
-No señorita, algo mas pequeños.
Dícele ella: -Entonces... ¿como dos naranjas?
-Un poquito mas pequeños que dos naranjas- contestó el novio.
-Ah.. ok entonces... ¿como dos huevos?
-Sí... ¡pero fritos...!